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Por David Cufré desde Ushuaia --¿Sería ministro de Economía de alguno de los precandidatos del justicialismo? --No. En 1999 quiero volver a mi actividad profesional. Hace diez años que estoy en el Gobierno y creo que ya es suficiente. Imitando los pasos de su jefe, como siempre hizo, aunque esta vez exagerando el gesto, Roque Fernández anunció que el 10 de diciembre de 1999 abandonará la actividad pública. El ministro subrayó que carece de vocación política. Tal vez esa actitud sea la que le haya causado más de un dolor de cabeza durante su gestión. Roque eligió la ciudad más austral del mundo para informar sobre su futuro alejamiento. También explicó cómo conducirá la economía de aquí en más, y aseguró que dialogará con los candidatos a presidente del justicialismo y de la Alianza para facilitar la transición. --¿Cuál será su actitud frente al próximo cambio de Gobierno? --No voy a hacer campaña política en la interna del justicialismo. No quiero participar hasta que se defina quién será el candidato a Presidente. Lo que me he planteado como hipótesis de trabajo es hacer la transición lo más fácil posible. Pienso reunirme con los candidatos del peronismo y de la oposición cuando ya estén definidos los equipos de trabajo, porque creo que hay muchísimas cosas que les pueden ayudar a gobernar si tenemos un período de diálogo antes del traspaso de gobierno. Si participo de la campaña política, obviamente voy a generar heridas en la oposición o dentro del justicialismo que no quiero. --¿Ayudaría a la Alianza? --El justicialismo es el partido que mejor seguirá el modelo. Pero hasta ahí. No quiero hablar más por lo que acabo de explicar. --¿La renuncia de Carlos Menem a la reelección evita problemas para la economía? --Varias veces he manifestado que la situación debe ser interpretada dentro de un contexto estrictamente político. Creo que la renuncia del Presidente elimina tensiones. Pero esa decisión ha sido ampliamente reconocida por el oficialismo y por la oposición como un gesto para contribuir a que esa tensión desaparezca. Por otra parte, la economía se mueve más sobre la base de las reformas estructurales que hemos hecho que sobre los vaivenes de la política. En el sistema democrático, vamos a encontrar muchos períodos de alto voltaje político, pero la economía va a seguir su cauce normal. --¿Lamenta que esa tensión haya determinado la salida de Carlos Rodríguez del Ministerio? --No. El no se fue por eso. La verdad es que hacía rato que me había manifestado su intención de renunciar. Lo retuve todo lo que pude, pero me di cuenta de que las cosas tienen su límite. --¿No fue a causa de los problemas políticos que se trabaron en el Congreso la reforma tributaria y laboral? --No. Tuvimos un problema con la generalización del IVA, pero no vinculado con la reelección. Eso fue simplemente por la presión de los lobbies en el Congreso, que accionaron permanentemente contra el proyecto. --¿Cuál es su balance sobre la visita del FMI? --He tenido una reunión informal muy pequeña antes de que ellos conversaran con otros sectores del Gobierno. No me anticiparon ninguna conclusión. --Pero en la reunión que mantuvieron el martes con el secretario de Hacienda, Pablo Guidotti, se mostraron preocupados por el desborde del gasto público en las provincias y por la magra performance de la recaudación. ¿Qué compromisos se asumieron ante el Fondo? --No nos hemos comprometido a nada, pero reconozco que sobre esos puntos se manifestaron preocupados. No es mucho lo que podemos hacer, dada la característica federal de nuestro país y la autonomía de las provincias. No obstante, creo que podemos dialogar con los gobernadores. Debemos explicarles que el país no es visto en el resto del mundo como la suma de gobiernos provinciales, sino como el consolidado de Nación y provincias. Entonces todos tenemos que hacer los trabajos necesarios para presentar una imagen macroeconómica sólida. Estoy convencido de que vamos a encontrar toda la colaboración en esta tarea. --Con respecto a la reforma tributaria, usted sostuvo que es una solución para el problema de la recaudación. ¿Sigue firme el compromiso de los diputados de emitir un nuevo dictamen con la generalización del IVA? --Sigue firme. Estoy bastante esperanzado en que la próxima semana vamos a tener señales muy concretas sobre que se avanzará en la generalización del IVA. --¿Se aumentará el impuesto al gasoil? --No estamos pensando en esa alternativa. --¿Por qué defiende la reforma laboral si el proyecto no se ajusta a lo que usted esperaba? --No es cierto. Muchos dicen que la reforma laboral no sirve para nada o que no es un avance. La realidad es que se avanza en varios aspectos. Los empresarios declaran que tenían mayores expectativas, pero sus pretensiones se contraponen con la posición de la CGT. Hay un debate no resuelto. --¿El Fondo Monetario interviene en ese debate? --En la carta de intención del Acuerdo de Facilidades Extendidas figuran ciertos elementos que son los que ayer discutieron con el ministro de Trabajo sobre si se cumplieron o no. Por lo que sé, no se piensa introducir cambios en el proyecto. --El economista Jeffrey Sachs dijo en el Foro Económico Mundial que Brasil va a devaluar y que Argentina verá su situación muy comprometida. ¿Qué opina? --No la comparto. Brasil no va a cambiar su política cambiaria. Por lo tanto no vemos ningún problema en la región. --¿Considera que se puede llegar al objetivo de dejar a la desocupación en un dígito cuando termine Menem su mandato? --Si se aprueba la reforma tributaria como la tenemos planeada y podemos rebajar los impuestos a la mano de obra, me animaría a jugarme a que vamos a un dígito en octubre del '99. Con seguridad. Pero tenemos que sacar la reforma tributaria.
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