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Por Aldo Garzón Esta vez no hubo anuncios espectaculares ni silbidos. Pero se obtuvo una nueva definición de la "revolución productiva". ¿Qué otra cosa es, dijo Menem, "sino el haber aumentado el valor de las exportaciones, desde 1989, en un 140 por ciento"? En la inauguración oficial de la 112a. Exposición de la Sociedad Rural, el Presidente despidió al saliente secretario de Agricultura y Ganadería, Felipe Solá, al que calificó de "leal como el que más", y firmó con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, el préstamo de 300 millones de dólares para las zonas inundadas. Ya lo había adivinado la semana pasada el presidente de la Federación Agraria, René Bonetto, cuando se quejó por la demora en la ayuda a los productores del nordeste: "Es posible que esperen a la inauguración de la Rural para hacer el anuncio". Al préstamo del BID se le agregarán otros 200 millones de pesos, producto de una reasignación presupuestaria, para obras de infraestructura en los territorios afectados. Con el crédito en la mano, Solá dijo que el Gobierno no quiso "distraerse respondiendo a las críticas ilegítimas de quienes de todo hacen un show y ahora descubren a los pobres del litoral porque llovió mucho". Enrique Crotto, presidente de la Sociedad Rural, lanzó duras críticas a las proyectadas reformas tributaria y laboral. De la primera aseguró que "ahuyentará las inversiones productivas". En esto están de acuerdo todas las entidades del campo, que entienden que comprar los insumos con un IVA del 21 por ciento y vender la hacienda en pie con el 10,5 es, por lo menos, "discriminatorio". A la reforma laboral que impulsa el ministro de Trabajo, Erman González (ausente del palco oficial), la calificó de "gatopardista". Crotto sostuvo, además, algo por lo menos asombroso desde el punto de vista jurídico: "No vamos a tolerar que algún trasnochado proyecte una ley que quiera convertir en públicos los accesos y las orillas de los lagos" patagónicos. Precisamente, en algunas zonas de la Patagonia propietarios de campos han tratado de impedir el paso por arroyos y lagos que son, como todos los demás, de uso público. Solamente interrumpido por los mugidos del Gran Campeón Macho Aberdeen Angus, cuya inquietud aumentaba en medio de la pista, Crotto denunció que "un sector importante de la industria argentina propicia el aumento del arancel externo del Mercosur". Después le aclaró a Página/12 que se estaba refiriendo a la industria automotriz, particularmente a los fabricantes de camiones, y que si se salían con la suya "el sector agropecuario no podrá bajar sus costos ni ocurrirá lo mismo con el precio del transporte carretero". Felipe Solá fue despedido con un gran aplauso. Seguramente, todos recordaron que durante su gestión se terminó con la aftosa y se logró la cosecha record de casi 67 millones de toneladas, aunque el contexto internacional de los precios no fue favorable y ahora se agravó con la guerra de subsidios entre Estados Unidos y la Unión Europea. La aftosa se controló cuando Bernardo Cané era director del Servicio de Sanidad Animal. El actual titular del Senasa, Luis Barcos, ha recibido muchas críticas en los últimos tiempos, a las que prefiere no responder. Tampoco respondió el reemplazante de Solá, Gumersindo Alonso, cuando este diario lo consultó acerca de la posible remoción de Barcos. "Recién estamos preparando nuestro grupo de trabajo y en principio nos vamos a ocupar sólo de dos o tres temas puntuales", dijo. Lo último de Solá: dijo que es imperioso sancionar una nueva ley de Emergencia Agropecuaria. Y aconsejó a los productores que, a pesar de los subsidios de otros países, "no alteren las decisiones de siembra". Lo último de Menem: "Para un presidente, no hay nada mejor que otro presidente". Se lo dijo al primer mandatario de Nicaragua, Arnoldo Alemán Lacayo, quien luego se divirtió muchísimo con las demostraciones de equitación.
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