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PRESIDENTE CUESTIONADO,
PLANTEL INEXISTENTE Por A. de B. Carlos Massarino continuará como presidente de Huracán luego de llegar a un acuerdo con la Comisión Directiva, en una reunión de más de seis horas que se llevó a cabo en la sede del club y finalizó en la madrugada de ayer. El titular de la institución de Parque Patricios --lleva 45 días en el cargo-- fue acusado de "incapacidad para ocupar el cargo" por lo que varios miembros de la Comisión querían suspenderlo por seis meses y elevar a la presidencia interina al vice Jorge Cassini. La situación en el club es grave. La dupla técnica López-Cavallero no tiene los 8 profesionales que como mínimo deben presentar en un partido y el equipo arranca el Apertura con el peor promedio y bajo amenaza cierta de descenso. Los dirigentes acusan a Massarino de mal desempeño y entre los principales motivos que aducen se encuentra el envío en forma atrasada de los telegramas de renovación de contrato a: Claudio García, Hugo Guerra, Eduardo Magnín, Hugo Corbalán y Maximiliano Castano, lo que motivó que los jugadores quedaran libres. También lo culpan de haber manejado de manera incorrecta la compra del 50 por ciento del pase de Sixto Peralta y la opción de compra por el pase de Andrés Silvera, lo que le significará a Huracán, en caso de quedarse con los futbolistas, pagar mucho más de lo que se había acordado. Por su parte, muchos directivos se encuentran molestos con Massarino por no llevar a cabo nada de lo que prometió en la campaña electoral, en la que indicó que Miguel Brindisi sería el entrenador y que traería como refuerzos a Roberto Pompei, Hugo "Perico" Pérez y Carlos Mac Allister. Además, en su momento explicó que tenía casi todo arreglado con Ford, para que sea el sponsor de la camiseta, y que estaba a punto de cerrar el acuerdo con una marca de indumentaria española para vestir a Huracán a partir de diciembre. Nada de eso se hizo realidad. Otro punto que le cuestionan a Massarino es el manejo en relación con el pedido de convocatoria de acreedores. No le reprochan la medida en sí --la opinión general es que era algo inevitable-- sino que la tomó de manera precipitada: los dirigentes dicen que era mejor incorporar jugadores primero y luego solicitar el concurso.
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