|
La guerra en Kosovo dejó de ser un asunto interno de Yugoslavia y se internacionalizó ayer, cuando la frontera de Albania fue violada por bombas serbias que se internaron un kilómetro en territorio albanés. Y abandonó para siempre la baja intensidad después de la conquista de la ciudad de Orahovac (en Kosovo) por la guerrilla separatista del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) y su posterior recuperación a sangre y fuego por las tropas serbias. Al menos 110 kosovares murieron en los dos últimos días. El Senado norteamericano pidió la inculpación del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic por "genocidio" a la Corte Internacional de La Haya. Y Rusia anunció que participará junto a la OTAN en los próximos ejercicios de disuasión contra el gobierno de Belgrado. El gobierno albanés hizo llegar una enérgica nota de protesta "por haber puesto en peligro la integridad y la soberanía de Albania" durante los enfrentamientos de ayer. El ejército serbio declaró que los combates más duros tuvieron lugar cuando más de un millar de separatistas albaneses penetraron armados en Kosovo provenientes de Albania. Según medios estatales del gobierno de Tirana, las descargas de la artillería serbia ingresaron un kilómetro en tierra albanesa. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores yugoslavo acusó a Albania de tolerar gustosa las "persistentes" violaciones de la frontera por parte de grupos armados y de fomentar así el "terrorismo". Los combates del fin de semana fueron los más violentos desde que a fines de marzo se produjeron los primeros choques entre las fuerzas yugoslavas y la guerrilla separatista. Como para equilibrar la penetración de la artillería serbia en territorio albanés, la televisión estatal yugoslava denunció ayer que 300 militares del ejército regular de la República de Albania están actualmente en Kosovo. Si el gobierno de Belgrado fue el más encarnizado enemigo de internacionalizar el conflicto de Kosovo, con las declaraciones televisivas admitió que la internacionalización ya es un hecho. La tevé responde directamente al presidente Slobodan Milosevic, quien fue declarado el viernes con unanimidad "criminal de guerra" por el Senado norteamericano. Los senadores pidieron a la Casa Blanca que presione para que lo haga comparecer ante la Corte Internacional de La Haya por el "genocidio" en la ex-Yugoslavia. El representante ruso ante la OTAN Viktor Zavarzin anunció la participación de su país con la Alianza en las próximas maniobras en Albania, en agosto, a pocos kilómetros de Pristina, capital de la provincia de Kosovo. La ciudad de Orahovac fue la primera en ser capturada por el Ejército de Liberación de Kosovo, que así dejó para siempre de ser una guerrilla rural y llevó la guerra a las ciudades. Orahovac fue recuperada ayer por las fuerzas especiales serbias, que implementaron "enérgicas medidas" para la "normalización de la vida", según la televisión estatal de Belgrado.
EL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA Por Washington Uranga Emilio Stelhe, un obispo alemán que tiene amplia experiencia en negociaciones de paz en América Latina y que actualmente ejerce su episcopado en una región sumamente pobre del Ecuador, fue nombrado ayer por el episcopado alemán para representarlo en las conversaciones en busca de la paz entre la sociedad colombiana y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en cumplimiento del acuerdo llamado de "Puerta del Cielo", firmado la semana anterior en la ciudad alemana de Mainz. En esa ocasión y con el auspicio de la Iglesia Católica se realizó un encuentro del que participaron empresarios, dirigentes sindicales, delegados de organizaciones de derechos humanos y un grupo de dirigentes de la organización armada colombiana ELN, encabezados por Pablo Beltrán. Entre los acuerdos se estableció la realización, en octubre próximo, de una Convención Nacional de Paz de la que participará Stelhe. Mientras, los enfrentamientos con la guerrilla no cesan en Colombia. El obispo alemán, titular de la diócesis de Santo Domingo de los Colorados (Ecuador), es un amplio conocedor de América Latina, porque durante más de dos décadas recorrió el continente en su condición de director de Adveniat, una organización del episcopado alemán que colabora con los católicos latinoamericanos. A Stelhe se lo considera un hombre de gran capacidad intelectual pero además un hábil negociador. El obispo ya desempeñó la función de mediador en nombre en América Central, tanto en El Salvador como en Nicaragua, buscando salidas pacíficas a los conflictos civiles armados en esos países. El propio Stelhe fue el encargado, en más de una oportunidad, de acercar posiciones entre el gobierno cubano de Fidel Castro y la Iglesia Católica. Alejado de su cargo en Adveniat se radicó en Ecuador, pero sigue manteniendo un estrecho contacto tanto con los obispos de su país como con sus pares latinoamericanos. En declaraciones hechas ahora a un medio colombiano el obispo alemán dijo que "monseñor Karl Lehmann --Presidente del Episcopado Alemán-- me solicitó representar a nuestra Iglesia para las conversaciones, por la participación que he tenido en Colombia". Extraoficialmente, se conoció que Stelhe se trasladará en los próximos días a Colombia para colaborar directamente en los diálogos entre el ELN, el Comité Técnico del Consejo Nacional de Paz y delegados de la sociedad civil. El obispo alemán también asistirá a la instalación de la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil, que se celebrará entre el 30 de julio y el 1° de agosto próximos en Santafé de Bogotá, la capital colombiana. Fuentes oficiales vinculadas a las organizadores de los diálogos de paz anunciaron que el 23 de julio se realizará en la misma ciudad un encuentro previo a la convención del que participarán 13 de los participantes del encuentro de Mainz. A pesar de que las iniciativas de paz se encuentran en marcha y con buenas perspectivas según señalan todas las partes involucradas, los enfrentamientos no cesan. Después de la reunión de Mainz el ELN realizó varios atentados en el noroccidente colombiano en los que murieron doce personas, seis quedaron heridas y diez fueron secuestradas. En la provincia de Antioquía, el ELN derribó un helicóptero y dinamitó la hacienda de un senador. Además del cese de las hostilidades, la guerrilla exige cambios sociales y reformas económicas que tendrán que ser atendidas por el gobierno del nuevo presidente Andrés Pastrana.
|