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Por Claudio Zlotnik Marvin Nesbit es director de Small Business Development Center, un organismo norteamericano dedicado a atender las necesidades de las pequeñas empresas. Sólo en el estado de La Florida este centro --financiado con fondos públicos-- asesora y capacita a 10 mil empresarios pyme. Convocado por la Fundación Pro-Buenos Aires, Nesbit llegó a Buenos Aires para dictar seminarios ante pequeños empresarios locales. Durante su charla con Página/12, este especialista sostuvo que es vital la presencia del Estado para fortalecer a la economía. --¿Cuáles son las claves para que una pyme pueda desarrollarse? --Lo primero es la administración. Es el gran déficit de la mayoría de las pequeñas empresas. Muchas veces, los dueños son técnicos muy buenos pero no saben administrar el negocio. Es el principal problema. El tema es central porque administrar significa un poco de todo: involucra a las finanzas, el marketing y hasta cuál seguro tener. La mayoría de los empresarios pymes tienen un buen conocimiento de la parte técnica: saben hacer el producto, pero no saben venderlo ni cómo financiar los insumos, por ejemplo. Para lograrlo, los empresarios deberían capacitarse y asesorarse. Y aquí es donde el papel del Estado debe ser determinante. Debe apoyar financieramente la madurez de las pequeñas compañías. En el caso de nuestro centro, recibimos 200 millones de dólares anuales de parte del gobierno federal y del estadual para atender a 10 mil pymes en el estado de La Florida. Precisamente, éste es el gran desafío que tienen por delante tanto el gobierno argentino como los empresarios: crear instrumentos para hacer de las pymes el motor de la economía. --¿No cree que el acceso al crédito es la mayor traba que tienen las pymes? --Sí, claro. En la Argentina éste es un asunto vital. Una pyme sin préstamos bancarios no puede trabajar. Creo que el Gobierno debería desarrollar programas especializados para financiar los pequeños negocios. En este sentido, el sistema que funciona en los Estados Unidos es muy bueno. Porque el Gobierno les da a los bancos privados una garantía por sus préstamos otorgados a pymes. Generalmente, la garantía es del 80 por ciento del valor del crédito: el banco corre el riesgo sólo por el 20 por ciento del préstamo. Si la empresa no cumple, será el Gobierno el encargado de cobrarle algún día esa deuda. Que quede claro: esto no es una donación, aunque es cierto que algunas veces --pocas--, el Estado pierde plata por este mecanismo. Sin dudas, ésta es la mejor forma para que los más chicos se financien. --¿Usted cree que este modelo podría ser viable también en la Argentina? --Sí, por supuesto. Sería una buena manera para que el Gobierno impulse y motive a los bancos privados a prestar dinero a los pequeños empresarios. Es esencial contar con una herramienta así, porque a los bancos no les gusta financiar a las pequeñas empresas. Para ellos, el riesgo es grande. --Pero usted sabe que se levantarían muchas voces en contra de que las arcas estatales tomen riesgo por los privados. --Insisto: este sistema no implica un subsidio hacia las pymes. Es un programa que obliga a las empresas a cumplir con los bancos. Vale la pena que el Gobierno corra un riesgo mínimo a cambio de impulsar la economía. El apoyo gubernamental es esencial, ya sea para implementar este mecanismo o cualquier otro que sirva para tonificar a las pymes. Se debe entender que éstas son el verdadero motor de una economía, más aún en estos tiempos de globalización. El país debe estar dispuesto a cambiar. Sin un sector de pequeñas empresas fuertes nunca se tendrá una economía dinámica, viva, capaz de solucionar los principales problemas sociales, como el desempleo por ejemplo. Para esto, la presencia del Estado es fundamental, porque funciona como catalizador del proceso. Es necesario que la Argentina, en este aspecto, cambie de mentalidad. Que no base su economía en las grandes empresas. --¿Cuál es la tasa de interés promedio que paga una pyme en los Estados Unidos? --Es muy baja. En torno del 10 al 11 por ciento anual. Mientras que la "prime" (la que pagan las grandes compañías) ronda el 8 por ciento. --¿Cuáles son los nichos de mercado más proclives para las pequeñas empresas? --Antes que pensar en eso, el pequeño empresario debe estar convencido de que en un mercado globalizado lo más importante es especializarse, encontrar su nicho de mercado. Para que ello ocurra, sería imperioso que el país contase con oficinas --gubernamentales o no-- en donde los empresarios puedan analizar los rubros en los que les convendría actuar. Hay nichos por todos lados. No podría afirmar que tal o cual sector de la economía es más apto para las pymes. Casi todos los sectores ofrecen buenas oportunidades.
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