LA PULSEADA POR EL BLOQUE
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Por Fernando Almirón "Si no estás en condiciones de imponer en el Congreso los criterios del Ejecutivo en materia tributaria, dejá la presidencia del bloque", le sugirió el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, al presidente de la bancada de diputados justicialistas, Humberto Roggero. El cordobés alejó con vehemencia el platito con las medialunas que no pudo comer y le respondió: "No tengo problemas en renunciar, pero lo voy a hacer ante los diputados de mi bloque, ante ninguna otra autoridad". Después se produjo un prolongado silencio donde cada parte midió las consecuencias de prolongar la discusión, y dieron por terminado el encuentro. Roggero fue luego confirmado en su puesto por los legisladores del bloque que se reunirán hoy por la mañana para analizar los pasos a seguir en torno de las polémicas reformas. La discusión se originó luego de que dos invitados imprevistos en el encuentro, los ministros de Economía, Roque Fernández, y de Trabajo, Erman González, presionaron a los legisladores para que el próximo miércoles 12 sean tratadas en el Congreso las leyes de Reforma Tributaria y Laboral que originaron el conflicto que selló la reunión. Roggero fue luego confirmado en su puesto por los legisladores del bloque que se reunirán hoy por la mañana para analizar los pasos a seguir en torno de las polémicas reformas. A ellos se sumará la mesa de conducción de la CGT con quienes elaborarán una declaración de apoyo al actual dictamen de reforma laboral, desechando las modificaciones que se incluyeron a último momento por recomendación del FMI. "La ofensiva del Ejecutivo sobre el Congreso puede terminar con un tiro por la culata", aseguran en la Cámara baja sin disimular el enojo por lo que ellos consideran un intento de manipulación por parte de los ministros. El habitual desayuno de trabajo que una vez por semana reúne a los integrantes de la mesa de conducción de los diputados justicialistas con el jefe de Gabinete terminó ayer a los gritos. Previamente, cuando la tensión que flotaba en torno de la mesa bien servida en la Casa de Gobierno aún no había estallado, los ministros de Economía, Roque Fernández, y de Trabajo, Erman González, intentaron presionar a los legisladores para que el próximo miércoles 12 traten en el recinto las leyes de Reforma Laboral y Tributaria. Ante las objeciones de Eduardo Caamaño y Oscar Lamberto, quienes comentaron las dificultades de encontrar consenso entre las propias filas para sancionar las normas, Rodríguez le pidió explicaciones a Roggero, a quien acusó de hacer "lobby" a favor de los medios periodísticos. "Ustedes son los culpables por la demora en aprobar las leyes porque son permeables a la presión de los medios periodísticos", increpó Rodríguez después de escuchar las explicaciones de los diputados. "Yo sé que ustedes acordaron con los medios para eliminar el capítulo que los incluye en el IVA", insistió el jefe de Gabinete mientras los diputados se cruzaban miradas entre sí. Fue Lamberto quien sin medias tintas dijo que esas afirmaciones eran una "mentira", y que en realidad era el Ejecutivo el que no terminaba por cerrar el tema. Roggero se sumó a la réplica del presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y dijo que el Ejecutivo no era coherente en el tema ya que había nombrado en la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca --en reemplazo de Felipe Solá-- a Gumersindo Alonso, un dirigente ruralista que pide para el campo lo mismo que los medios de prensa, es decir que no se les aplique el IVA. El enojo del jefe de los diputados justicialistas contenía un agregado extra. Alonso es su opositor en la interna del PJ en Río Cuarto, Córdoba, y está alineado con su enemigo político en esa provincia, el senador José Manuel de la Sota. Según los hombres cercanos a Roggero, el nombramiento de Alonso fue "una tocada de culo del menemismo en respuesta a su acercamiento a Eduardo Duhalde", y el legislador aprovechó para que al Ejecutivo le quedara claro de que había tomado cuenta de que estaban metiendo mano en su propia interna. Rodríguez continuó con la presión al reclamarle a Roggero "mayor disciplina de la bancada", para agregar después de que si no podía lograrlo debía renunciar a su cargo. A lo que el diputado contestó que si es lo que querían, él renunciaría, pero ante el bloque que conduce y no frente a ellos. Roggero se reunió después con los integrantes de la mesa de conducción del bloque, quienes le manifestaron su apoyo. Incluso Alberto Pierri, que tenía prevista una reunión a solas con Roque Fernández, decidió suspender su audiencia hasta nuevo aviso. "Creo que el Ejecutivo sabe que la Ley de Reforma Tributaria es inviable y quiere que nosotros corramos con el costo político del fracaso de la iniciativa", aseguran en el bloque del PJ. Sin embargo, creen que la reforma laboral podría llegar a ser aprobada tal como fue enviada al Parlamento por Erman González, sin las modificaciones propuestas posteriormente a sugerencia de la misión del Fondo Monetario Internacional. Según anunciaron a última hora de ayer, hoy los legisladores del PJ emitirán una declaración en conjunto con la CGT apoyando la sanción de la ley tal como entró al Congreso, sin modificaciones.
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