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INVESTIGAN COMPRAS DE FUERZA
AEREA CHILENA Por Manuel Delano desde Santiago, Chile La acusación de un diputado de la mayoría en el Gobierno, que pidió investigar irregularidades en la adquisición de equipos de comunicación por parte de la Fuerza Aérea, ha desatado una crisis política en Chile, causado malestar entre los militares y suscitado una dura reacción del propio Ejecutivo, que le acusó de violar el "secreto militar", transgrediendo la seguridad nacional. El jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Juan Carlos Nielsen, pidió ayer a la justicia militar que investigue si el diputado puso en peligro la seguridad nacional. El ministro de Defensa, Raúl Troncoso, pidió a la Contraloría General, el órgano que fiscaliza las actividades del Estado, investigar con rapidez la denuncia de Nelson Avila, parlamentario del Partido por la Democracia (PPD), integrado en la coalición de Gobierno. Avila, un diputado que se ha especializado en denunciar actos de corrupción, inició hace un par de meses sus acusaciones contra el jefe de la Fuerza Aérea, general Fernando Rojas, por importación de bienes de lujo camuflados como pertrechos militares. Y anteayer, Avila presentó a la Contraloría General una petición de investigar irregularidades en la importación de equipos de radiocomunicación en las postrimerías de la dictadura de Augusto Pinochet. La situación ha creado máxima tensión en el ambiente político. La bancada de diputados del PPD salió en respaldo al derecho de su colega Avila a fiscalizar al Ejército, y éste reiteró que con su denuncia no afectó de ningún modo a la seguridad de la nación. Los generales del alto mando de la Fuerza Aérea se reunieron en pleno, mientras una guardia armada custodiaba el exterior del edificio, lo que fue interpretado como una señal de malestar institucional. Según la denuncia de Avila, el general Rojas intervino directamente en la adquisición en marzo de 1990 de un sistema de comunicaciones para las Fuerzas Armadas, llamado Proyecto Atlas, por un total de 6,9 millones de dólares. El sistema de comunicaciones, según informó ayer la prensa chilena, estaba destinado a controlar las fronteras y alertar movimientos en el espacio aéreo chileno. Un comunicado del Ministerio de Defensa afirmó que esta denuncia de Avila "hace referencia a materias cubiertas por el secreto militar y que su sola divulgación, total o parcial, puede comprometer la seguridad nacional". La Fuerza Aérea, entretanto, investiga quién es la fuente del parlamentario. El diputado, en una entrevista concedida al vespertino `La Hora', consideró ayer como una "sobrerreacción peligrosa" la que ha mostrado tanto el Gobierno como la Fuerza Aérea ante su denuncia. Opinó que "el estruendo" ocurre porque el área de la defensa ha estado 25 años sin fiscalizar.
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