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Si bien no jugó un buen partido, la selección argentina de básquet se clasificó para los cuartos de final y cumplió su objetivo de ubicarse entre los ocho mejores equipos del mundo, al vencer 86-76 a Brasil y aprovechar la caída de Australia 96-78 ante Estados Unidos. En la próxima ronda, el conjunto de Julio Lamas se medirá el viernes con Yugoslavia que se adjudicó el otro grupo. Esta es la primera vez en la historia en que una selección argentina avanza hasta esta instancia en una competencia disputada fuera del país. A pesar del triunfo, el plantel argentino recién pudo festejar su logro dos horas después cuando la derrota australiana ya estaba consumada. Una situación similar a la que se había vivido en el premundial de Montevideo cuando el equipo de Lamas se benefició con la victoria de Puerto Rico ante Uruguay que le dio el pasaje a Grecia. Luego de un desarrollo muy parejo, Argentina volcó el trámite a su favor en los últimos cinco minutos debido a una notoria mejora en todos los aspectos del juego y a que los brasileños se cargaron de faltas personales. A partir de eso, sacó cómodas ventajas y justificó el resultado. Sin embargo, en los 35 minutos restantes, Argentina no repitió las actuaciones anteriores y cumplió una floja tarea ante un rival que está lejos de sus épocas gloriosas. El arranque del partido mostró a un conjunto argentino sin muchas ideas ofensivas y con escasa actitud en defensa. Sólo la fuerza y el goleo de Fabricio Oberto cerca del canasto y la calidad, aunque con enormes lagunas, de Marcelo Nicola mantuvieron en juego al conjunto de Lamas. Por el lado brasileño, con la vigencia de Pipoca y los tiros externos de Chui se las ingeniaron para complicar. Como Marcelo Milanesio no tuvo una buena noche y Alejandro Montecchia no fue una gran solución, Argentina falló en la conducción y perdió innumerables balones. Sin ese argumento, las ofensivas no fueron claras, salvo cuando la pelota le llegaba a Oberto o cuando aparecía Oberto. En el segundo tiempo el panorama no varió demasiado, aunque Juan Espil comenzó a tener un poco más de protagonismo y las penetraciones de Hugo Sconochini lo llevaron seguido a línea de libres. Como la efectividad del escolta del Kinder Bologna no fue buena, Argentina no sacó ventajas en el marcador, pero cargó de infracciones a los brasileños. Sobre el final ese aspecto fue clave ya que tres de sus titulares se retiraron por el límite de faltas. Con el triunfo se consiguió el objetivo, pero quedó un saldo preocupante con miras al encuentro ante Yugoslavia. Ante los balcánicos --el máximo candidato al oro-- será fundamental que Espil retorne a su nivel, que Oberto mantenga su protagonismo, que Nicola sea más constante y que todos tengan un porcentaje de tiros libres acorde a las exigencias de un Mundial.
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