La selección argentina de básquet se clasificó para la segunda fase del Mundial Grecia '98 al derrotar 68-51 a Nigeria, en un encuentro en el que cumplió el primer objetivo propuesto antes del torneo, pero en el que no mostró una actuación tan convincente como en el debut ante Australia. Esta tarde tendrá la posibilidad de adjudicarse su grupo y arrastrar un punto más para la próxima ronda, cuando a partir de las 16 se mida ante España (televisa TyC Sports), que ayer venció 77-76 a Australia.

Desde el salto inicial se notó que el equipo argentino era muy superior y que las ventajas en el tanteador se iban a dar por decantación. Tal vez consciente de esa diferencia, salió muy relajado, pero Nigeria le complicó los primeros minutos con su voluntad y su espíritu de lucha. Si bien el conjunto de Julio Lamas encontraba facilidades para anotar cerca del canasto a través de Nicola y Ossela, no mostraba la misma postura en defensa. Los rebotes en su tablero, que habían sido claves en el triunfo ante los australianos, no se podían asegurar, por lo que los nigerianos disfrutaban de segundas y terceras opciones en cada ataque.

Los dos tiempos muertos pedidos por Lamas antes de los diez minutos, sumados a los ingresos de Wolkowyski y Montecchia y al cambio de actitud de Nicola luego de un breve descanso, le cambiaron la cara a la defensa argentina. Sin embargo, las variantes le quitaron claridad ofensiva. Nuevamente fueron muy bajos los porcentajes en tiros de tres puntos, en principio uno de los mejores argumentos del equipo. Por ese motivo Argentina no logró distanciarse en el marcador, pero dejó en evidencia las limitaciones de los africanos. Como saldo positivo quedan las soluciones que Argentina encontró entre sus suplentes, que compensaron las malas actuaciones de sus dos principales figuras, Oberto y Espil.

En el arranque del segundo tiempo, Argentina definió el partido. Una ráfaga de siete puntos de Juan Espil (los únicos en el partido) le dieron la tranquilidad necesaria para el resto del juego. Además, en ese pasaje mostró la misma disposición defensiva que en el debut, por lo que sólo permitió dos puntos al rival en casi diez minutos. Los nigerianos abusaron del tiro externo con pésima efectividad y ya no contaban con segundas oportunidades.

Con el correr del partido, Lamas les dio minutos en cancha a todos sus jugadores y reservó a los titulares para el encuentro ante España. A pesar de que ambos ya avanzaron a la siguiente ronda, el juego es muy importante porque los puntos logrados en esta fase se arrastran para la próxima, salvo los conseguidos ante la selección que quede eliminada. Con una eventual victoria ante los españoles, Argentina arrancaría con dos triunfos en el grupo de seis que conformarán los clasificados de su zona y los tres de la zona C. Como los cuatro primeros protagonizarán los cuartos de final, es muy probable que un equipo con 2 ganados y 3 perdidos se clasifique (la única posibilidad en contra es caer en un desempate desfavorable). De esa forma, venciendo hoy, Argentina estaría a un paso de cumplir la meta propuesta antes del torneo, que es la de ubicarse entre los ocho mejores del mundo.

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