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Adiós a las armas para otra guerrilla irlandesa A una semana del atentado en la localidad de Omagh en el Ulster, que dejó 28 personas muertas y 220 heridas, el Ejército Irlandés de Liberación Nacional (INLA) anunció ayer que renunciará a la violencia. El INLA, al que las fuerzas británicas vincularon al IRA Auténtico (escisión del Ejército Republicano Irlandés, IRA, que se atribuyó el ataque), lamentó las "faltas y severos errores" cometidos en su lucha armada pero resaltó que sigue oponiéndose a los acuerdos de paz firmados en abril y reafirmados en el referéndum realizado en mayo. Ayer se realizó un minuto de silencio en todo el Ulster a tres y diez de la tarde (hora local), el momento en que explotó la bomba en Omagh. Con la renuncia a las armas del INLA, quedan sólo dos organizaciones que no renunciaron formalmente a la violencia: el IRA Auténtico y el IRA de la Continuidad (CIRA). El IRA ya ha declarado el cese del fuego y, del lado protestante, el UDA-UFF (Combatientes para la Libertad del Ulster-Asociación de Defensa del Ulster) y la Fuerza de Voluntarios Lealistas (LVF) también lo hicieron. El INLA, un grupo nacionalista de reivindicaciones socialistas, se separó en los años setenta del IRA y era considerada una de las fuerzas más fanáticas y potentes del lado republicano. Está constituido por 50 miembros fuertemente armados que cometieron atentados en forma aislada pero espectacular, como cuando asesinó en 1979 a Airey Nave, un allegado a la entonces premier británica Margaret Thatcher, en el estacionamiento del Parlamento de Londres. Más recientemente, a fines del año pasado, también se atribuyó el crimen del líder lealista (adherente a la presencia británica en el Ulster) Billy Wright, cometido en la cárcel de Maze. El encargado de transmitir la decisión fue el brazo político del INLA, el Partido Irlandés Republicano Socialista (IRSP). "Hemos aceptado el consejo y el análisis del IRSP de que ya no existen las condiciones para la lucha armada", dijo el comunicado del INLA, quien reconoció que "la situación política ha cambiado" y que "los habitantes de la isla de Irlanda expresaron sus deseos muy claramente". El INLA también hizo un mea culpa de la violencia. "Personas inocentes fueron asesinadas y heridas, y a veces nuestras acciones como ejército de liberación quedaron muy lejos de lo que debían haber sido", señaló la organización, pero estas disculpas no se extienden "a los verdugos y a sus verdugos lealistas". El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, dijo que el anuncio "es una buena noticia al fin de una semana trágica". Ahern asistió a un gran oficio religioso realizado conjuntamente en el centro de Omagh por las cuatro iglesias existentes en Irlanda del Norte (católica, anglicana, presbiteriana y metodista), en las que se calculó la asistencia de 40.000 personas. En el acto también estuvieron la presidenta de la República de Irlanda, Mary McAleese, el líder protestante moderado David Trimble y representantes de todos los partidos del Ulster, incluyendo el Sinn Fein, ala política del IRA. La misa oficial de homenaje a las víctimas, en la que están previstas la presencia de la reina Isabel II, el premier británico Tony Blair y su par español José María Aznar (en homenaje a los ciudadanos españoles muertos en la explosión), está prevista para otro día.
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