LA ALIANZA YA TIENE PLANEADO COMO COMBATIRA LA CORRUPCION SI GOBIERNA

UN FBI QUE INVESTIGA AL "MODELO"

  Mientras era un proyecto, el Frepaso usaba los apodos de "FBI" o "Conadep de la corrupción". Ayer, al oficializar su existencia, lo bautizaron Centro de Investigaciones Especiales (CIE). Su alcance no es tan corto como se podía suponer. El CIE, que dirige el legislador porteño Raúl Zaffaroni, no se propone únicamente investigar una decena de casos paradigmáticos como el tráfico de armas, las actividades del Grupo Yoma o la estafa del oro, en los que podría caberle alguna responsabilidad al presidente Carlos Menem, sino, fundamentalmente, "establecer las bases de un nuevo modelo de Estado, adecuado al esquema de la economía nacional", con una capacidad suficiente para enfrentar y detener la "corrupción macroeconómica", según pudo saber Página/12. En una reunión secreta que tuvo lugar en la casa de Raúl Alfonsín el miércoles de la semana pasada, el ex presidente decidió dar su apoyo a la iniciativa de sus socios en la Alianza y designó al penalista Jaime Malamud Goti para que lo represente en el Centro. El primer análisis del CIE señala que el Gobierno realizó una apertura económica absoluta, al tiempo que debilitaba los principales mecanismos estatales de control: la Aduana, la DGI y el Banco Central. Para revertir el descontrol que abona el terreno a la corrupción, los opositores de hoy estudian, entre otras alternativas, eliminar varios organismos y crear uno nuevo, autárquico.

El órgano de control de la economía nacional en el que piensan los integrantes del CIE tendría una cúpula en la que participarían los cuerpos especializados del Ministerio Público y de la Procuración del Tesoro, al que podría sumarse un funcionario designado por el Congreso nacional. El ente no estaría en manos de una sola persona, sino de un triunvirato. Si la idea cobra fuerza y la Alianza gana las elecciones de 1999, podría significar la supresión de otras instituciones como la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.

En una conferencia de prensa que ofrecieron ayer, los máximos referentes frepasistas, Carlos "Chacho" Alvarez y Graciela Fernández Meijide, blanquearon la existencia de la comisión, que venía recopilando y analizando información desde hace 76 días. Los líderes se presentaron ante la prensa en compañía de Zaffaroni y de las diputadas nacionales Nilda Garré y Diana Conti, quienes coordinan el trabajo de unas quince personas. Dijeron que "no se investigará a nadie en particular", pero indicaron que "si del trabajo surgen responsabilidades concretas, se pondrán las pruebas a disposición de la Justicia". Y señalaron que "pronto se sumará algún radical" y agregaron que "se buscarán las condiciones para destruir la corrupción macroeconómica". Los dirigentes informaron que el CIE recibirá denuncias de particulares a través en el apartado especial 005 de la sucursal número 48 del Correo Argentino, en Marcelo T. de Alvear 1650, código (1448).

Los casos en torno de los cuales giran las investigaciones del Centro son los conocidos como Grupo Yoma, Tráfico de Armas, Grupo Yabrán, Estafa del oro, PAMI, DGI, ATC, DNI, Aduana paralela e IBM-Banco Nación. La información original fue aportada por los diputados que siguieron cada una de las causas en la labor parlamentaria.

Este diario dialogó con tres de las personas comprometidas directamente con el CIE, y tuvo acceso a una serie de documentos de trabajo en los cuales se analiza el tema y se trazan las líneas fundamentales del pensamiento frepasista. Uno de los papers, que lleva por título "Avance sobre la corrupción macroeconómica", contiene los razonamientos principales con los que Zaffaroni, Garré y Conti consiguieron el respaldo del ex presidente Alfonsín cuando lo visitaron la semana pasada en su domicilio de la avenida Santa Fe.

El Frepaso advierte un dato común a todos los ilícitos investigados: el "formidable volumen de las maniobras, es decir, los altísimos montos implicados en ellas". Los delitos analizados podrían tipificarse como cohecho, malversación, falsedad, defraudación, incumplimiento de los deberes de funcionario, enriquecimiento ilícito y dádivas, y entre ellos hay un subgrupo "significativo por su implicancia macroeconómica".

