"Durante mucho tiempo hemos cerrado los ojos porque había demasiados intereses en juego. Hoy, la comunidad internacional empieza a tomar conciencia de que la corrupción no sólo es inmoral, sino que es uno de los principales obstáculos al desarrollo. Y un factor de inestabilidad, como demuestra la crisis asiática. Los corruptores, que suelen proceder de países ricos y democráticos, son tan culpables como aquéllos a los que corrompen." (De Le Nouvel Observateur, de Francia.)
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