ATENTARON CON UN COCHE BOMBA
CONTRA EL PRESIDENTE
El fundamentalismo llega a Chechenia
The Guardian de Gran Bretaña
Por James Meek desde Moscú
Aslan Masjadov, el líder de Chechenia, escapó ayer de un
ataque con coche bomba en el último episodio de su lucha por prevenir que la república
secesionista se precipite en una guerra civil. Masjadov, que comandó las fuerzas
chechenas en la victoria de la pequeña región contra el Ejército Rojo hace dos años,
recibió una ligera herida en la rodilla. La explosión mató a un guardaespaldas, hirió
a seis otras personas y destruyó dos automóviles en la caravana presidencial que
atravesaba Grozny, la capital. Masjadov viajaba en un automóvil blindado.
Aunque hubo varios atentados contra su vida durante los enfrentamientos
con Rusia, Masjadov declaró que éste era el primero desde que fue elegido presidente a
comienzos del año pasado. "Para mi inmensa pena, fue asesinado el mejor de mis
guardaespaldas", dijo. Masjadov, quien es visto en Moscú y en Occidente como un
moderado que puede reconstruir Chechenia, formuló la acusación ritual de que el servicio
secreto ruso estuvo detrás del intento, pero es más probable que el ataque fuera parte
de un creciente conflicto entre diferentes fracciones chechenas, en el que el presidente
se enfrenta a un movimiento fundamentalista islámico vinculado a Medio Oriente, los
Wahhabis.
La última crisis dentro de Chechenia se inició la semana pasada en la
localidad de Gudermes, segunda ciudad del territorio. Seis personas fueron muertas y 15
heridas en un choque entre dos bandas armadas, de las que al menos una combatía bajo la
bandera del wahhabismo. Esa misma noche, Masjadov apareció en la televisión nacional
para denunciar al movimiento. "Los predicadores de esta tendencia llegan a Chechenia
desde los países árabes, llaman a la gente a hacer la guerra, afirman que el secuestro
está justificado", sostuvo.
El fin de semana, Masjadov dio a cuatro "extranjeros" --tres
jordanos y un ruso-- 48 horas para abandonar Chechenia, acusándolos de tratar de
"quebrar la sociedad chechena sobre líneas religiosas". Luego movilizó a 5000
soldados para aplastar a las bandas armadas cuyos retenes han proliferado en todo el
territorio. Los intentos de Masjadov de restaurar el imperio de la ley, y separar a los
"extremistas" del resto de la población, recuerdan las tácticas de Boris
Yeltsin en su catastrófico ataque contra Chechenia en 1994. La diferencia es que el
presidente checheno está en territorio propio, es aún popular y --como combatiente y
partidario de la ley de la Sharia-- tiene mucho en común con sus oponentes. |