![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|
Por Pablo Ferreira ![]() Además, el Mosconi dio a conocer en conferencia de prensa un informe que apunta a medir la competitividad de la industria refinadora --que controlan las empresas YPF, Shell, Esso y EG3--, en relación a sus pares internacionales. Según el estudio, en julio último el desfasaje entre la nafta súper puesta en boca de las destilerías, tras subir un nuevo escalón, se ubicó en un 60 por ciento por encima de su valor de referencia internacional, en tanto la común y el gasoil, lo hicieron en un 33 y 54 por ciento, respectivamente. El ex secretario de Energía de Raúl Alfonsín señaló que "desde fines del año pasado, ha quedado en evidencia que el mercado de los combustibles líquidos no está alineado con el mercado internacional". Este fue, precisamente, uno de los objetivos centrales --recordó-- de la desregulación del sector en 1989, que sirvió de justificación, además, para la retirada del Estado del negocio. La metodología adoptada para medir el desfasaje de precios de las petroleras, cuya serie será publicada en forma mensual, difiere de la utilizada por el Gobierno. En lugar de comparar el precio al público de los combustibles con su costo de importación, refiere el precio de las naftas en la destilería a su cotización en el mercado internacional. Para ello el instituto tomó como punto de referencia el valor de las naftas y el gasoil en el puerto de Nueva York. Al respecto el director del informe, Gerardo Rabinovich, explicó que para establecer el grado de competitividad de la industria, es más correcto asumir que Argentina es un país exportador de combustibles, tal como ocurre efectivamente. La investigación del Instituto muestra que, pese a continuar la caída de los combustibles en el mercado internacional, el oligopolio refinador local mantiene sin variantes sus precios en las destilerías. "Los precios de los combustibles líquidos tuvieron en julio una tendencia decreciente en el mercado internacional", aseguró Rabinovich. De acuerdo a sus cálculos, la nafta súper puesta en el puerto de Nueva York retrocedió un 4,3 por ciento con respecto a junio. Pero como en el mercado local no se registraron variaciones, la brecha se amplió del 53 al 60 por ciento. La nafta común también exhibió el mes pasado, aunque en menor medida, un comportamiento descendente en Nueva York. Su cotización (11,4 centavos por litro) disminuyó el 1 por ciento. Así el distanciamiento del precio en las refinadoras locales, donde este combustible tampoco experimentó reducciones, con respecto a la cotización internacional empeoró levemente (del 30 al 32 por ciento). Sin embargo, la asimetría más marcada le correspondió al gasoil. Su desfasaje escaló en virtud de una caída de casi el 11 por ciento en su precio internacional frente a un nulo descenso de precios en Argentina. La diferencia en el valor del combustible entre Nueva York y las destilerías argentinas pasó del 38 al 53 por ciento. Según manifestó Lapeña, el objetivo de la publicación que inició ayer el Instituto Mosconi es que "las compañías adopten una política de autorregulación, que muestre que la renta extra producto de la baja de los derivados no quede exclusivamente en sus manos", como ocurre ahora. También consideró que servirá para alertar al poder público sobre esta anomalía "que debe ser corregida" e informar a los usuarios y consumidores.
|