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CLINTON LLORO Y PROMETIO JUSTICIA CONTRA LOS ASESINOS DE KENIA Y TANZANIA
Un adiós sin consuelo a las víctimas

"Estados Unidos no se retirará del mundo. Tenemos la responsabilidad de mantenernos firmes frente al terror", dijo Bill Clinton en el funeral de las víctimas norteamericanas del doble atentado en Kenia y Tanzania, mientras surgía una nueva pista que ligaba el hecho a un sector del poder iraní.

Bill y Hillary Clinton y la secretaria de Estado Madeleine Albright en la ceremonia de ayer.
Clinton reiteró su promesa de no regatear esfuerzos "hasta que se encuentre a los responsables y se haga justicia".

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El País de Madrid

Por Carlos Mendo  desde Washington

t.gif (67 bytes) Estados Unidos desplegó ayer toda su impresionante parafernalia oficial para rendir tributo a las víctimas de los atentados contra sus embajadas en Africa oriental en una emotiva ceremonia, en la que el presidente Bill Clinton, con lágrimas en sus mejillas y la voz entrecortada por la emoción, reiteró su promesa de no regatear esfuerzos "hasta que se encuentre a los responsables y se haga justicia".

Unas 2000 personas, entre ellos, los familiares de los 12 muertos, altos funcionarios, los máximos jefes militares, congresistas y diplomáticos extranjeros, incluidos los embajadores de Kenia y Tanzania, se reunieron en la base de la fuerza aérea de Andrews, en las afueras de la capital federal, para esperar la llegada desde Nairobi, vía Alemania, de los 10 féretros que contenían los restos mortales de los fallecidos.

Faltaban dos cuerpos, los de la sargento de la fuerza aérea, Sherry Olds, trasladado por deseo expreso de su familia a su lugar natal en Florida, y los de la funcionaria Jean Dalizu, casada con un keniata, enterrada en Nairobi. La secretaria de Estado, Madeleine Albright, acompañó los restos mortales de las víctimas en su viaje de regreso desde Alemania en un gesto de solidaridad "hacia mis compañeros muertos".

Bill y Hillary Clinton, ambos de traje oscuro, presidieron la solemne y triste ceremonia celebrada en el hangar número tres de la base de Andrews en representación de sus 267 millones de compatriotas, todavía no repuestos de la indignación y la tristeza causados por los atentados terroristas. Clinton quiso hacerse partícipe de esos sentimientos cuando prometió a los asistentes al acto y a la nación no descansar hasta encontrar a los culpables. "Tenemos que encontrar a los responsables (de los atentados) y asegurarnos de que se hace justicia", dijo. Iguales afirmaciones fueron formuladas por el secretario de Defensa, William Cohen, y Albright, que hicieron uso de la palabra inmediatamente antes del presidente.

El presidente trató de explicar a un país, que muchas veces se inclina por replegarse sobre sí mismo, las causas subyacentes en los atentados terroristas contra Estados Unidos. "Es el peso de la historia", dijo. Atentan contra nosotros, añadió, "porque luchamos por la paz y la democracia". "Hoy honramos a los que han dado su vida por la causa de la libertad y la justicia", manifestó. Y, en una advertencia dirigida a los que dentro y fuera del país abogan por un aislacionismo norteamericano, Clinton prometió que "Estados Unidos no se retirará del mundo" por los actos terroristas. "Tenemos la responsabilidad de mantenernos firmes frente al terror", subrayó.

Tanto Clinton como previamente Cohen y Albright recordaron en sus discursos a las víctimas keniatas y tanzanias de los atentados y rindieron tributo a los más de 40 empleados nativos que resultaron muertos o heridos en las embajadas de Kenia y Tanzania, cuyos embajadores ocupaban un lugar destacado en la ceremonia. Asimismo, las coloridas banderas nacionales keniata y tanzania eran portadas junto con la enseña de las barras y estrellas por los miembros de una guardia de honor, compuesta por representantes de los cuatro servicios armados.

