Pese a que la eliminación de la Copa Libertadores representa un lucro cesante valuado en 40 mil dólares por cada jugador y 1.800.000 dólares para el club, tanto el presidente de River, David Pintado, como el técnico Ramón Díaz y los jugadores relativizaron la derrota, aunque es evidente que la preocupación marcha por vía interna, ya que esta eliminación significará el punto de partida para más de una medida drástica en el club, como la reducción de presupuestos o la venta compulsiva de algunos de sus valores.

"No hay que hacer un drama --señaló Pintado--, si bien la Copa es importante y la perdimos, River es un club que siempre tiene objetivos y meta; ahora se viene la Copa Mercosur y el Apertura, y como somos un grande, debemos ganar todo", destacó.

Para Díaz, no hay nada que reprochar a los jugadores. "¿Qué les puedo decir? --se preguntó el entrenador--, buscaron ganar hasta el final, pusieron todo, ganas y entrega. El Vasco llegó dos veces, una fue un golazo. River no la metió, y para ganar hay que hacerlo." Para Díaz, haber llegado a la semifinal de la Copa "sin jugadores" (en alusión a las ausencias de los futbolistas convocados por los seleccionados para el Mundial) "es un gran trabajo, para dormir tranquilos".

Díaz afirmó que "River no está acostumbrado a estas desilusiones y menos en nuestra cancha. Ahora es tiempo de levantarles el ánimo a los jóvenes del plantel, como Sorín o Solari".

Eduardo Berizzo, uno de los referentes del equipo, lamentó la eliminación, asegurando que el partido del miércoles fue "ilógico, que no se puede perder, porque el Vasco pateó una sola vez y se quedó con todo. Si hubiésemos convertido un segundo gol, habríamos liquidado el partido --dijo en un rapto de lucidez-- pero parece que el fútbol se empeña en hacerte cobrar las cosas que hacés mal".

El defensor es uno de los jugadores que se negó a ser transferido --en su caso, al Espanyol de Barcelona-- y que ahora, con la eliminación, sería irremediablemente vendido. El equipo catalán pagaría 4 millones de dólares. "Fuimos dueños de 85 minutos de partido y en un cachetazo, ellos se recuperaron y nos pusieron knock-out", remarcó.

Uno de los que no pudo ocultar su decepción fue Marcelo Gallardo. "Estoy muy apenado --dijo--. River es un equipo ganador pero en el fútbol se gana y se pierde, y esta vez festejó el rival." Gallardo no quiso hablar de su pase al fútbol europeo ("no es momento, sólo puedo pensar en esta amargura y en mis compañeros), pero ayer se conoció el interés del Newcastle United, que podría ofrecer ocho millones de dólares para hacerlo jugar como compañero de Alan Shearer. También el Arsenal de Londres podría efectuar una oferta.

En todo caso, la actitud de River de ahora en más será negociadora. En la cancha estuvo Ariel Ortega, lo que alentó las especulaciones sobre un posible regreso del Burrito, pero el presidente Pintado la descartó: "Por ahora no hay nada --aclaró--. Ortega estuvo en la cancha porque es su casa, pero es difícil que retorne. Su representante, Antonio Caliendo, hará negociaciones para ubicarlo en el fútbol europeo".

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