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Por David Cufré El jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, asumió la realización del plan de autopistas como un desafío. En el encuentro que mantuvo ayer con la misión del Fondo Monetario volvió a insistir en ese proyecto, que le abrió las puertas a un duro enfrentamiento con Roque Fernández. Teresa Ter Minassian, jefa de la delegación del organismo internacional, manifestó su desagrado con la iniciativa. Pero la aprovechó para enfatizar con sus propia obsesión: cubrir el bache de la recaudación con el aumento de 10 centavos en el impuesto a los combustibles, previsto para financiar las obras. El Fondo no quiere las autopistas y sí subir la carga impositiva sobre las naftas. En la cumbre de los banqueros de ABRA que se desarrolló hace un mes, Carlos Menem anunció la suspensión del Plan Laura y del proyecto para financiar el aumento de los salarios docentes, además de un recorte del gasto público de 1000 millones de pesos. Si Rodríguez ahora volvió a la carga con la iniciativa vial es porque cuenta con un aval --por el momento implícito-- del primer mandatario. Menem, además, reflotó la creación del Fondo de Incentivo Salarial Docente, a ser financiado con un gravamen a los automóviles, motos de alta cilindrada, barcos y aviones. Roque Fernández sufre la nueva embestida del ala política del Gobierno. Para defenderse, se amparó en el discurso que pronunció Menem durante la Cumbre del Mercosur, cuando mencionó entre las medidas dispuestas por el Poder Ejecutivo para enfrentar la crisis financiera la suspensión del Plan Laura. "Hemos erradicado definitivamente la idea de comprometer ingresos fiscales futuros por 13.000 millones de dólares", subrayó el ministro en diálogo con Página/12. Pero Roque recibió ayer ayuda por parte del FMI. Aunque el organismo rechaza de plano el proyecto, aprovechó la discusión con Rodríguez para pedir nuevamente un incremento del gravamen a los combustibles. La sugerencia es planteada cada vez que los técnicos del Fondo vienen al país, quienes en esta oportunidad también la justifican en la magra performance que evidenció la recaudación. El titular del Palacio de Hacienda comparte el reclamo, pero deja que la pelea la den los visitantes. No obstante, Rodríguez les dijo a Tomás Raichman y Ter Minassian que la suba de 10 centavos en el impuesto a las naftas y al gasoil se aplicará recién cuando las obras están finalizadas. "En el marco de la crisis asiática, el Presidente pidió que se demorara el proyecto. Pero mientras tanto, trabajamos en mejorarlo", indicó el jefe de ministros. En ese sentido, reveló que se estudia una alternativa al Plan Laura para que la construcción de algunas autopistas sea financiada mediante el sistema de peajes. En ese caso, no sólo se elevará el impuesto a los combustibles, sino que además los usuarios deberán pagar peaje cuando transiten por alguno de esos caminos. En otro orden, Rodríguez también defendió ante la misión del Fondo la reforma laboral, y dijo que el Ejecutivo no impulsará cambios al proyecto. "Cualquier modificación deberá surgir del Parlamento", señaló. En cambio, se comprometió ante los técnicos del FMI a que en 1999 el déficit fiscal no superará los 2650 millones de pesos, frente al máximo de 3500 establecido para este año. Respecto de la reforma tributaria, el jefe de Gabinete sostuvo ayer, durante su participación en una muestra de las empresas de televisión por cable, que se insistirá con la generalización del IVA. Sin embargo, admitió que ese sector se vería favorecido con una rebaja de 4 puntos en el aporte que hacen al Comfer.
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