La Selección Argentina de Básquetbol estuvo cerca de concretar la hazaña de vencer a Yugoslavia y clasificarse para las semifinales del Mundial Grecia '98, pero finalmente cayó 70-62 en su mejor actuación en el torneo.

El conjunto de Julio Lamas luchó de igual a igual ante una de las potencias del básquet FIBA, que recién pudo marcar su superioridad en los últimos cinco minutos. Por esta derrota, Argentina enfrentará hoy a España desde las 10.30 (televisa TyC Sports) en un encuentro que sirve para definir las ubicaciones del quinto al octavo lugar, mientras que el elenco de Zeljko Obradovic jugará una de las semifinales ante Grecia a las 15.00. En la otra, Rusia se medirá con Estados Unidos a las 12.45.

En el arranque, los yugoslavos tomaron el control del juego a partir de una defensa muy dura que obligaba a los jugadores argentinos a tomar tiros incómodos. Esto motivó que el porcentaje de efectividad no fuera bueno y que los balcánicos se alejaran en el marcador con los tiros cortos de Zeljko Rebracca y los libres de Dejan Bodiroga. Si bien la defensa argentina no era mala, mostraba algunas fisuras en la zona pintada. Ni siquiera desequilibraban Fabricio Oberto, ni Marcelo Nicola ni Hugo Sconochini, por lo que la ofensiva no tenía ninguna vía de gol confiable. Sin embargo, el ingreso de Juan Espil sirvió para revertir esa situación y para que los argentinos se acercaran paulatinamente en el tanteador. El escolta del Tau Cerámica encarnó el protagonismo que no había mostrado en todo el torneo y con tres triples en tantos intentos colocó en juego a Argentina. Además, la velocidad de Montecchia en la conducción complicaba a sus marcadores. A esa mejoría se sumó el resto, lo que permitió llegar al entretiempo a sólo tres puntos y mostrando un muy buen nivel.

Pero lo mejor del equipo argentino fue el comienzo del segundo tiempo. Con las asistencias de Milanesio, los rebotes de Oberto, la defensa de Sconochini y el goleo de Nicola, el conjunto nacional realizó un parcial 18-8 que sirvió para sacar siete puntos de diferencia. En ese pasaje Yugoslavia perdió la línea y fue claramente dominado. Además, el base Sasha Obradovic sumó su cuarta falta y obligó a su homónimo Zeljko a reemplazarlo por Aleksandar Djordjevic.

Aunque lo que suponía ser una ventaja terminó siendo una contra. El armador del Barcelona se cargó a su equipo y con una ráfaga de siete puntos consiguió igualar el encuentro en el peor momento yugoslavo. A partir de eso el desarrollo cambió de manos y la Selección ya no pudo mantener el ritmo. Además, Obradovic ordenó una marca a presión en todo el campo que derivó en varios recuperos. El resto corrió por cuenta de la puntería de Miroslav Beric --compañero de Espil en España-- que hasta ese tramo había sido bien tomado.

Argentina intentó una última reacción, aunque sólo llegó a colocarse a tres puntos a poco del final. Una falta técnica a Nicola y un triple de Beric decoraron el resultado. La mayor jerarquía individual del principal candidato al título pesó sobre el cierre, aunque los muchachos de Lamas ya habían demostrado que están muy cerca de las potencias y en franca evolución.

Ahora tendrán la oportunidad de vengar la increíble derrota ante España y luchar por el quinto puesto. De esa forma la selección de básquet superará los objetivos propuestos y mejorará la performance de su hermana mayor de fútbol en el Mundial de Francia.

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