Por Raúl Dellatorre
Mientras Roque Fernández sigue gastando esfuerzos en convencer a los mercados financieros
de que Argentina es inmune a la crisis financiera, la industria comenzó a evidenciar
signos de desaceleración. Los estimadores de actividad elaborados por el INdEC muestran,
por primera vez con posterioridad a la crisis del Tequila, el predominio de rubros con
caída en su producción respecto del año anterior. Los sectores textil, metalmecánica,
siderúrgico y algunos renglones de la alimentación son los más afectados. La
construcción detuvo abruptamente su crecimiento. En tanto, el mes pasado continuó la
parálisis de creación de empleo en el sector privado que se registra desde que comenzó
el año.
El estimador mensual industrial evidenció en julio, todavía,
resultados positivos con respecto a un año atrás, pero con un crecimiento de apenas el
0,5 por ciento. Después de 28 meses ininterrumpidos con comportamiento positivo, la serie
está a punto de interrumpirse. Por otra parte, los indicadores de producción de los
primeros siete meses del año reflejan un crecimiento del 5,6 por ciento con respecto a
igual período de 1997, bien por debajo del crecimiento del 8,7 por ciento de todo el año
pasado en relación al '96.
Pero cada vez son más los sectores que empiezan a ver cómo se dobla
hacia abajo la curva de producción. La construcción vio desinflarse en julio el boom de
crecimiento que inició a fines de 1996. La actividad aumentó en el último mes apenas un
0,8 por ciento con respecto a julio de 1997. Entre ambos períodos, el despacho de cemento
al mercado interno creció el 1,4 por ciento, aunque sin la incidencia de la oferta
importada se registra una caída del 3 por ciento. Comparado con tasas de aumento de la
actividad superiores al 20 por ciento registradas a lo largo del segundo semestre de 1997,
la desaceleración es más que notable.
Según la observación del INdEC, la crisis impactó en los sectores
económicos en forma mucho más negativa de lo que lo traducen el ministro de Economía y
sus colaboradores. "El clima de cautela reinante, motivado por la crisis bursátil
internacional y la incipiente tendencia al encarecimiento del crédito, pudo haber
demorado decisiones de inversión", apunta el informe del instituto oficial de
estadísticas, para preocupación de Roque.
Las expectativas de las empresas del sector no indican que la
desaceleración sea pasajera. El 63,4 por ciento de los empresarios encuestados respondió
que no espera que su nivel de actividad varíe en lo inmediato con respecto a julio,
mientras el 36,6 por ciento restante se reparte por igual entre quienes esperan que
aumente o disminuya. En cambio, los mismos consultados son algo más pesimistas respecto
del nivel de empleo: un 22 por ciento pensaba disminuir este mes la cantidad de personal
ocupado, un 17 por ciento esperaba aumentarla y otro 61 por ciento dijo que no la
variaría. Aunque la cosa no empeore, algunos prefieren curarse en salud.
La recesión que se prenuncia amenaza impactar fuerte en el nivel de
empleo. Junto a la construcción, un sector marcadamente mano de obra intensivo, se anotan
entre los más afectados la industria textil y la metalmecánica, dos renglones
caracterizados por la preeminencia de pequeñas y medianas empresas, en las que
tradicionalmente se concentra la generación de empleo.
Las paradas de planta con suspensión de personal y cancelación de
líneas de producción en la industria textil, y la desaceleración de la actividad en
químicos y metalmecánicos por las mayores importaciones y la caída en los precios
internacionales, son algunos de los síntomas de un panorama ensombrecido. Aun en sectores
como el de agroquímicos, que registró en los primeros siete meses del año el más
significativo aumento de producción con respecto al año pasado --48,1 por ciento--, tuvo
en julio un módico crecimiento del 1,3 por ciento respecto de igual mes de 1997. Como en
otros sectores ligados al agro, la desaceleración se liga al descenso de los precios
cerealeros que apretó los bolsillos de los agricultores.
Economía sigue confiando en la solidez del sistema financiero. Pero la
crisis asiática se le coló por otros agujeros: la caída de precios de los cereales y
commodities industriales; la invasión de importados desde los países asiáticos que
devaluaron; la retracción de las inversiones de lenta ejecución por temor a la suba en
los costos financieros.
Economía confía en el equilibrio automático de los mercados. Pero
mientras tanto, la industria exportadora queda descolocada en la competencia mundial
frente a productores con monedas más débiles, que han deprimido los precios
internacionales.
Economía apuesta a la reforma laboral como respuesta al desempleo actual. Pero la
industria se prepara para reducir sus planes de producción y, con ello, sus empleos.
