Otra vez Miná en la mira del juez
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Por Carlos Rodríguez Aunque le negaron la posibilidad de indagar al jefe de Inteligencia del Ejército, general Jorge Miná, por el encubrimiento del crimen de Omar Carrasco, el juez federal de Neuquén Guillermo Labate insiste en probar que el alto mando del área supo de la presencia del cadáver en el cuartel de Zapala antes del 6 de abril de 1994, fecha "oficial" de aparición del cuerpo. Mientras el Tribunal Oral de Neuquén confirmó que --hasta ahora-- el oficial de más alta graduación que será llevado a juicio oral es el general retirado Carlos Díaz, ex titular de la Brigada de Neuquén, Labate estuvo el viernes en Zapala tomándole declaración a un ex jefe de Inteligencia de la provincia, en su afán por determinar que la causa tiene que seguir subiendo por la cadena de mandos. El Tribunal Oral, integrado por Aidée Vázquez, María del Carmen Ingelmo y Osvaldo Abrieu, confirmó los procesamientos del general Díaz, el teniente coronel Guillermo With --ex jefe del cuartel de Zapala--, los auditores del Estado Mayor del Ejército Carlos Ferrario, de la Brigada de Neuquén Mauricio Gutiérrez y del Comando del Quinto Cuerpo de Ejército Osvaldo Muñiz y del suboficial René López. Está probado que todos encubrieron y adulteraron documentos referidos al caso. Fuentes judiciales dijeron que los nombrados podrían ser llevados a juicio oral en dos meses, pero el juez Labate recién a fin de año podría concluir las investigaciones, que involucran también a otros altos jefes militares. El juez había procesado al ex jefe del Batallón de Inteligencia 163 de Neuquén teniente coronel Víctor Jordán y al ex juez militar Raúl José, por entender que investigaron el crimen del soldado contrariando leyes vigentes y que intervinieron en la maniobra de encubrimiento. Sin embargo, el Tribunal Oral los desprocesó por cuestiones formales, al entender que no había contra ellos dos una acusación previa por parte del fiscal Luis María Viaut, de cuestionada actuación en toda la causa. Eso le cerró a Labate el camino hacia el general Miná, aunque el juez entendía que había sobradas razones para imputarlo. Labate tiene testimonios que indican que Jordán, presuntamente enviado por Miná, estuvo en Zapala antes del 6 de abril de 1994. Un policía de Zapala dijo que lo vio en esa ciudad el 24 de marzo. En la causa está probado que desde el 6 de abril llegaron al cuartel 32 hombres de la inteligencia militar, incluido Miná, presuntamente para investigar cómo funcionaba la seguridad del cuartel. Sin embargo, Labate determinó que ese estudio se realizó recién en mayo y que partiparon otros hombres que nada tienen que ver con los 32 que viajaron en abril. El viernes, en Zapala, Labate le tomó declaración a un ex jefe de Inteligencia de la Brigada de Neuquén. El juez tendría en su poder pruebas similares a las que, en su oportunidad, le permitieron determinar de manera fehaciente que había sido adulterada la fecha del acta inicial que abrió la investigación militar del caso Carrasco. En este caso podría determinarse que Inteligencia llegó antes del 6 de abril. Además, Labate espera el resultado de una pericia que podría determinar el lugar exacto donde estuvo oculto el cadáver del soldado. El magistrado tomó muestras en tres polvorines y en un sótano del hospital del cuartel. Esos cuatro lugares fueron ubicados recién en los últimos meses. Antes se carecía de información sobre su existencia, posiblemente como resultado de la maniobra de encubrimiento. Las muestras serán comparadas con las halladas en las ropas que vestía Carrasco.
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