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Por Raúl Kollmann  Un supuesto arrepentido colombiano, integrante del Cartel de
Medellín, se presentó en Telefé y grabó un extenso video donde reconoce que participó
en el ataque contra el helicóptero de Carlos Menem Junior. El individuo sostiene que al
hijo del Presidente lo mató un grupo de mercenarios colombianos del Cartel, que ordenó
una venganza contra Menem porque éste combatía a esa organización de narcotráfico.
Pero además, en esta última parte del relato queda mal parado Eduardo Duhalde, el
archirrival de la Casa Rosada, con lo cual la confesión aparece, por lo menos, como
demasiado oportuna para el momento político. En fuentes policiales manejaban anoche dos
versiones. Una, que los dichos del colombiano no se habían podido verificar y que el
individuo desapareció. La otra es que está con custodia policial y declarará ante el
juez Carlos Villafuerte Ruzo. Telefé no anunció cuándo pondrá al aire los dichos del
colombiano.
El hombre del Cartel se habría presentado en forma espontánea en Telefé después de llegar a la Argentina proveniente de Colombia. Se declaró arrepentido y contó una larguísima historia que encajaría con elementos --algunos no probados-- que existen en la causa. Por ejemplo, el colombiano dijo que el helicóptero salió de Don Torcuato e hizo un aterrizaje en el kilómetro 191 de la ruta, en el parador Bahamas, donde se bajó una persona. Hasta ese momento --siempre según el relato del arrepentido--, en el aparato viajaban cuatro personas, una se bajó y supuestamente siguieron vuelo tres. Esto vuelve a la teoría, nunca comprobada, del tercer pasajero. El colombiano cuenta que dispararon a la máquina desde posiciones cercanas a la ruta, tal como viene afirmando Zulema Yoma, en base a un trabajo que fue dirigido por su abogado, Franco Caviglia, donde se indica que el aparato fue derribado por francotiradores, con armas largas, apostados a unos 100 metros del paraje donde cayó la máquina. El peritaje realizado por la Gendarmería avala esta hipótesis por cuanto señala que en los escasos restos que se conservaron del helicóptero se observa el impacto de un proyectil pero el juez Villafuerte Ruzo en ningún momento aceptó esta teoría. Otro de los elementos que encajaría en el relato es una referencia a las relaciones de los atacantes con un sector de la custodia presidencial, también denunciada en su momento por la ex primera dama. Ese grupo, llamado Avanzada Presidencial, planificaba los viajes y las custodias del primer mandatario y su familia. Tras de la muerte de Junior y antes de que Avanzada fuera disuelto, se mencionaba que tenían conocimiento de que el ataque había sido realizado por un grupo de colombianos. Luego ese grupo salió por Ezeiza o por el Sur, hacia Chile. En la causa judicial también está el testimonio de Miguel Garro, quien dijo haber escuchado en el lugar de la caída del helicóptero a un hombre de acento centroamericano. En suma, el colombiano o bien conoce la causa judicial y fue preparado como parte de una maniobra política o conoce datos verdaderos sobre la muerte del hijo del Presidente. Zulema siempre sostuvo que el helicóptero fue abatido y que había una cuestión de narcotráfico de por medio. Según la ex primera dama, no es que se quisieron vengar del mandatario por su lucha contra los traficantes --lo que ahora dice el colombiano-- sino lo contrario: que el entorno del Presidente estaba vinculado con operaciones de lavado de dinero sucio o tráfico de estupefacientes y a Carlitos lo mataron por una especie de interna entre narcotraficantes. Es más, la señora Yoma sostiene que también los atentados contra la AMIA y la embajada de Israel fueron producto de una guerra entre los carteles y los allegados al presidente Carlos Menem. En la versión del colombiano, no sólo la Casa Rosada aparece inmaculada sino que el Gobierno sería protagonista de una especie de cruzada antidrogas que produjo la ira del Cartel de Medellín. En forma lateral, el relato del supuesto arrepentido tiene una especie de patada contra Eduardo Duhalde, ya que sugiere que el Cartel no tiene enemistad con el gobernador. Todo esto huele --según los que vieron el video-- a maniobra política. Hasta anoche, Telefé no había decidido la emisión de la confesión del colombiano. Algunas fuentes sostienen que no se pudieron comprobar buena parte de los dichos del narco y que éste desapareció súbitamente. Otras fuentes señalan que el colombiano está custodiado por la policía y va a declarar ante el juez Villafuerte Ruzo quien ya conoce todos los detalles. También el presidente Menem está al tanto de la aparición del supuesto arrepentido y mantiene diálogo con las autoridades de Telefé.
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