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Por Luciano Monteagudo Las vacaciones de invierno pueden parecer un verdadero páramo para todos aquellos sufridos espectadores que esperan del cine algo más que Mulan y Godzilla. Es cierto que en la cartelera brilla el último opus de Woody Allen, Los secretos de Harry, que en una semana ya convocó más de 65.000 fans en todo el país (lo que no es poco, considerando los tiempos que corren), pero la pregunta de muchos padres, saturados ya de dibujos animados y efectos especiales, es: ¿y después de Woody qué? ¿Acaso el abismo? Bueno, por ahora sí, pero será cuestión de tener apenas un poco de paciencia. Todo indica que a partir del segundo jueves de agosto, cuando haya amainado el sonido y la furia de Disney, Godzilla y compañía, coincidirán milagrosamente en los cines de Buenos Aires algunas de las mejores películas del año. Durante agosto habrá también, qué duda cabe, grandes superproducciones de Hollywood --Arma mortal 4 (sí, ¡cuatro!), el Armageddon de Bruce Willis-- para seguir vendiendo gaseosas y pochoclo en los shoppings, pero el cine que importa será otro y en muchos casos habrá que buscarlo fuera de los grandes almacenes de ramos generales. Una lista sumaria de esas novedades que provocan ansiedad ante la inminencia de su estreno es la siguiente: * El sabor de la cereza, del realizador iraní Abbas Kiarostami, ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes del año pasado y es el primero de sus films que se conocerá en salas de uno de los pocos, auténticos maestros que tiene actualmente el cine mundial. Hace un par de meses la señal de cable Cinecanal difundió en el marco de un festival de preestrenos su maravilloso film anterior, A través de los olivos, y ahora con El sabor de la cereza se podrá confirmar el talento de Kiarostami, a quien Akira Kurosawa, nada menos, considera "un realizador extraordinario", el único capaz de ocupar en el cine de Oriente el vacío que dejó tras su muerte el maestro indio Satyajit Ray. Como en toda la obra de Kiarostami, la aparente simplicidad de relato de El sabor de la cereza --apenas el recorrido en auto de un hombre que busca en los alrededores de Teherán alguien que lo ayude a morir-- esconde una complejidad mucho mayor, donde el realizador siempre se está interrogando por las cuestiones esenciales del cine y de la vida. * Jackie Brown marca el regreso de Quentin Tarantino, tres años después de la aclamada Pulp Fiction. Y es todo un regreso con gloria. A partir de la novela Rum Punch, de Elmore Leonard (uno de los autores favoritos de Quentin, desde los tiempos en que escribía guiones mientras trabajaba como empleado de un videoclub), Jackie Brown cuenta una historia de dinero y de doble traición. Forzada por las circunstancias, una azafata (Pam Grier), que suele oficiar de correo de la plata sucia de un traficante de armas (Samuel L. Jackson), decide un día quedarse con la parte del león, mal que le pese a su empleador y también a un policía (Michael Keaton), que cree poder utilizarla como cebo. Por allí andan además otros personajes: una típica surfer girl de California (Bridget Fonda), un ex convicto de pocas palabras (Robert De Niro) y un gestor especializado en casos turbios (Robert Foster), que se anima a convertirse en cómplice de la jugada de la azafata. Algunos afirman que la nueva película de Tarantino es algo que quizás no se esperaba tan pronto de él: todo un clásico. * He Got Game todavía no tiene título de estreno en castellano, pero basta quizás con pronunciar el nombre y apellido de su director para esperar una de las cumbres del año: Spike Lee. De hecho, He Got Game será la primera de sus películas desde la imponente Malcolm X que llega a las salas de cine de Buenos Aires; la mayoría de los títulos del director afroamericano han circulado únicamente en video. Como en Haz lo correcto, la música es del grupo rapero Public Enemy (que se volvió a reunir especialmente para componer la banda de sonido del film) y como protagonista está nuevamente Denzel Washington, como un convicto que debe enfrentar a su hijo con esas opciones morales que hoy por hoy, en el cine estadounidense, solamente parece plantear Spike Lee. * Madre Dao, como una tortuga es un documental producido en Holanda por Vincent Monnikendam a partir de material de archivo de los años 1912-1933, rodado por operadores anónimos durante la colonización de la actual Indonesia. Claro que no se trata de un documental cualquiera. Consagrado como una obra maestra en el circuito de festivales internacionales, el film "ilumina la realidad con una visión sublime", según la revista Cahiers du Cinéma. También mereció el apoyo incondicional de la ensayista Susan Sontag, que presentó personalmente la película en la Cinemateca de Ontario con estas palabras: "Madre Dao es un viaje deslumbrante, una experiencia única, mágica, irrepetible, de visión necesaria". * Western puede llamar a engaño, pero conviene saber que a pesar de su título no se trata de una película de cowboys sino de una road movie francesa, que se convirtió en la revelación del Festival de Cannes del año pasado, de donde se llevó el Premio del Jurado. Dirigida por Manuel Poirier, el film sigue la travesía de dos desconocidos, dos extranjeros --uno es español, el otro dice ser ruso-- a quienes el más puro azar convierte en amigos y compañeros de ruta por los caminos de Francia, mientras tratan de encontrar a la mujer de sus sueños. * Más allá de las nubes viene amenazando hace tiempo con estrenarse, pero es muy probable que esta bienvenida reaparición del maestro italiano Michelangelo Antonioni (84 años) se pueda conocer finalmente en agosto. Realizada con la ayuda de Wim Wenders, que rodó el prólogo y el epílogo del film (y con quien Antonioni se peleó durante la fase de montaje), Al di la delle nuvole reencuentra al director de La aventura con sus temas y su visión de siempre. Como señaló su guionista Tonino Guerra, "este film no nos ofrece solamente historias, sino también paisajes, ciudades, cuerpos de mujer; nos enseña a ver las cosas de una forma nueva". * Los expedientes X promete no dejar insatisfechos a los seguidores de la serie, en principio porque su creador, Chris Carter, no sólo es el guionista sino también el productor del film, dirigido a su vez por Rob Bowman, un nombre casi tan familiar en la saga como los de la pareja protagónica, David Duchovny y Gillian Anderson. Los paranoicos, de parabienes...
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