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LAS PETROLERAS NO BAJAN LAS NAFTAS
Ni una gota al usuario

La rebaja internacional del precio del crudo es apropiada por las refinerías, que no la trasladan al valor de las naftas, según el Instituto Mosconi. Es 60 % más cara que en Nueva York.

El precio de la nafta en surtidor parece ajena a los acontecimientos internacionales.
La caída del precio del petróleo no conmovió a las refinadoras, que mantienen cara la nafta.

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Por Pablo Ferreira

t.gif (67 bytes) La crisis que sacude las plazas financieras del mundo está derrumbando también, a su paso, los mercados de los commodities, como el petróleo. Sin embargo, la persistente caída del crudo sigue sin trasladarse al precio de la nafta al público, porque las petroleras se quedan con esa renta extraordinaria. Ayer, el titular del Instituto General Mosconi, Jorge Lapeña, estimó que el ingreso extra de esas compañías por no trasladar a los surtidores la baja, oscila entre 750 y 1350 millones de pesos por año.

Además, el Mosconi dio a conocer en conferencia de prensa un informe que apunta a medir la competitividad de la industria refinadora --que controlan las empresas YPF, Shell, Esso y EG3--, en relación a sus pares internacionales. Según el estudio, en julio último el desfasaje entre la nafta súper puesta en boca de las destilerías, tras subir un nuevo escalón, se ubicó en un 60 por ciento por encima de su valor de referencia internacional, en tanto la común y el gasoil, lo hicieron en un 33 y 54 por ciento, respectivamente.

El ex secretario de Energía de Raúl Alfonsín señaló que "desde fines del año pasado, ha quedado en evidencia que el mercado de los combustibles líquidos no está alineado con el mercado internacional". Este fue, precisamente, uno de los objetivos centrales --recordó-- de la desregulación del sector en 1989, que sirvió de justificación, además, para la retirada del Estado del negocio.

La metodología adoptada para medir el desfasaje de precios de las petroleras, cuya serie será publicada en forma mensual, difiere de la utilizada por el Gobierno. En lugar de comparar el precio al público de los combustibles con su costo de importación, refiere el precio de las naftas en la destilería a su cotización en el mercado internacional. Para ello el instituto tomó como punto de referencia el valor de las naftas y el gasoil en el puerto de Nueva York. Al respecto el director del informe, Gerardo Rabinovich, explicó que para establecer el grado de competitividad de la industria, es más correcto asumir que Argentina es un país exportador de combustibles, tal como ocurre efectivamente.

La investigación del Instituto muestra que, pese a continuar la caída de los combustibles en el mercado internacional, el oligopolio refinador local mantiene sin variantes sus precios en las destilerías. "Los precios de los combustibles líquidos tuvieron en julio una tendencia decreciente en el mercado internacional", aseguró Rabinovich. De acuerdo a sus cálculos, la nafta súper puesta en el puerto de Nueva York retrocedió un 4,3 por ciento con respecto a junio. Pero como en el mercado local no se registraron variaciones, la brecha se amplió del 53 al 60 por ciento.

La nafta común también exhibió el mes pasado, aunque en menor medida, un comportamiento descendente en Nueva York. Su cotización (11,4 centavos por litro) disminuyó el 1 por ciento. Así el distanciamiento del precio en las refinadoras locales, donde este combustible tampoco experimentó reducciones, con respecto a la cotización internacional empeoró levemente (del 30 al 32 por ciento). Sin embargo, la asimetría más marcada le correspondió al gasoil. Su desfasaje escaló en virtud de una caída de casi el 11 por ciento en su precio internacional frente a un nulo descenso de precios en Argentina. La diferencia en el valor del combustible entre Nueva York y las destilerías argentinas pasó del 38 al 53 por ciento.

Según manifestó Lapeña, el objetivo de la publicación que inició ayer el Instituto Mosconi es que "las compañías adopten una política de autorregulación, que muestre que la renta extra producto de la baja de los derivados no quede exclusivamente en sus manos", como ocurre ahora. También consideró que servirá para alertar al poder público sobre esta anomalía "que debe ser corregida" e informar a los usuarios y consumidores.

 

Para abajo

"Las perspectivas de recuperación del precio del crudo en el corto plazo no están a la vista y se prevé que continuarán en sus actuales niveles, o aun menores, hasta fines de año", asegura el informe del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi. Según el cuadro de situación que describe el trabajo, ese fenómeno obedece a una excepcional combinación de circunstancias desfavorables. En primer lugar, la crisis de Asia, la región que venía mostrando los mayores índices de crecimiento de consumo de petróleo en el mundo, derrumbó la demanda internacional del combustible. Una demanda que, además, se vio debilidad por un invierno escasamente frío en el hemisferio norte. A ello se sumó el imparable crecimiento de los stocks mundiales de crudo que, pese a las permanentes recortes decididos por los países de la OPEP, aumentaron durante el primer semestre de 1998 a un ritmo de 1,5 millones de barriles por día.

Ultimamente, se ha sumado también la reinserción de Irak en el mercado del crudo, en virtud de un nuevo acuerdo logrado con las Naciones Unidas en el marco de la operatoria denominada "alimentos por petróleo". Así, este año sus ventas se duplicaron alcanzando los 2,2 millones de barriles por día este año. Y, como si fuera poco, la crisis financiera de Rusia provocó un importante crecimiento de sus exportaciones petroleras, en aras de obtener divisas fuertes para hacer frente a sus compromisos externos.


Cuánto se paga de más

"Creo que los precios de los combustibles están excedidos, siendo conservador, entre 5 y 9 centavos", gatilló ayer Jorge Lapeña. El experto calculó, además, en unos 15 mil millones la cantidad de litros de naftas y gasoil que se comercializan anualmente en Argentina. Según esa aproximación, las ganancias extra de las petroleras por no alinear sus precios con los valores internacionales oscilaría entre un mínimo de 750 a un máximo de 1350 millones de pesos anuales. Una investigación publicada en el suplemento Cash, el 12 de julio, mostró que las petroleras se quedan con una renta extraordinaria de 3 millones de pesos por día. El cálculo, basado en datos de la Secretaría de Energía, comparó el precio del combustible importado puesto en el surtidor, con los de referencia que YPF, Shell, Esso y EG3 informan a sus estaciones de servicio. Entre estas cuatro compañías controlan cerca del 85 por ciento de las bocas de venta. Así, de no corregirse la notable brecha existente en el valor de venta los combustible, a fin de año las petroleras habrán extraído del bolsillo de usuarios y consumidores más de 1000 millones de pesos adicionales.

 

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