EN PLENO INVIERNO EL FRIO YA SE SIENTE EN LAS FABRICAS |
Dietas con calorías
Más pan y fideos, y
menos carnes rojas. La dieta de los argentinos parece ajustarse a los malos pronósticos
de las derivaciones de la crisis. De la lectura de la evolución de las estadísticias
oficiales de la producción industrial en el sector de Alimentos, se observa que rubros de
consumo popular, como azúcar, cerveza, yerba mate elaborada y carnes rojas sufrieron un
marcado descenso, entre el 7 y el 18 por ciento, en los primeros siete meses del año con
respecto a igual período de 1997. Sólo los rubros Aceites, Carnes Blancas y Panadería y
Pastas evidencian crecimientos importantes, superiores al 12 por ciento. Pero el primero
está directamente relacionado con la exportación. Las carnes blancas se vieron
favorecidas por el menor precio relativo de estos productos y la disminución de
importaciones provenientes de Brasil.
Textiles con poca tela
La
industria textil está viviendo la crisis en toda su plenitud. Las fibras sintéticas
tuvieron una mejor evolución en los primeros meses del año por la mayor colocación de
partidas en el mercado brasileño, pero a partir de julio ingresaron en el cono de sombras
del resto del sector. La producción de hilados de algodón y tejidos viene en picada. El
incremento de las importaciones de confecciones, telas, hilados y fibras, principalmente
del sudeste asiático y de Brasil, junto a la caída generalizada de precios, le dan marco
a la caída de la actividad. El mes pasado se registró una importante caída en las
ventas al mercado interno. Confeccionistas de envergadura han suspendido sus pagos a
proveedores, y algunas firmas ya cancelaron algunas líneas de producción y recurrieron a
paradas parciales de planta con suspensión del personal.
Con el freno de mano
La
producción automotriz fue uno de los rubros más dinámicos de la industria manufacturera
en los primeros meses del año, pero en julio empezó a vivir los signos de la
desaceleración. Las ventas al mercado interno de vehículos de fabricación nacional
cayeron un 13 por ciento respecto a igual mes del año pasado, de acuerdo a los datos
oficiales del Indec. El resto del sector metalmecánico evidenció una baja, entre los
mismos períodos, del 5,5 por ciento. La industria metalúrgica sufre las consecuencias
del descenso de los precios internacionales, que da lugar a mayores importaciones. La
producción de maquinaria agrícola ve reflejada en sus bajas ventas, la cautela de los
productores como respuesta a la caída internacional en los precios de los cereales y los
efectos negativos de las inundaciones, que no terminan de ceder.
Parate en la siderurgia
Durante
julio, se acentuó la disminución que ya había experimentado el mes anterior la
siderurgia. Las empresas del sector se vieron afectadas por reajustes a la baja en la
industria automotriz. La crisis de Asia y la baja en los precios del petróleo impactaron
fuertemente en el rubro tubos sin costura, que llevó a la principal empresa del sector a
efectuar una parada de planta extraordinaria de una semana, decisión que estaba
programada llevar a cabo en febrero del año próximo, según el informe del Indec. La
producción de aluminio de los primeros siete meses no alcanzó las cifras de igual
período del año anterior, y en julio registró una baja más significativa. El escenario
que enfrenta la rama presenta precios deprimidos que las firmas productoras estiman que se
mantendrán invariables durante los próximos doce meses.
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EL ESTABLISHMENT BUSCO TRANSMITIR TRANQUILIDAD
Para los Ocho, todo bajo control
Los empresarios del
Grupo de los Ocho se reunieron ayer para analizar la evolución de la crisis financiera.
Aunque existen diferencias en su seno interno por la reforma tributaria --que los
banqueros apoyan y los industriales denostan--, hacia afuera el discurso unificado fue de
respaldo al Gobierno por cómo está afrontando la debacle de los mercados. Los
representantes del agro, el comercio, la industria y las finanzas no ocultaron su
preocupación por los peligros que conlleva la crisis, pero subrayaron que la economía
está mucho mejor preparada que en el efecto Tequila para soportar esta situación. Por su
parte, Carlos Menem reiteró su rechazo al pacto de gobernabilidad propuesto por el
Frepaso y aseguró que "la convertibilidad está totalmente asegurada".
El último encuentro del G-8 había sido hace un mes y medio.
Ante la gravedad de la crisis, los empresarios consideraron que era el momento de volver a
reunirse y transmitir un mensaje tranquilizador. "La Argentina sufre los efectos de
lo que sucede en otras economías, como las de Rusia y Venezuela; pero estoy convencido de
que internamente la situación es muy sólida", destacó el titular de la Asociación
de Bancos Argentinos (Adeba), Eduardo Escasany, uno de los pocos sectores que ven la
crisis desde una posición privilegiada. Sin embargo, su par de la Cámara Argentina de
Comercio, Jorge Di Fiori, comentó a Página/12 que las ventas minoristas se vienen
desacelerando desde hace un trimestre, y que esa tendencia se profundizará si aumentan
las tasas de interés.
