Vélez fue más práctico que Boca
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Por Ariel Greco ¿Cuánto hacía que un Boca derrotado en la Bombonera no se iba aplaudido por los plateístas y la popular? Este Boca, que sufrió su primera derrota desde que lo conduce Carlos Bianchi, mereció otra suerte. Pese a perder 1-0, fue más que Vélez a lo largo de los 90 minutos y el mayor argumento de los vencedores fue tener a José Luis Chilavert. Pese a que no hubo muchas llegadas, el primer tiempo fue entretenido. La iniciativa fue siempre de Boca, con Riquelme al comando. El equipo de Bianchi siempre controló el partido, buscando jugar. Anduvieron muy bien los cuatro del fondo, pero especialmente los del medio en su doble tarea de presionar la salida para ahogar a Vélez, y crear hacia el arco de Chilavert. En esa tarea se destacó sin duda Riquelme: la puso bajo la suela, quiso jugarla en todo momento, distribuyó siempre bien. Le faltó la última puntada, falló la definición, porque no anduvieron bien ni el mellizo Guillermo ni Palermo, bien controlados por los tres del fondo de Vélez. Palermo no pesó, salvo un cabezazo que tiró arriba a los 16 minutos tras un centro del Melli y una entrada peligrosa por el medio tras un pase de Guillermo que tapó Chilavert con la pierna izquierda. Vélez fue más práctico: lo único que fabricó en ataque fue el gol, después de un par de corners seguidos, la sola manera de llegar que tuvo. Corner al primer palo, Pandolfi la recibe de vuelta y tira un centro pasado. Darío Husaín la bajó al área, Córdoba tapó pero dejó el rebote, dejándola muerta para Pellegrino. Pero el equipo de Solari era poquito porque Boca lo presionó para jugar, y lo superó en todos lados menos en el arco. Inclusive Chilavert se equivocó seguido en los despejes y dos o tres veces puso la pelota en el pecho de los hombres de Boca, regalando réplicas. En el segundo poco cambió, más bien se acentuó la tendencia: Boca al ataque, Vélez de contra. Mejoraron mucho los delanteros boquenses pero se cayó Riquelme, y se compensaba para mal. Si Boca no pudo más, fue porque Chilavert se transformó en la figura del partido, tapándole tres mano a mano a Guillermo: a los 58, cuando el Mellizo se filtró entre dos defensores, tiró un caño y le salió débil el remate final; dos minutos más tarde, cuando Palermo dejó pasar la pelota, el Melli se metió en diagonal de derecha a izquierda, pegándole fuerte hacia arriba; y a los 78, cuando remató durísimo por derecha y el arquero sacó al corner. Con la tapada del primer tiempo, fueron cuatro las situaciones de gol clarísimas que conjuró. Bianchi se jugó haciendo entrar tras el descanso al ex Colón Hugo Ibarra, que ocupó el lateral pasando Ortiz a jugar como central, en lugar del reemplazado Bermúdez, y así Boca jugó casi todo el complemento con tres defensores, por las proyecciones del ingresado. Además, puso un delantero más --el pibe Christian Giménez entró por Navas, a los 70--, pero Solari respondió agregando un defensor, Federico Domínguez. La defensa respondió sólida aunque no siempre con categoría, y sin deslumbrar descollaron Sotomayor y Pellegrino. Serna se lo perdió a los 37 y en los últimos cinco minutos se perdieron tres situaciones claras: un cabezazo de Palermo por arriba, uno de Arruabarrena que tapó Chilavert y un anticipo de Cagna que el paraguayo, la estrella, mandó al corner. La practicidad había dado resultado. LAS APOSTILLAS DEL CLASICO Diego contra Chilavert
* Diego Maradona estuvo en la Bombonera acompañado por su esposa, Claudia Villafañe. Vio el partido en palco, fue aplaudido por la hinchada de Boca, y se peleó con la de Vélez cuando éstos coreaban "Chilavert...". * Hugo Ibarra, que entró en el segundo tiempo, llegó a Boca con un par de cláusulas especiales. El lateral no puede jugar contra su ex club, Colón, y si se lesiona reiteradamente, vuelve de inmediato a Santa Fe... * El peruano José Pereda firmó ayer su contrato. Boca tiene el 57 por ciento del pase a cambio de 600 mil dólares. La que se deshizo fue la operación de Antonio Barijho, a raíz del desastre administrativo que es Huracán.
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