Roque hace lo que dice el Jefe
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Por Cledis Candelaresi Carlos Menem dio su consentimiento para que Diputados apruebe la reforma tributaria sin extender el IVA a la televisión por cable, decisión ya anticipada a los legisladores por el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez. Esa decisión presidencial obligó a Roque Fernández a aceptar una nueva poda en su proyecto, adicional a la que ya sufrió con la eliminación del capítulo referido a Impuestos Internos. La convulsión política que vive el PJ en el Congreso impidió a sus diputados cerrar un acuerdo sobre este tema en la reunión de bloque que tuvo lugar anoche: aún no pueden garantizar que la propuesta no sea rechazada en el recinto. La incesante presión sobre los legisladores y la propia Casa Rosada que ejercieron los medios de comunicación y empresas de medicina prepaga (rubros afectados por la proyectada generalización del IVA) dividió tanto a la bancada oficialista como al gabinete nacional. Esas fracturas son nítidas. Más complicado es precisar a qué lobby es más sensible cada uno. Menem nunca defendió con ahínco la aplicación de ese gravamen a los medios (TV por cable, publicidad y revistas), mientras que Economía batalló todo lo que pudo por imponerla. Ayer, el secretario de Hacienda, Pablo Guidotti, sostenía que su ministerio mantenía esta intransigencia. Pero, al mismo tiempo, el propio vocero ministerial reconocía que Roque la había depuesto, a tono con lo que aseguraron ante este diario los diputados justicialistas Oscar Lamberto y Juan Carlos Pezoa. Aún con esa poda, la suerte de la reforma no está garantizada, y no sólo porque la oposición no quiera generalizar el IVA. Al menos hasta ayer, un puñado diputados del PJ se resistía a gravar al cable, mientras que otros consideraban "políticamente inviable" exceptuarlos. "¿Cómo explicamos que no gravamos a la TV por cable pero sí a las revistas o a las prepagas?", argumentaba ayer Pezoa. Los diputados aseguran que no pueden impulsar la reforma tributaria al recinto sin tener los votos para garantizar su aprobación. "Si (Humberto) Roggero pierde la votación en el recinto tendría que renunciar", especulaba anoche un asesor del jefe de bancada. Al mismo tiempo, algunos legisladores se quejan de que la discusión sobre el IVA haga peligrar todo el proyecto, que algunos de ellos defienden como "progresista", entre otras cosas, porque aumenta la alícuota del Impuesto a las Ganancias. Pero a los legisladores les interesa otra cosa. Les preocupa cargar con la responsabilidad política de que fracase la reforma, herramienta de la que dispone el Gobierno para rebajar los aportes patronales. Quienes lideran la discusión de los temas económicos en la Cámara, como Lamberto, Jorge Remes Lenicov o Esteban Dómina, aseguran que aún eliminando íntegramente el capítulo referido al IVA, es posible reducir los impuestos al trabajo en una magnitud menor a la prevista. La reunión de bloque pasó a cuarto intermedio hasta el martes, después de que los diputados acordaran llevar al recinto la reforma laboral, sin cambiar su texto. Mientras tanto, Alberto Pierri, Roggero y Lamberto seguirán negociando con Roque Fernández.
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