Con su mandato vencido y los cajones vacíos para aguardar al reemplazante, el actual Defensor del Pueblo de la Ciudad ha bendecido la creación de una Junta Promotora del Consejo de Organizaciones No Gubernamentales. Su carta de despedida dice que siempre estuvo interesado en crear mecanismos de articulación con los vecinos, destaca la importante labor de las ONG, "capital social vivo y en permanente evolución" que "puede ser aprovechado en beneficio de todos los ciudadanos". Llegar a este descubrimiento le llevó diez años. Más vale tarde que nunca.

La Junta Promotora plantea nombrar al Defensor del Pueblo como presidente honorario del Consejo y elegir una mesa ejecutiva de doce miembros, de la que quedarían excluidas estructuras gubernamentales, cámaras o confederaciones empresarias, dirigentes orgánicos de partidos políticos o candidatos, legisladores, funcionarios y personas vinculadas con concesionarios de servicios públicos de la Ciudad. El primer firmante de tan oportuna declaración es Sergio Delgado, jefe de la Oficina de Legislación del Defensor saliente y, casualmente (o todo lo contrario), el nuevo candidato del Frepaso a la Defensoría. Como adjunto de Delgado, el Frepaso acordó designar al ex funcionario del gobierno justicialista de Carlos Grosso, Alejandro Nató. Los intentos por dividir a la Multisectorial hasta ahora fracasaron: ni el ambientalista Elio Brailowsky (sostenido por Nueva Dirigencia), ni la abogada Alicia Oliveira, ni el ex dirigente estudiantil Rafael Veljanovich, ni la feminista Marta Rosemberg aceptan la fórmula elaborada por Abel Fatala. La Multisectorial sostiene la candidatura para titular del economista Claudio Lozano, del Instituto de Estudios sobre Estado y Participación, y reclama que se establezca una mesa de discusión entre las organizaciones sociales y la Legislatura de la Ciudad.

A la convocatoria de la Junta Promotora asistieron organizaciones sociales confundidas por el lenguaje de su documento. Varias se retiraron al advertir que no se trataba de la Multisectorial sino de un organismo creado de apuro para desactivarla. Delgado se había opuesto hace un par de meses a la constitución del Consejo de Organizaciones Sociales propuesto por la Multisectorial como organismo de participación popular y objetado que un voluntariado ciudadano integrado por vecinos multiplicara "por miles los ojos, oídos, brazos, inteligencia y voluntad del Defensor, descentralizando la recepción de denuncias". El trabajo gratuito le producía "repugnancia", escribió. Pero la Junta Promotora que ahora encabeza propone institucionalizar las relaciones entre las "entidades intermedias" (expresión del comunitarismo franquista que aquí popularizó la dictadura de Onganía) y la Defensoría del Pueblo; trasladarle sus propuestas, iniciativas y reclamos y efectuar su seguimiento; formularle propuestas de iniciativa legislativa, y requerirle y ofrecerle asistencia técnica. Salvo que la idea de la Junta Promotora sea fijar salarios a los consejeros, es de celebrar que el candidato del oficialismo de la Ciudad se haya repuesto tan rápido de la repugnancia. Delgado, quien en una carta pública prometió que no utilizaría la función "para exhibir públicas diferencias con la Administración", garantiza lo que un dirigente del Frepaso llamó "moderación y diálogo". No es un logro menor de la Multisectorial (que la semana próxima organizará un acto público en Unione e Benevolenza) que el sistema político necesite plagiar sus propuestas y simular la participación popular que en los hechos no tolera.

PRINCIPAL