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NUEVAS MEDIDAS PARA ORDENAR EL TRANSITO PORTEÑO
Para dejar el auto en casa

Destinarán calles sólo para colectivos y taxis, las paradas de Constitución serán reubicadas y habrá más carriles exclusivos.

Pellegrini e Irigoyen, más Cerrito y Lima serán exclusivas.
Los autos deberán circular sólo por la avenida 9 de Julio.

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Por Horacio Cecchi

t.gif (67 bytes) El gobierno porteño pretende ordenar el caótico tránsito de la ciudad, disminuyendo el flujo de los 2.600.000 vehículos que se desplazan por sus calles en las horas pico, y alentando el uso del transporte público. Para ello, trabaja sobre una docena de proyectos que enviará a la Legislatura o que ya se encuentran en proceso licitatorio. Uno de ellos prevé la construcción de una playa de transferencia de pasajeros en Constitución, con estacionamiento subterráneo para 700 vehículos y reubicación de las dársenas de colectivos en la superficie. Otro, propone convertir en calles exclusivas para colectivos y taxis a Cerrito y Carlos Pellegrini, dejando para los autos particulares la 9 de Julio. Además, en octubre se conocerán los adjudicatarios del sistema de control de infracciones por medio de cámaras disimuladas y, dentro de unos 15 meses, comenzarán a funcionar los talleres donde se realizará la verificación técnica vehicular obligatoria.

Antes de fin de año, si la Legislatura da el visto bueno, Cerrito y Carlos Pellegrini hasta Santa Fe, y Bernardo de Irigoyen y Lima hasta San Juan, serán vías de circulación exclusivas para colectivos y taxis con pasajeros. El resto de los vehículos deberá desplazarse sobre la calzada de la 9 de Julio, incluyendo a los taxis libres, que tendrán sus paradas fijas próximas a las esquinas, sobre las plazoletas de la avenida, donde se abrirán dársenas para no entorpecer el tránsito. "Todavía tenemos en estudio dónde instalar esas paradas de taxis, porque en algunos sectores, la 9 de Julio no tiene plazoleta. En esos casos, quizá las paradas se ubiquen sobre las esquinas transversales", dijo a Página/12 el subsecretario de Transportes, Rafael Sierra.

El proyecto, que ya está a la firma de Fernando de la Rúa para ser enviado a la Legislatura, incluye la instalación de carriles exclusivos en Leandro N. Alem hasta Paraguay, en Paseo Colón hasta San Juan, en Callao hasta Santa Fe, en Entre Ríos desde San Juan, y la extensión del ya existente sobre Córdoba hasta Gascón --actualmente funciona desde Alem hasta Larrea--. Sobre Las Heras continuará funcionando el que ya se encuentra vigente, igual que en Diagonal Norte y en Pueyrredón.

"Otro proyecto que le va a devolver el antiguo esplendor a la plaza Constitución --agregó Sierra--, es la construcción del Centro de Transferencia de Pasajeros, frente a la estación y en conexión con ella". La idea consiste en remover todas las paradas de colectivos del frente de la estación para ubicarlas en dársenas debajo de la autopista 9 de Julio Sur. El proyecto se completa con una inmensa playa de estacionamiento subterránea, ubicada por debajo de las dársenas, con capacidad para 700 vehículos, locales comerciales y área de servicios para automóviles. Un pasaje peatonal conectará la playa con la estación y habrá bocas para permitir el acceso a las rampas de colectivos. El costo de la obra se calcula en 4 millones de dólares. También, antes de fin de mes, se abrirán nuevas dársenas para las líneas urbanas frente a la estación del San Martín, en Retiro. "Las que hay no alcanzan --reconoce Norberto Cinat, director general de Vialidad--. Se van a agregar otras para que los pasajeros asciendan sin peligro". Se prevé, además, que los colectivos tengan sus paradas cada 400 metros, en toda la ciudad.

