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Cayó Valle Riestra, el extraño Quijote del Perú

El primer ministro Javier Valle Riestra había confrontado con Alberto Fujimori en cada cuestión importante. Ayer presentó su renuncia, cerrando una de las crisis más extrañas en Perú.

Javier Valle Riestra explica su renuncia en una entrevista por televisión.
"El presidente de la República ha tenido la gentileza de aceptar mi renuncia indeclinable."

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t.gif (67 bytes)  Sin que nadie se dignara a explicar el modo en que la situación llegó al punto que llegó ni por qué, el presidente peruano Alberto Fujimori aceptó el viernes la renuncia que le presentó el primer ministro Javier Valle Riestra por marcadas diferencias con funcionarios del gobierno y una corte militar. "El presidente de la República ha tenido la gentileza de aceptar mi renuncia irrevocable y la transferencia al nuevo primer ministro la haremos mañana o el lunes", dijo Valle Riestra a su salida del Palacio de Gobierno a los periodistas.

El episodio resultó la culminación de una de las crisis políticas más extrañas de un gobierno ya tradicionalmente opaco, en el que Valle Riestra confrontó prácticamente cada posición clave de su presidente y llegó a admitir anteayer que en Perú había "dualidad de poder". El ministro, elegido hace dos meses, entregó la carta de su renuncia a Fujimori la noche del jueves durante la última sesión que sostuvo con el gabinete y explicó a un canal de televisión que lo hizo por marcadas diferencias con algunos miembros del gobierno y una corte militar. "Nuestra despedida ha sido muy cordial, (Fujimori) ha estado muy caballeroso conmigo. Yo le he agradecido el experimento que me permitió vivir en estos dos meses", indicó Valle Riestra a una radioemisora y precisó que el sábado se hará formal su renuncia en el diario oficial y dejará su cargo el martes.

Hace sólo un mes Valle Riestra recibió del Congreso el "voto de confianza" pese a que desde su nombramiento como primer ministro, a comienzo de junio, ha venido reiterando su oposición a una segunda reelección de Fujimori en los comicios del 2000. "(Fujimori) vio con simpatía mi desempeño. He tenido mi prédica democrática que creo ha quedado en el país, pero yo ya no podía continuar más luego de los entredichos con (el jefe del Congreso, Víctor) Joy Way y con mi amigo, el general Guido Guevara, presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar", agregó.

Valle Riestra, un abogado independiente caracterizado por sus polémicas y originales declaraciones, había anunciado su renuncia desde hace dos semanas y dijo que la haría efectiva si en un mes el gobierno no hacía caso a sus propuestas "democráticas". Joy Way acusó a Valle Riestra de desestabilizar al gobierno con este tipo de "ultimátum", a lo cual el ministro respondió que el plazo de un mes "era una meta personal y no un plazo para el gobierno". Hace sólo dos días, el ministro dijo a periodistas extranjeros que se sentía solo en el interior del gobierno de Fujimori y que el hielo venía no sólo de "algunos asesores poderosos" y del presidente del Congreso sino también del más influyente consejero del presidente, Vladimiro Montesinos.

Montesinos, cerebro del servicio de Inteligencia, es una figura controversial en Perú, a quien los opositores de Fujimori acusan de cometer violaciones a los derechos humanos, como espionaje telefónico, hostilización, torturas y asesinatos a civiles y militares. Pero quizá el ministro hizo su más polémica declaración a la prensa extranjera al revelar que el legendario cabecilla del grupo maoísta Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, gozaba de privilegios al pasar su prisión perpetua acompañado de su esposa y música de Johann Sebastian Bach.

Joy Way lo acusó entonces de irresponsable y el Consejo Supremo de Justicia Militar lo desmintió en un comunicado donde precisó que Guzmán estaba recluido como todos los otros "terroristas" en una cárcel de máxima seguridad sin "ningún tipo de privilegios". La guerra estaba declarada.

 

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