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Procesan a Videla por otros cinco chicos

Con estos cinco hechos de apropiación de menores suman diez los casos por los que está procesado el ex dictador Jorge Videla.

El juez Roberto Marquevich ordenó el procesamiento de Videla.
De los cinco chicos, cuatro fueron restituidos a sus familiares.

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t.gif (67 bytes)  El juez federal Roberto Marquevich procesó ayer a Jorge Rafael Videla por su responsabilidad mediata en el secuestro de otros cinco hijos de desaparecidos que ya fueron probados por la Justicia y cuentan con sentencia firme. A los cinco casos iniciales que llevaron a Videla a la cárcel, Marquevich sumó los de Carla Rutila Artes, Alejandro Ruffo, Paula Eva Logares, María Victoria Moyano Artigas y María José Lemos. Excepto Alejandro Ruffo, el resto de los chicos --que tienen entre veinte y veintidós años-- fueron restituidos a sus familias biológicas. "Los autores directos o inmediatos de esos delitos ya fueron condenados y nosotros verificamos que esos hechos integran el esquema, el plan que Videla ordenó que se cumpliera con los hijos de desaparecidos", explicó una fuente del juzgado de Marquevich.

El pasado 9 de junio, Videla --que actualmente cumple arresto domiciliario-- fue detenido y procesado como autor mediato de un plan criminal destinado a la apropiación de chicos nacidos en centros clandestinos de detención y cárceles militares durante la última dictadura militar. Marquevich apresó al ex dictador luego de determinar que en los expedientes por el secuestro de cinco menores había elementos comunes que develaban la existencia de un plan sistemático y criminal para la apropiación y posterior sustitución de identidad de hijos de desaparecidos.

El juez amplió ayer el procesamiento al dictador incorporando cinco casos de sustracción de menores cuya documentación habían pedido a las Abuelas de Plaza de Mayo. Carla Rutila Artes fue robada por el ex agente de inteligencia Eduardo Alfredo Ruffo, quien la inscribió como Gina Amanda Ruffo. Carla fue restituida a su familia biológica. Actualmente vive en España con su abuela y ya es madre. Alejandro Ruffo --no se conoce su verdadero nombre-- no tuvo la misma suerte: fue robado inicialmente por Ruffo, pero se supone que sigue viviendo con sus apropiadores.

Por la apropiación y supresión del estado civil de Paula Eva Logares, la Justicia federal condenó al ex oficial de la Policía Bonaerense Rubén Luis Lavallén. Paula vive con su abuela, Elsa Pavón de Aguilar, en Capital. Fue la primera niña restituida por la Justicia, el 13 de diciembre de 1984.

En la causa de María Victoria Moyano Artigas hubo sentencia contra María Helena Mauriño, la mujer policía que la robó y la anotó como propia. María Victoria vivía con su abuela, que falleció hace un par de años. Tiene familia acá y en Uruguay.

María José Lavalle Lemos fue robada por la suboficial de la Policía Bonaerense Teresa Isabel González, de la Brigada de San Justo. Actualmente vive en Capital con su abuela.

Videla está acusado de haber sido el autor mediato de estas sustracciones que formaron parte del plan criminal. Fue condenado en 1985 a prisión perpetua al ser declarado responsable de 66 homicidios agravados y cientos de torturas, secuestros y saqueos durante la última dictadura militar, pero sólo pasó cinco años entre rejas ya que el presidente Carlos Saúl Menem lo indultó en diciembre de 1990. El juez Marquevich volvió a procesarlo en junio como autor mediato del secuestro de los menores robados por el ex mayor del Ejército Norberto Bianco, y otros tres casos a los que agregan los cinco de ayer.

 

Los últimos accidentes

Según las estadísticas de la Uocra, un obrero de la construcción muere en un accidente de trabajo cada tres días y medio. La muerte en los andamios no es un hecho nuevo, pero ganó la primera plana de los diarios a partir de la caída del montacargas en la Torre Alem Plaza, en Retiro, el 29 de mayo último, cuando seis operarios murieron al precipitarse desde el piso 24º.

No se había apagado el debate sobre la inseguridad en las condiciones de trabajo cuando el 21 de julio Romualdo Lasarte murió al caer de un andamio en las obras del Mercado del Abasto. El 28 de julio, en Villa Lugano, Enrique Lezcano murió sepultado por un derrumbe de tierra, mientras que cinco de sus compañeros resultaron heridos. El mismo día, Armando Flores Milla falleció al caer desde el piso 16º en las Torres del Abasto. Dos días después, José Corvalán murió en una obra de la localidad de Martínez.

 


 

DOS TESTIGOS ANTE BAGNASCO
Partos en la clandestinidad

t.gif (862 bytes) "Una noche me llamaron a mi habitación para asistir a una mujer que traían en una camilla, acompañada por dos soldados y un suboficial". La auxiliar de obstetricia Lorena Josefa Tasca declaró ayer ante el juez Adolfo Bagnasco y admitió haber atendido partos en el Hospital de Campo de Mayo que no eran registrados por expreso pedido del médico Julio César Caserotto. Otra testigo, la enfermera Ernestina Larretape, coincidió en la inculpación a Caserotto.

Tasca recordó el caso de una de las mujeres que dio a luz con los ojos vendados y reconstruyó el diálogo que tuvo con el suboficial que se llevó el bebé luego del parto. "¿Ya terminó?", preguntó el militar. "Hay que retirarle la placenta y darle una inyección antihemorrágica", contestó la auxiliar de obstetricia. Luego el suboficial volvió a interrogar: "¿Ahora terminó?". "Sí. La paciente tiene que hacer reposo. Hay que llevarla a una cama", dijo Tasca. "Usted acá terminó. Vaya inmediatamente a su habitación", le dijo el militar. Larretape aseguró haber atendido "tres o cuatro embarazadas detenidas por las autoridades militares" internadas en el área de Epidemiología bajo órdenes de Caserotto.

 

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