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El cineasta español Carlos Saura anunció ayer en España el inminente comienzo del rodaje de la película Goya en Burdeos, en la que ofrecerá, una "visión subjetiva" de los últimos años de la vida del pintor aragonés. El realizador explicó que este proyecto parte de un guión que escribió hace un lustro y en el que intentó plasmar las relaciones que mantuvo el pintor con Leocadia Zorrilla, una mujer 40 años más joven que él, con la que convivió en la localidad francesa y con la que llegó a tener una hija. Saura aseguró que este Goya anciano --que encarnará el actor Francisco Rabal, a esta altura todo un monumento viviente del cine español--, su última amante y la supuesta hija que naciera de aquella relación, formarán el trío de personajes en torno al cual se desarrollará la trama de esta película. "Aunque se bucea en la vida y en sus últimos trabajos y creaciones, la película va a ser muy diferente de otras producciones biográficas, de carácter costumbrista", afirmó el realizador, para quien su proyecto "va a ser otra cosa, un Goya muy personal, una visión muy mía de quién fue el pintor". Se da la circunstancia de que este proyecto coincide con el Goya que actualmente rueda también el director español Bigas Luna, protagonizado por el cubano Jorge Perugorría. Sobre esta coincidencia, Saura dijo que no le preocupa, por estar convencido de que sus intenciones "no tienen nada que ver" con las de su colega. En su película Volaverunt, Bigas Luna se centra en las relaciones de Francisco de Goya con la duquesa de Alba, relaciones que cabe esperar escabrosas, según la tradición del director de La teta y la luna. Para este otro Goya, Saura volverá a colaborar con el director de fotografía italiano Vittorio Storaro, "un maestro de la luz" que recibió un premio en la última edición del Festival de Cannes, por su trabajo en Tango, la coproducción argentino-española, actualmente en cartel en Buenos Aires. Saura se encuentra ahora seleccionando al resto del reparto de su película, "en el que habrá que buscar al menos una actriz que interprete a la duquesa de Alba y a una niña que se encargue del papel de la hija que tuvo con Leocadia Zorrilla". Según Saura, "sin embargo, para el personaje de este Goya maduro no tenía ninguna duda sobre quién lo iba a interpretar, ya que escribí el papel y los diálogos pensando exclusivamente en Paco Rabal". De hecho, Rabal fue uno de los actores esenciales del maestro Luis Buñuel, un aragonés tan célebre como el propio Goya. La elección del título de la película es otra de las labores en las que trabaja con la productora, "ya que aunque me gustaría que se titulara Goya a secas, me imagino que por problemas legales con anteriores producciones o derechos adquiridos por alguien, al final se tendrá que utilizar el subtítulo en Burdeos para poder estrenarla", bromeó el director. Según Saura, "para los españoles la historia de Goya es siempre muy actual, porque el exilio es una constante en la vida política y cultural de nuestro país. Goya se exilia en Francia a los 80 años, después de haber pintado toda su vida en España. A la edad que tenía Goya debe haber sido muy difícil esa espera en Francia, pendiente de que en España algo cambiara, para poder volver. La idea de esa espera me fascina. Y además me ha parecido portentosa la vitalidad de ese hombre que a los 80 años seguía trabajando y no quería morirse. El trabajo es siempre una coartada para engañar a la muerte. Está claro que uno se muere en el momento en que deja de hacer cosas".
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