64 MIL SANTAFESINOS ESTAN AFILIADOS AL MISMO TIEMPO AL PJ Y A LA UCR.
La aparición de dobles afiliaciones —prohibidas por la justicia electoral— no sólo se da en el PJ y la UCR. También hay 8000 fichas repetidas entre radicales y el Partido Autonomista correntino. Lo que se viene es una campaña con la depuración de los padrones de afiliados.
Por Juan Carlos Tizziani
¿Se puede ser peronista y radical al mismo tiempo? En Santa Fe nada es imposible. Y lo prueban las 64.000 personas que figuran afiliadas al PJ y a la UCR, en toda la provincia. Una cifra que envidiaría cualquier partido y hasta alguna ciudad como Rafaela o Venado Tuerto en su deseo de sumar habitantes y ganar importancia. Pero que en realidad resulta una rémora de las viejas guerras por las fichas, de los tiempos en que Rubén "Buscapié" Cardozo inflaba los padrones del PJ con casi 100.000 nombres y la UCR distribuía el PAN. El dato sobre semejante doble afiliación saltó el jueves en el plenario del consejo ejecutivo del PJ, cuando algunos salieron asombrados y dispuestos a desparramarlo. "Hay 64.000 afiliados que aparecen en los padrones del peronismo y del radicalismo...", dijo Angel "Yayo" Baltuzzi, uno de los consejeros, mientras imaginaba futuras repercusiones: "piensen en un título a seis columnas con esta noticia...". El licenciado presidente de la EPE prefirió hablar de este tema antes que de sus problemas con la justicia, sin saber que la tipografía y el despliegue periodístico que sugirió sólo se utilizan para los escandaletes políticos. Más cauto, uno de los apoderados del PJ optó por las evasivas, pero no desmintió la historia de peronistas--radicales. "¿Es cierto que el justicialismo tienen 64.000 afiliados que también figuran en el padrón de la UCR?", preguntó Rosario/12. "Hay una cifra así", respondió Luis "Piojo" Pfeiffer.
Las dobles afiliaciones comenzaron a salir a la luz en el partido del gobierno cuando alguien cruzó padrones con una computadora. Primero fue con la UCR y aparecieron 64.000 nombres repetidos; después, le tocó el turno al Partido Autonomista (fogoneado en Santa Fe por un ex puntero del PDP) y saltaron 8.000 afiliados compartidos. Dos cruces y 72.000 afiliados bajo sospecha. ¿Cuántos serán los peronistas--demoprogresistas o los afiliados al PJ y al Frepaso al mismo tiempo? Nadie lo sabe. Pero, la cúpula del justicialismo ya tiene una idea del problema: en el padrón partidario figuran 560.000 personas, pero la Justicia Electoral sólo reconoce 271.000. La diferencia surge con una simple resta: las sombras de las dudas caen sobre 289.000 afiliados. Dicho de otro modo: son más los de afuera que los de adentro.
A favor del PJ habrá que contar las 30.000 fichas que dicen haber presentado ante el secretario electoral, Guillermo Bravo y aún no fueron reconocidas. De cualquier manera, esas listas de 301.000 afiliados está muy lejos del padrón de los 560.000. Otro cálculo sencillo: 259.000 personas que figuran en el registro del PJ no aparecen en la Justicia Electoral que ya extirpó del peronismo los 64.000 afiliados repetidos con la UCR y los 8.000 anotados por el Partido Autonomista. "Porque para la ley no puede haber doble afiliaciones. La última ficha es la que queda vigente", explicó Pfeiffer.
Código Electoral en mano, Pfeiffer leyó en voz alta la norma que ha desinflado el padrón del PJ de 560.000 a 271.000 o a 301.000 según se sumen --o no-- las 30.000 fichas nuevas. "La afiliación a un partido implicará la renuncia automática a toda afiliación anterior y su extinción. Ese es el texto de la ley", afirmó. El tema no es menor y explica lo que sucedió en Parque Norte, cuando los operadores de la frustrada re--reelección de Carlos Menem sólo dejaban entrar a 57 congresales nacionales por la provincia, mientras los santafesinos insistieron que tenían una bancada de 116 delegados. La cantidad de afiliados importa para medir la representación. No son sólo fichas, sino porciones de poder en órganos multitudinarios que inclinan decisiones, hacia uno u otro lado, según el peso político. Por eso los menemistas esgrimieron los números de la Justicia Federal para cerrar las puertas a la mitad de los santafesinos. Por eso, el PJ de Santa Fe avaló a los 116 congresales elegidos con ese padrón de medio millón de afiliados. En el tira y afloje, no quedan dudas sobre quién pretendía beneficiarse con el proceso de depuración de afiliados en Santa Fe y la provincia de Buenos Aires.
