Una dosis contra la recesión
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Por Alan Travis Desde Londres
La escala de la industria de las drogas ilegales en Gran Bretaña es tan vasta que tiene un valor de 9900 millones de libras (16.100 millones de dólares) por año, según los primeros estimados oficiales del total valor del comercio. Por cierto, la producción de la industria británica del crimen es una parte tan significativa de la economía que el primer ministro Tony Blair y el Banco de Inglaterra pueden esperar que una vigorosa industria ilegal de drogas y prostitución compense parte de los peores efectos de recesión que se acerca. Estos son algunos de los informes de un estudio publicado por la Oficina de Estadísticas Nacionales (OEN). Es imposible decir qué valor tiene el mercado del delito en Gran Bretaña y la OEN dice que sus cifras son sólo ilustraciones y ni siquiera son estimados definitivos. Sin embargo, el estudio dice que la escala de la actividad ilegal en Gran Bretaña puede responder a tanto como el 2,5 por ciento de todos los gastos hechos por los consumidores por año. Los especialistas en estadísticas del gobierno añaden que mientras el comercio ilegal de drogas no es lo suficientemente grande por sí mismo como para afectar todos los niveles del crecimiento económico; existe evidencia que tiene un efecto moderador en el ciclo económico boom-bust a medida que más gente se vuelca a las formas ilícitas de ganancias, como el tráfico de drogas, durante una recesión. El estudio no tomó en cuenta la economía negra --actividades legales que están ocultas de la visión oficial, en gran parte para evitar impuestos-- sino que se concentró en el mundo del crimen. Los investigadores dicen que si las actividades ilegales no se incluyen en los informes nacionales, éstos dan una imagen distorsionada de la economía británica. El estimado ilustrativo aproximado sitúa el gasto total de los consumidores de droga ilegal en Gran Bretaña entre 4300 y 9900 millones de libras (7000 millones y 16.100 millones de dólares). La diferencia depende de una gama de suposiciones sobre si el volumen anual de droga confiscada representa tan poco como el 5 por ciento o tanto como el 20 por ciento del total del comercio ilegal de droga. En términos estrictamente económicos, el comercio de drogas ilegales es considerado mayormente como un negocio de importación con un pequeño nivel de producción doméstica y una exportación insignificante. Por ejemplo, la gran franja del comercio doméstico está formado por el cultivo de plantas de marihuana. La policía confiscó 115.647 de esas plantes en 1996 y el estudio supone que producir cannabis cuesta 170 libras por kilo y tiene un "valor de calle" de 34.560 libras por kilo. El estudio de la OEN hace un estimado mínimo que si las 115.000 plantas confiscadas representan el 2 por ciento de la producción total, entonces se cultivan 567.000 kilos de cannabis en Gran Bretaña por año a un costo de 100 millones de libras y un "valor de calle" de 1960 millones de libras. Estas cifras sugieren que los británicos pueden estar gastando tanto en drogas ilegales como lo hacen anualmente en vinos (libras 6,4 mil millones); licores (5800 millones de libras) o hasta en negocios de hágalo-usted-mismo (7300 millones de libras). Al tratar de ilustrar la escala de la industria del delito, los investigadores británicos buscaron evidencia en fuentes oficiales y académicos sobre prostitución, juego ilícito, el tráfico de mercancías robadas, así como el tráfico ilegal de droga. La OEN estima que unas 1200 millones de libras anuales se pueden gastar en prostitución. Esto está basado en los resultados de un estudio académico sobre la prostitución en Londres que descubrió que el negocio valía 194 millones al año en la capital y lo proyectaba al nivel del Reino Unido. El estudio académico descubrió que 93 millones de libras al año se gastaban en salones de masajes y saunas en la capital; 37 millones en agencias de acompañantes; 15 millones de libras en acompañantes de bares y clubes y 9,5 millones en la prostitución callejera. El estimado de 700 millones de libras anuales en el comercio de mercancía robada está basado en datos del British Crime Survey y la suposición de que los ladrones venden los bienes robados a un revendedor a un tercio de su valor mayorista y el revendedor lo vende a un 50 por ciento del precio en el negocio. Se cree que los ladrones reúnen entre 900 millones de libras y 1,68 mil millones de libras con la venta de mercancía robada. Traducción: Celita Doyhambéhère. |