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ENCUESTA EXCLUSIVA: TRES DE CADA CUATRO PERSONAS RESPALDAN EL CASTIGO AL DICTADOR
Todos quieren a Videla preso

El tiempo no borra la necesidad de justicia por lo ocurrido en la última dictadura. Más bien la agiganta. Un abrumador 75 por ciento cree que Videla debe estar en la cárcel y el 63 por ciento opina que no debe darse por cerrada la investigación de los crímenes cometidos.

Indulto: Apenas el 12 por ciento de los consultados considera que Videla debe quedar en libertad. El dictador también carga con el repudio al indulto.

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Por Raúl Kollmann

t.gif (67 bytes) El gobierno siempre usó la idea de reconciliación para defender su decisión de indultar a los militares condenados por la represión ilegal y apostó al paso del tiempo para que ella se haga carne en la sociedad. Pero, para su sorpresa, la gente ha descartado el olvido y se muestra más y más intransigente, en especial cuando se trata de los ex comandantes en jefe: hoy en día, tres de cada cuatro personas piensan que Jorge Rafael Videla debe seguir preso. La reacción no se limita a los máximos responsables del Proceso sino que una sólida mayoría de la población también espera que la revisión de los crímenes dictatoriales no sea un capítulo cerrado, sino que se siga investigando y castigando a los responsables.

Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por la consultora Hugo Haime y Asociados. El trabajo, realizado a principios de julio, abarcó a 800 personas de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.

En el debate ideológico sobre la última dictadura todavía parece existir un tercio de la población que no es tan crítico respecto de los militares y dos tercios que sí se oponen tajantemente al accionar de los uniformados. Esto se ve en forma nítida cuando el 27 por ciento de los consultados dice que "los militares actuaron con exceso, aunque ese era el único modo de acabar con la subversión". Si a esa franja se le agrega el escaso 5 por ciento que está directamente de acuerdo con lo hecho por los militares, se llega a ese tercio que de alguna forma respalda o justifica lo ocurrido en tiempos de Videla.

Según coinciden en señalar los especialistas en opinión pública, uno de los temas más irritativos es el de los niños. La gente opina, con lógica, que allí no hay debate posible sobre si hubo o no una guerra entre las Fuerzas Armadas y la guerrilla, en tanto que los niños no pudieron formar parte de ningún tipo de batalla. En ese sentido, las Abuelas de Plaza de Mayo suelen tener altos índices de aprobación en las encuestas y se trata, junto a la tortura, del aspecto en el cual la gente mantiene una posición más crítica respecto de los militares. Justamente la cuestión de la apropiación de menores es lo que ha vuelto a poner sobre el tapete en los últimos meses la cuestión del Proceso, al punto que el juez Marquevich le dictó la prisión preventiva a Videla por considerar que "la apropiación de bebés fue un plan sistemático". En ese marco, se entiende que tres de cada cuatro personas (74 por ciento) piensen que el ex dictador debe seguir preso y apenas el 12 por ciento de los consultados considera que Videla debe quedar en libertad.

La postura contra el dictador es particularmente fuerte entre los jóvenes, que no sufrieron en carne propia los años negros de la represión ilegal. Nada menos que el 85 por ciento de los que tienen entre 18 y 29 años opinan que Videla debe seguir preso, lo que muestra una gran diferencia con los mayores de 65 años. En ese segmento "sólo" el 65 por ciento está a favor de que el ex dictador siga en la cárcel.

Videla tiene que cargar también con el masivo desacuerdo de la gente con los indultos dictados en su momento por el presidente Carlos Menem. Algo así como el 80 por ciento de las personas estuvieron en contra del decreto firmado por el mandatario, por lo que la opinión pública percibe ahora que la prisión del ex comandante viene a reparar una medida injusta y arbitraria.

Las encuestas de los últimos años muestran que los ciudadanos vienen adoptando criterios más duros que antes en relación con lo ocurrido durante la dictadura militar. Los especialistas sostienen que esto tiene que ver, entre otras cosas, con que la gente percibe hoy a los militares como una amenaza menor. Unos años después de la restauración democrática, los encuestados ponían mucho acento en la defensa de las instituciones, pero al mismo tiempo casi un 50 por ciento proponía cerrar el capítulo de la dictadura y aceptaba el discurso oficial sobre la reconciliación. Con los años, tal como demostró el debate parlamentario que concluyó con la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, se disolvió el fantasma del golpe militar y fue creciendo la exigencia de justicia.

Respecto de la opinión sobre los militares en la actualidad, en la encuesta de Haime puede verse que no despiertan gran entusiasmo ni grandes odios. Todo tiende hacia la opinión regular. Se trata de un fenómeno que se ve en la mayoría de los países: el militarismo no tiene rating, es mal visto. Y en esa opinión juega un papel cada vez más importante la juventud.

 

"Los jóvenes quieren saber"

Emilio Mignone (Centro de Estudios Legales y Sociales): "Esta mayoritaria respuesta de la sociedad pone de manifiesto que la población argentina, transcurridos más de 20 años del comienzo de la dictadura, tiene ahora mayor conciencia que nunca de sus crímenes y exige por lo tanto el conocimiento de los hechos a la vez que reclama justicia. La sociedad quiere discutir a fondo lo ocurrido y es sano que esto pase porque consolidará la democracia e impedirá que las Fuerzas Armadas vuelvan a perpetrar los horrendos atropellos cometidos durante la dictadura. Creo que la divulgación a través de los medios, libros y documentos ha hecho que se conozca más el pasado que hace diez años. Es interesante destacar que el sector de la sociedad que tiene entre 18 y 19 años es el que busca con más interés un mayor conocimiento del pasado. Sería bueno que las Fuerzas Armadas se decidieran a informar sobre la suerte de los desaparecidos, ya que el conocimiento de los hechos tiende a consolidar la situación".

 

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