El plan general diseñado por la Subsecretaría de Transporte propone reordenar el tránsito porteño desalentando el uso de vehículos particulares en favor de una red de medios públicos ágil y económica. "En la ciudad hay un auto cada tres habitantes. Es mucho", explica Sierra. Para completar el plan, se ordenará la carga y descarga de mercaderías en todo el casco urbano: sólo podrán detenerse las camionetas de menos de 3500 kilos, pero en lugares específicos en los que se instalarán parquímetros. El tránsito pesado no podrá circular entre Juan B. Justo y la Autopista 25 de Mayo, que quedará habilitada para los camiones de más de 12 toneladas. Se estudia construir --no antes de dos años-- una estación de transferencia en Lugano, donde los camiones más pesados fraccionarán su carga que podrá ser distribuida a los comercios en camionetas.

En unos 15 meses, comenzará a funcionar el CIT --Control Inteligente de Tránsito--, que utilizará cámaras para registrar infracciones. La ciudad se dividirá en cuatro zonas. Cada una de ellas contará con 20 equipos de cámaras que podrán cambiarse de lugar. En las autopistas, el dispositivo se colocará en vehículos y, en todos los casos, las cámaras estarán disimuladas.

 

El caos en cifras

En la Capital, en los días hábiles circulan alrededor de 2.600.000 autos. De ese total, sólo 1.100.000 pertenecen al área metropolitana. Los datos revelan que existe un 15,41 por ciento más de autos porteños que en el '95, cuando el parque era de 953.051 unidades. La Cámara Argentina de Empresarios de Trasporte Público de Pasajeros aseguró que a medida que se produjo el crecimiento de automóviles, en los últimos seis años el uso del colectivo bajó un 30 por ciento.

El ingreso de vehículos desde el Gran Buenos Aires ronda el millón y medio diario. De esa cifra, 160.000 optan por la autopista Buenos Aires-Perito Moreno como alternativa de ingreso o salida de la Capital. Por otra parte, la plaza automotriz del Gran Buenos Aires creció cerca del 100 por ciento desde el '89. De hecho, mientras en 1989 existían registrados 1.665.306 unidades, en el '97 esos datos fueron de 2.482.373.

En tanto, los colectivos que circulan por la Capital son 11.627, 2600 de los cuales empiezan y terminan su recorrido en el área metropolitana. Aunque no disminuyeron las unidades en circulación, la merma del 30 por ciento la evidencian los números: en el '93, los pasajeros fueron 9.500.000, mientras que en el '97 fueron 6.770.000. Esta caída en las ventas produjo entre otras consecuencias cambios en el recorrido de algunas líneas, que según el presidente de CEAP, Héctor Tilve, optan por disminuir el kilometraje de recorrido.


Verificación obligatoria

El próximo 20 de octubre, el gobierno abrirá los sobres de oferentes a la licitación del sistema de verificación vehicular obligatoria. El subsecretario de Transporte y Tránsito, Rafael Sierra, confía en que "en menos de un año se va a poner en práctica". "Estamos retrasados con respecto a la provincia", admitió el funcionario del gobierno de la ciudad.

La licitación prevé seleccionar diez concesionarios. A cada uno de ellos le corresponderán entre 110 mil y 120 mil vehículos.

En caso de no contar con los equipos técnicos necesarios, dispondrán de un año para incorporarlos a su taller y, entretanto, estarán obligados a trabajar en un taller sustituto, ya que la iniciación de la verificación será perentoria, apenas sea reglamentada.

El control verificará dirección, frenos delanteros y traseros, suspensión y tren delantero, luces, emisiones sonoras y polución, cinturones de seguridad y documentación al día, incluyendo patentes.

El costo para el dueño del vehículo será de 33 pesos más IVA. El concesionario deducirá de ese valor el canon a pagar al gobierno. Deberán verificarse los automóviles con tres o más años de antigüedad.

 

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