Pero más allá de esto, el PJ acepta que se viene la purga. "Lo que ocurre es que nosotros consideramos que esta tarea debe hacerse en forma conjunta entre el partido y la Justicia Electoral", apuntó Pfeiffer. "Hace un año que estamos acordando la depuración de los padrones y ahora queremos que los ciudadanos ratifiquen su voluntad de estar afiliados a determinado partido, con alguna documentación que lo pruebe, como puede ser la certificación de las firmas", explicó.
--¿Eso sería una reafiliación?
--No, una reafiliación sería borrar lo que está y hacer todo nuevo. Lo que pretendemos es que las personas ratifiquen su voluntad de estar afiliadas al partido, porque eso es lo que está en duda, la voluntad--, dijo Pfeiffer, para reclamar un requisito clave que evitaría maniobras políticas y fichas truchas: "que las firmas de los afiliados estén certificadas".
"Nosotros ya hemos tenido algunas experiencias curiosas en ese sentido. Hay peronistas que ni siquiera sabían que los habían afiliado a otros partidos. La ficha nueva ingresa a la Justicia Electoral y ésta produce la baja del padrón del PJ porque la ley dice que se extingue la afiliación anterior. Pero resulta que después esas personas ni siquiera sabían que estaban en otro partido", apuntó.
Pfeiffer sostuvo que la "tarea que se viene será engorrosa porque se trata de miles de personas en toda la provincia. Pero ya estamos adelantados en tratar de hacer una depuración y un reconocimiento de las afiliaciones de común acuerdo con la Justicia Electoral. El PJ quiere que se respete la no injerencia en la vida interna de los partidos y la normas que establece la ley para la condición de afiliado. Estos dos elementos deben respetarse para evitar que la Justicia tenga un padrón y el PJ otro", enfatizó.
Se viene la purga. Así dicho parece simple, pero al PJ le espera un proceso "engorroso", según la definición de sus propios dirigentes. 1) Deberán cruzar el padrón de los 560.000 afiliados con el de 271.000 reconocidos por la Justicia Electoral. 2) Con esos 289.000 nombres que quedan, tendrán que hacer una nueva operación informática para dar de baja a los fallecidos y a quienes se mudaron a otras provincias. 3) Detectadas las dobles afiliaciones, entre ellas las 64.000 con la UCR, tendrán que recorrer casa por casa para que esas personas expresen ante la Justicia Electoral su deseo de estar afiliados al PJ o a otro partido. 4) Semejante chequeo abarcará toda la provincia, localidad por localidad.
Una vez que todo eso suceda --nadie sabe cuándo--, el justicialismo estará en condiciones de acercar su número de afiliados a los que maneja el secretario electoral, Guillermo Bravo. Pero ya se acepta que ninguno de los dos padrones reflejan la realidad. "Debemos tener entre los 380.000 y 400.000 afiliados, porque en los últimos tiempos se estuvo borrando mucha gente...", dijo un conocedor de la picaresca partidaria. Una cifra que será creíble cuándo se sepa por qué ahora el peronismo tiene anotados 289.000 afiliados más de lo que dice la Justicia.
La transfusión de 8.000 afiliados del PJ al Partido Autonomista, que la Justicia Electoral reconoció a éste último arrastró a un viejo dirigente peronista, Gerardo Cabrera. El ex diputado no cambió de camiseta pero se la arrancaron de prepo cuando una ficha con su nombre se intercaló en el paquete que responde al senador Romero Feris. La Justicia no verificó si la firma era trucha, ni constató por qué figuraba sólo el año de nacimiento del gremialista, pero no el día ni el mes. Sólo se limitó a aplicar el Código Electoral que presume válida la última afiliación y da de baja la primera. Cabrera se enteró que ya no estaba en el PJ cuando intentó auspiciar un sublema en las elecciones del año pasado. "Usted no puede porque no está afiliado", le dijeron. Tuvo que apelar directamente al secretario electoral, Guillermo Bravo, para demostrar que siempre fue peronista. El caso es esgrimido hoy por los apoderados del justicialismo para poner en tela de juicio las otras 7.999 doble afiliaciones entre el PJ y los autonomistas. Porque dicen que "para muestra sólo hace falta un botón". O mejor, una ficha.