"La corrupción macroeconómica lesiona muy seriamente a los productores nacionales, provoca desocupación porque reduce fuentes de trabajo, causa una seria incapacidad al Estado para resolver problemas sociales urgentes y, en definitiva, termina por socavar las bases de la propia economía", se lee en el documento.

Más adelante, los frepasistas se preguntan "¿Cómo es posible que se haya instalado un modelo suicida? ¿Cómo se explica que quienes armaron el modelo no se hayan percatado de que montaban una economía de mercado que llevaba en la corrupción el germen de su autodestrucción?". Luego señalan que "una economía de mercado no puede desarrollarse con los agujeros negros que hoy implican el descontrol aduanero y la deficiente recaudación fiscal, a lo que eventualmente debe agregarse el precario funcionamiento controlador del Banco Central". Y añaden que "no se modificó racionalmente el Estado para compatibilizarlo con el nuevo esquema económico, sino que se neutralizó al Estado existente, siendo que un Estado con instituciones débiles no puede sostener una economía de mercado".

"Si en algún momento llegamos a la conclusión de que incurrieron en delito, será una cuestión que deberán aclarar los tribunales", se apunta en el borrador.

En otro párrafo se afirma que hay criminalidad de mercado en los países más avanzados del mundo, mientras que corrupción macroeconómica hay en Rusia. "La lucha contra esta corrupción es un verdadero programa de gobierno o, más aún, es el programa político por excelencia, pues de lo que se trata es, nada menos, que de construir un nuevo modelo de Estado adecuado a la economía nacional. No existe otra tarea más esencialmente política", se puntualiza.

Raúl Zaffaroni es el máximo responsable del Centro de Investigaciones Especiales (CIE) del Frepaso. En una entrevista con Página/12, descubrió buena parte de la idea con la que se pretende combatir la corrupción.

--¿Se trata de meter preso a Carlos Menem o hay algo más?

--Hay mucho más. Hay que echar las bases de un estado que pueda controlar la economía nacional, para ponerle un freno a la corrupción macroeconómica, algo que no se consigue en un día.

--¿Cómo se hace?

--Estamos estudiando cómo se hace. Necesitamos equipos interdisciplinarios. Hasta que se organice un Estado que pueda realizarlo, el sistema penal puede ir paliando el grave problema, conteniendo el fenómeno, aunque no podemos pensar que el sistema penal va a solucionarlo todo.

--¿Usted habla del actual sistema penal?

--No, claro que no. El sistema penal clásico funciona de una manera selectiva. Está dedicado a agarrar idiotas, a detectar los casos más groseros, que a veces son los más intrascendentes. Acá se requiere hacer una modificación, para contar con un grupo de fiscales especializados en corrupción.

--¿Dónde se especializarían?

--Me refiero a un grupo de abogados del Estado especialmente formados en cuestiones económicas, a peritos en bancos, a licenciados en economía... Gente que esté capacitada para detectar que alguien se está autocomprando, que pueda seguir una pista que llega hasta Hong Kong y que luego salta hasta las Islas Caimán. Y también estoy hablando de una organización que no puede dejar de contar con investigadores de primera línea, porque un sistema penal no funciona sin policía.

--¿Una policía como el FBI?

--Una especie de FBI. No estaba mal cuando Página/12 hablaba del FBI, porque veamos que los servicios secretos de los Estados Unidos fueron creados por el presidente Abraham Lincoln, en 1865, y su objetivo era la persecución de los falsificadores de moneda, que ponían en peligro la economía del país. Acá es la corrupción la que pone en riesgo a la economía nacional.

--¿Y quién comanda a todos esos especialistas?

--Eso tiene que ver con el Poder Judicial. Pero hay una segunda parte en la que estamos trabajando. Habría que pensar en un organismo autárquico, pero por el momento no puedo adelantar mucho más, porque estamos estudiando el tema con muchas personas y, hasta el momento, todas son ideas.

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