Cuando la guardia de honor bajó los 10 féretros del interior del gigantesco C-117, Clinton, quien junto con Hillary había departido en privado con un centenar de familiares de las víctimas, no pudo contener las lágrimas, que rodaron en sus mejillas, transmitidas en directo por televisión a todo el país. Su voz se hizo ronca al recitar uno a uno los nombres de los muertos al final de su discurso. "Eran lo mejor que América podía ofrecer (al mundo)", dijo. "Eran un retrato de la América de hoy y de la América del mañana", dijo Clinton en referencia a la diversidad de profesiones de las víctimas, diplomáticos de carrera, militares, administrativos y una especialista en enfermedades tropicales.

 


 

http://www.heroes.net/ kenya.html

Por Javier del Pino  desde Washington

t.gif (862 bytes) El Departamento de Estado norteamericano ha ocupado varias páginas de su servicio en Internet para pedir colaboración en la lucha contra el terrorismo y para recordar las recompensas con las que se premia cualquier dato que pueda conducir a la detención de los autores de los atentados.

"Cualquier persona civilizada rechaza estos actos de violencia", dice en referencia a los atentados de Africa el texto que el departamento de Estado ha puesto en la dirección de Internet http://www.heroes.net/pub/heroes/kenya.html. "No se puede obligar a nadie a vivir con el miedo que provoca la incertidumbre sobre cuándo será el siguiente atentado."

"El Gobierno de Estados Unidos", continúa la nota, "ofrece una recompensa por cualquier información que conduzca a la detención o condena, en cualquier país, de la persona o personas responsables de los atentados contra las dos embajadas." La recompensa es de 2 millones de dólares. En esas mismas páginas se aclara que el dinero a cambio de la información se ofrece merced al llamado Programa de Recompensas Antiterroristas del Departamento de Estado, "diseñado para proteger las vidas de los inocentes mediante el castigo de los actos terroristas del pasado y la prevención de los que pueden llegar en el futuro". El Departamento de Estado promete confidencialidad absoluta para cualquier persona que pueda facilitar la información, y ofrece la posibilidad de cambiar la identidad y el domicilio de las personas (y sus familias) que colaboren en la lucha contra el terrorismo.

Aquellos que crean tener pistas sobre la autoría de los atentados y que puedan optar a la recompensa deben ponerse en contacto con la embajada o consulado de EE.UU. en cualquier país del mundo, llamar al FBI o al departamento de Estado, o escribir a la dirección HEROES, P.O. Box 96781, Washington, D.C. 20090-6781, USA. También se facilita la dirección de Internet "heroes heroes.net".

La recompensa asciende a 4 millones de dólares cuando las informaciones proporcionan pistas sobre actos de terrorismo en vuelos comerciales. Un acuerdo del Departamento de Estado con las compañías aéreas y las asociaciones de pilotos de EE.UU. eleva a esa cantidad la recompensa por cualquier información "que sirva para prevenir un acto terrorista contra la aviación civil norteamericana".

Se han distribuido carteles en varios idiomas que también aparecen en Internet en los que se muestra una gran fotografía de una maleta abierta llena de fajos de dólares. La versión en español se encuentra en http://www.heroes.net/pub/heroes/gifs/scfmspan.gif.

 


 

EN LONDRES BARAJAN UN PACTO SECRETO
La pista de los ayatolas

t.gif (862 bytes) La pista iraní sobre los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania llegó ayer desde Londres. Según la publicación británica Foreign Report, Osama Bin Laden, el millonario saudita sospechoso de financiar los atentados, habría hecho en febrero pasado un pacto antinorteamericano con un alto responsable de los "guardianes de la revolución" iraníes. En la capital keniata de Nairobi, el Hotel Hilton, donde se alojan parte de los investigadores norteamericanos, fue evacuado por un aviso de bomba, mientras la policía local y el FBI anunciaban en una conferencia de prensa que se está interrogando a cinco sospechosos de las explosiones.

Foreign Report cita en su edición de ayer una fuente de los servicios de contraespionaje de Medio Oriente, que afirma que Bin Laden y el funcionario iraní acordaron aliar sus fuerzas contra Estados Unidos y apoyar a los musulmanes de Bosnia y Kosovo. Este funcionario pertenecería al círculo del ayatola Alí Jamenei, el máximo guía espiritual iraní, que está enfrentado con el presidente Mohammad Jatami por el acercamiento que éste propone hacia Estados Unidos. De acuerdo con esta información, los atentados de Kenia y Tanzania podrían ser interpretados como la internacionalización de la interna gubernamental iraní.

