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EL PREMIER BRITANICO
REESTRUCTURO SU GABINETE Para reforzar su control, el premier británico Tony Blair despidió a cuatro ministros allegados y reestructuró su gabinete dándoles los mejores lugares a sus mejores amigos. De esta manera, intenta lograr enfrentar una situación económica que no es tan favorable como esperaba a poco más de un año del acceso del nuevo laborismo al poder. La designación amistosa más discutida por la prensa fue la del controvertido Peter Mendelson, "fiel entre los fieles" y verdadera eminencia gris de Blair, como ministro de Industria y Comercio. Con los cambios anunciados el lunes, Tony Blair le dio un toque enteramente personal al gabinete. El anterior había sido decidido en el seno del Partido Laborista, por votación, antes de su llegada al poder. Peter Mendelson era el blairista más incondicional. Hasta ahora era ministro sin cartera, pero ayer fue premiado con la de Comercio e Industria, a pesar de la oposición del menos blairista, más conservador, ministro de Economía, Gordon Brown. La prensa llama a Mendelson "Maquiavelo"; sus compañeros laboristas, "Príncipe de las Tinieblas", por su gusto por las reuniones a puerta cerrada. Ha estado siempre por detrás de las campañas mediáticas que consiguieron, y consiguen aún, conservar alta la popularidad de Blair. Dentro y fuera del partido se caracteriza a Mendelson como un hábil político desprovisto de toda ideología, pero muy interesado en el poder por el poder mismo. Blair creó igualmente un nuevo cargo de superministro encargado de controlar al equipo gubernamental, que estará en manos de Jack Cunningham, antes ministro de la más restricta área de Agricultura. Este nombramiento podría permitir a los laboristas mostrar un frente más unido, después de un año de disensiones entre el ala izquierda del partido y el gobierno. Cunningham forma parte de la antigua guardia del "viejo laborismo", pero nunca desairó a Blair desde mayo de 1997, cuando fue hecho premier. El nombramiento del "superministro" supondría premiar a Cunningham por su difícil negociación con los socios de la Unión Europea (UE) para que se levante el embargo comunitario sobre las exportaciones británicas de carne, impuesto en 1996 después de la catástrofe de la "vaca loca". Los británicos tienen su fe puesta en que el levantamiento del embargo llegue para fin de año. El nombramiento de Cunningham permitirá recentrar la política social del gobierno de Blair, muy criticada en el campo social por sus tímidas reformas de la herencia conservadora. A principios de este mes, el gobierno ya había decidido atender los urgentes reclamos de los sectores de Educación y Salud, muy maltrechos. En esta misma línea, la ministra de Seguridad Social, Harriett Harman, ampliamente condenada por haber reducido las ayudas a las madres solteras, fue apartada del nuevo equipo, mientras que su secretario Frank Field dimitió. Pero no parece ni remotamente posible que las reformas que introdujeron sean revocadas. La "sensibilización social" del gabinete parece necesaria en un momento en que los economistas avizoran recesión y desempleo.
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