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UN FALLO AUTORIZA A CONTINUAR
CON EL GASODUCTO
La Sala V de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, presidida por el juez Carlos Manuel Grecco, con Jorge Argento y Néstor Horacio Buján como vocales, sostuvo ayer el fallo del juez federal salteño Abel Cornejo, quien en mayo había ordenado que "Greenpeace y la Comunidad Indígena Kolla se abstengan a realizar y/o ejecutar cualquier acto o vía de hecho que impida o paralice la normal y continua ejecución de las obras de construcción del gasoducto Nor Andino". Los camaristas, además, cuestionaron la decisión de la jueza Susana Córdoba, quien había ordenado paralizar el trazado hasta tanto no se determinara la legalidad de la resolución del Enargas que habilitaba la obra. "(La jueza) no debió soslayar la existencia de otro juicio (ante Cornejo) y la medida allí decretada". En pocas palabras, los kollas y los ecologistas no deben realizar manifestaciones, pero tampoco presentaciones judiciales. Apenas conocido el fallo, Greenpeace anunció que interpondrá un recurso extraordinario ante la Corte Suprema. "No nos podemos explicar cómo es posible que la Cámara habilite el tratamiento de la causa que tiene más de mil fojas y resuelva en el mismo día", informó el abogado de los ecologistas, Luis Murga. "La principal accionista de Nor Andino es la empresa belga Tractebel, que en su país no podría hacer lo que está haciendo acá porque las leyes de allí no se lo permitirían", afirmó Emiliano Ezcurra, coordinador de la Campaña de Biodiversidad de los verdes. El fallo fue emitido ayer pero, un día antes, la abogada Nimia Ana Apaza, del Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy, denunció que el pueblo de Cianzo, en el distrito Palca de Aparzo, Humahuaca, fue totalmente destruido por el paso del gasoducto. Los kollas llevaron un escribano, filmaron la destrucción del pueblo, y con la colaboración de un geólogo, están trabajando en un informe sobre los efectos más recientes del impacto ambiental y, pese a todo, están dispuestos a una nueva presentación judicial.
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En la
comunidad kolla de la selva de yungas, que está siendo partida al medio por el trazado
del gasoducto Nor Andino, soplan vientos de guerra. Un fallo de la Cámara en lo
Contencioso Administrativo revocó ayer la medida cautelar dictada por la jueza Susana
Córdoba, que ordenaba interrumpir la obra, y dispuso la continuación del trazado que
atraviesa el corredor biológico de la selva de yungas, en Salta y Jujuy, con serio riesgo
para las poblaciones, el sistema ecológico y una de las últimas reservas de yaguaretés.
El fallo de la Sala V del tribunal, además, subrayó lo dispuesto por el juez de Salta,
Abel Cornejo, que había prohibido a la comunidad kolla Tinkunaku y a Greenpeace realizar
cualquier acto que interrumpiera las obras. Un día antes del fallo de la Cámara, los
kollas informaron que la comunidad de Cianzo, en Humahuaca, ha sido destruida por los
trabajos y ya comenzaron a movilizarse. Greenpeace cuestiona a los camaristas y afirma que
se avecina un enfrentamiento serio: "Es una vergüenza que esta empresa belga en su
país no pueda hacer lo que está haciendo acá apoyada por la Justicia", denuncian
sus voceros.