El martes pasado, un representante del Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (la oposición interna al régimen) había acusado al embajador de Irán en Tanzania, Sayed Ali Saghaian, y a su responsable cultural, Mohamed Javad Tajshir, por los atentados. Un portavoz de esta representación dijo ayer que las acusaciones son "falsas" y que el CNRI es "un grupo terrorista que intenta captar la atención internacional".

En Nairobi, el jefe del Departamento de Investigaciones Criminalísticas de la policía local, Peter Mbuvi, anunció la detención de cinco sospechosos, uno de los cuales estuvo en el lugar del atentado justo después de la explosión. "Estos no son realmente sospechosos clave", señaló uno de los funcionarios policiales keniatas, que pidió no ser identificado. "Uno de los hombres --agregó-- fue justamente al lugar para comprobar si uno de sus familiares resultó herido". La policía de Tanzania, por su parte, detuvo a 13 ciudadanos extranjeros (seis iraquíes, seis sudanesas y un turco), pero descarta que puedan ser acusados formalmente del estallido de la bomba en Dar es Salaam.

Sin embargo, los responsables de la investigación en Kenia afirmaron que se está avanzando. "Tuvimos éxito en identificar ciertas partes del vehículo" que fue utilizado en el atentado, dijo Sheila Horan, jefa del FBI en Kenia, quien aseguró que ya se llegó al cráter dejado por la bomba y que esto significarán más datos importantes en los próximos días.

 


 

La pistola humeante
Por Claudio Uriarte

La pista de los atentados de Kenia y Tanzania se va armando como un rompecabezas donde las piezas fueron apareciendo solamente cada tanto. Ayer, Afganistán volvió a aparecer como un indicio importante. Primero, por la conclusión de la revista especializada inglesa Foreign Report (parte del conjunto de publicaciones Jane's, de excelentes relaciones con el espionaje, el contraespionaje y los servicios armados británicos) en el sentido de que Osama Bin Laden, el oscuro multimillonario saudita refugiado en Afganistán al que Occidente señaló como instigador de los atentados, habría pactado con los sectores más retrógrados del gobierno iraní para golpear a los intereses norteamericanos en todo el mundo. Y después, porque la milicia talibán que gobierna Afganistán y alberga al multimillonario tomó el norte del país y obligó a Rusia a declarar el estado de máxima alerta de sus fuerzas estacionadas en tres repúblicas ex soviéticas limítrofes de mayoría musulmana, ya que teme la desestabilización de Asia Central.

Detrás de todo esto aparece también un gasoducto para transportar energía rusa a Occidente, y cuya construcción se disputan Afganistán e Irán. La conquista de la totalidad del territorio afgano es indispensable si los talibanes quieren postularse seriamente para el negocio. Y lo quieren hacer, a tal punto que lograron ser presentados en círculos importantes de la diplomacia norteamericana por ejecutivos de la petrolera californiana Unocal, interesada en el negocio. Irán, por supuesto, respaldaba a la oposición armada que controlaba el norte afgano. No es imposible, entonces, que parte de la interna iraní entre el fundamentalista Ali Jamenei y el moderado Mohammad Jatami (que quiere inversiones de Occidente) se esté decidiendo en ese campo. Tampoco es imposible que los bombazos de Nairobi y Dar es Salaam hayan sido --entre muchas otras cosas-- otra parte de esa misma interna. La presencia en el lugar de Ali Saghaian, diplomático terrorista iraní vinculado al atentado contra la AMIA en Buenos Aires, fortalece esta hipótesis.

Para complicar aún más las cosas está el derrumbe financiero que se verifica en Rusia, y con el cual tiene mucho que ver el poder de la empresa Gazprom, una mafia ex estatal que proveería el gas a ser entubado hacia Europa y cuyos jefes no pagan impuestos y llevan una política exterior paralela. Y por último está Pakistán, acusado ayer por Rusia de apoyar a los talibanes y que ha empezado una carrera nuclear con India.

 

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