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Por Carlos Rodríguez "Las falsedades y las calumnias hay que aclararlas." En un hecho por demás inusual, el empresario Jorge Born en persona, como presidente de la firma Hard Comunication, apareció en vivo en el programa de Susana Giménez. Lo hizo para calificar de "calumnia" un fallo judicial, difundido por la prensa, que sugiere que la firma repartió "sólo migajas de un total sumamente abundante" de dinero que se habría recaudado en el ciclo que se emite por Telefé con la excusa de ayudar a la Fundación Felices los Niños, presidida por el padre Julio Grassi. El cura también fue entrevistado por la diva pero nunca se cruzó, en cámara, con Born. Grassi, quien dijo a Página/12 que recibió "400.000 pesos del millón cuatrocientos mil" pesos que esperaba cobrar por participar en el concurso "Su Llamado". Durante la emisión dijo que no se sentía "estafado" porque "todavía no cobramos todo lo que teníamos que cobrar", dando a entender que la demanda sigue a pesar de algunos gestos de cortesía que deslizó durante el reportaje, desligando del problema a Susana Giménez y a su novio Jorge Rodríguez. La entrevista con Grassi fue la primera de la emisión de anoche del programa, que se abrió con una Susana Giménez "horrorizada" todavía por el "loquero" que la recibió ayer en Ezeiza. A su regreso al país, procedente de Miami, decenas de periodistas la siguieron por todo el aeropuerto intentando, en vano, que hablara del escándalo que la envuelve junto con su novio, miembro del staff de Hard Comunication. Amable pero sin excesos, Giménez le preguntó a Grassi el motivo de "su disconformidad" y le presentó sus quejas por "el escándalo que armó al acudir a los medios que ahora nos están acosando". "A mí no me acosan, me preguntan", aclaró Grassi, para luego refirmar que él esperaba "una suma mucho mayor" que la que recibió hasta ahora. En el segundo bloque del programa, cuando apareció Born acompañado por el director de comunicaciones de la empresa, Roberto Engels, el mítico empresario aseguró que a Grassi le pagaron "400.000 pesos cuando debíamos pagarle solamente 190.000, de manera que es mucho más de lo que en realidad le correspondía", aunque jamás explicó de dónde surge esa cifra. Tanto Born como Grassi, siempre por separado, coincidieron en que el contrato, firmado en setiembre del año pasado, establecía que a la fundación le correspondía el 7 por ciento del total de lo recaudado por las llamadas que los teleespectadores hicieron durante varios meses al número telefónico 0939 1-2222. Por tratarse de un concurso con fines benéficos, esas llamadas se cobran a razón de tres pesos cada una, en lugar de los 45 centavos habituales. El padre Grassi, según datos que le habrían sido aportados previamente por voceros de Hard Comunication, suponía una recaudación total de 20 millones de pesos, por la acumulación de llamadas desde setiembre de 1997 hasta mayo pasado. Por eso esperaba 1.400.000 pesos, no los 400.000 que recibió y mucho menos los 190.000 de los que habló Born en el programa de ayer. El presidente de Hard en ningún momento precisó cuál fue el monto recaudado, de manera que es imposible determinar cuál es la suma que corresponde. Born aseguró que mañana (por hoy) "todos los números (se refería a la recaudación y a los montos que se pagaron en premios, publicidad, etc.) van a aparecer publicados en los diarios", supuestamente a través de una solicitada. Anoche fue imposible entablar un diálogo telefónico con los representantes legales de la firma, cuyos celulares estaban apagados, para recibir información de esas cifras. Engels dijo que desde setiembre del año pasado se han pagado "más de 6.200.000 pesos en premios" y descalificó cualquier intento de estafa por medio de lo que calificó como "una forma de colecta moderna", a través de los concursos telefónicos. Grassi, cuyas conversaciones fueron sobre todo con Rodríguez y con Engels, dijo que todavía esperaba más dinero "ya que me dijeron que todavía no se hizo el recuento total de lo recaudado". Durante su charla con Susana Giménez se advirtió un gran esfuerzo, de ambos, por guardar las formas. "Yo quiero decir que usted no tiene nada que ver con esto y quiero decirle a los hijos de Jorge Rodríguez que su padre no es un estafador", dijo el padre Grassi, a quien se notaba nervioso. Previamente, la diva había dicho que el concurso que sale al aire en su programa "surge de un acuerdo entre Telefé y la firma Hard Comunication", cuyo staff está integrado también por el ex jefe montonero Rodolfo Galimberti. "Todos saben que yo no tengo nada que ver, mi relación contractual es con Telefé", insistió varias veces la Giménez para lavar su imagen ante el público que sigue su programa. Con ironía, la conductora trató de poner en aprietos al padre Grassi. Cuando el sacerdote comentó que necesitaba la plata para construir un hogar para niños, Giménez le preguntó sarcástica: "¿Pero que quiere hacer, otro Sheraton?". El comentario surgió luego de que Grassi admitiera que ya había invertido buena parte de los 400.000 pesos recibidos y que necesitaba "otros 600.000 pesos" para concluir las obras. Jorge Born, a su turno, admitió que nunca va "a ningún lado" (en realidad se refería sólo a los medios de comunicación), pero que esta vez se vio obligado porque "se dijeron calumnias, se jugó con mi honor y con el de mis socios". El juez Fernando Cubas investiga una posible "estafa a la fe pública" y una eventual evasión de impuestos por parte de la empresa involucrada en la causa.
CONFESIONES Y AMENAZAS DE LA DIVA "Es un disparate todo lo que se está diciendo. Las tapas de los diarios hablan de cosas irreales, estúpidas. Es una locura todo lo que está pasando pero por primera vez en mi vida voy a iniciar acciones legales." A lo largo de las 18 páginas de la nota que publica la revista Caras, la amenaza de Susana Giménez contra los medios se mezcla con las fotos de la casa de la diva en Miami, bañándose con delfines y de la mano con su novio, Jorge Rodríguez, en quien dice "confiar ciegamente" y estar "entregada". Entregada y todo, Susana dice que no se casará con Rodríguez. "La única vez que firmé un papel me complicó la existencia de una manera ignominiosa (...). Aparte, un papel no te da ni te garantiza un seguro de felicidad. Todo lo contrario, te encarajina la vida, al menos con estas leyes retrógradas que tenemos en nuestro país." No es que crea que él se interesa por su dinero: "Esta vez mi corazón me dice que él está conmigo porque me ama --afirma--. Además es imposible que alguien piense que me quiera robar. Dinero no puede sacar. Nadie te abre el bolso y te saca un cheque. Lo que pasó anteriormente es que me robaron porque había papeles firmados de por medio. Jorge es una persona diferente. Aparte, tiene su propio dinero y su propia independencia económica. No me precisa a mí". ¿Por qué se producen las acusaciones contra el programa? Para Susana se debe a que "no pueden verme tranquila". "A veces siento que tengo millones y millones de personas colgadas de mi cuello y de mi cuerpo, en todos los órdenes, inclusive para beneficiarse. Para vender más y más y decir estupideces", se enoja. Pero no por ello se priva de contar con lujo de detalles su relación con Rodríguez, con quien se filma constantemente porque "nos gusta y divierte tenerlo todo grabado". Dice que "por suerte" no se parece en nada a su ex, Huberto Roviralta. "¿Qué puede tener de Huberto? ¿Un helecho? el abono ...", replica. --¿Cómo le cayeron sus socios, Jorge Born y Rodolfo Galimberti? --le preguntan. --Bien --se limita a contestar ella--, muy bien.
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