En rigor, los empresarios trabajan con hipótesis de menor actividad
para el último trimestre del año y principios de 1999. De acuerdo con los datos
oficiales presentados ayer por el INdEC, esa tendencia comenzó a evidenciarse el mes
pasado: en la construcción se frenó el "boom" y en la industria el crecimiento
de julio fue el más moderado en lo que va del año. Claudio Sebastiani, titular de la
Unión Industrial, sede del cónclave de ayer, morigeró sus críticas al equipo
económico. La semana pasada había advertido que si Roque Fernández no hace nada
"en poco tiempo habrá que hablar de devaluación". En cambio, ayer comentó que
el G-8 no reclamará medidas al Gobierno, aunque reiteró el rechazo de la UIA a la
reforma tributaria.
"Es el peor momento para aumentar la presión impositiva",
afirmó Sebastiani, exhibiendo una de las diferencias que mantiene con los banqueros.
Escasany, a dos metros del presidente de la UIA, decía en ese momento que la sanción del
proyecto tributario sería "una buena señal para los inversores". Justamente,
las reuniones del G-8 se habían suspendido al no poder zanjar esa diferencia.
Gregorio Chodos, vicepresidente de la Cámara de la Construcción,
señaló a este diario que "los empresarios confiamos en que la consistencia de la
economía hará que el impacto de la crisis sea leve, aunque sabemos que atravesamos un
momento difícil". Escasany y el titular de la Bolsa de Comercio, Eugenio De Bary,
brindaron un informe a sus pares sobre la situación en los mercados financieros.
"Fue muy tranquilizador", dijo Chodos, quien evaluó que "en este sentido,
estamos mucho más preparados que cuando estalló la crisis mexicana".
Por su parte, Francisco Macri también se sumó al coro del
establishment que salió a llevar calma. En declaraciones radiales, sostuvo que
"nuestra economía es sana, está bien administrada y no tenemos los problemas de los
países que están en crisis". En tanto, Menem aseguró que "la Argentina sigue
creciendo pese a las devaluaciones asiáticas, y aquí la convertibilidad está totalmente
asegurada". |
La UIA busca aliados
La cúpula de la Unión
Industrial Argentina (UIA) reiteró ayer ante la Alianza UCR-Frepaso su rechazo al
proyecto de ley de reforma laboral que impulsa el gobierno, al tiempo que reclamó la
inclusión de varias modificaciones en la iniciativa oficial de reforma tributaria.
Claudio Sebastiani, Sergio Einaudi, Hugo D'Alessandro, Roberto Arano y
Alberto Alvarez Gaiani se habían sentado en las primeras sillas que encontraron en la
sala elegida, en el tercer piso del anexo de Diputados. Así, quedaron intercalados entre
sus interlocutores. El frepasista Darío Alessandro les pidió que se trasladaran, y
consiguió que quedaran enfrentados, cinco contra cinco. Junto a Alessandro estaban Carlos
"Chacho" Alvarez, Rodolfo Terragno, Federico Storani y Rodolfo Rodil.
Los aliancistas escucharon entonces que la reforma laboral no debe
salir como tal y como la plantea el Gobierno, y que la reforma tributaria debe ser
modificada para que incluya incentivos para los proyectos de exportación, y un mecanismo
que agilice la devolución del IVA y los reintegros, entre otros reclamos.
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Para Roque no pasa nada
"Durante el período
que dure tendrá incidencia en la tasa de interés pero no influirá en el crecimiento de
Argentina", dijo ayer Roque Fernández al evaluar el impacto local de la crisis. El
ministro habló en la apertura del congreso del Instituto Internacional de Finanzas
Públicas. Para Roque la economía argentina "está fuerte" como para afrontar
los efectos de la tormenta financiera y descartó que se produzca una fuga de capitales.
"Por el contrario --aseguró al respecto--, a medida que transcurra el tiempo vamos a
ir diferenciándonos de los países que necesitan ajustes estructurales". En su
opinión, "Argentina ya los ha hecho y está en una posición cómoda". El
funcionario precisó que "estamos evolucionando razonablemente bien en términos de
depósitos y hay tranquilidad en los inversores". Además, señaló que "nuestra
situación de acceso a los mercados está asegurada".
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Más trabajo no hay y el que dan es a
prueba
Un relevamiento privado, que hasta
este mes era base de estudios del Ministerio de Trabajo, confirma el avance de la
precarización. |
De cada 100 contratos estables que se
extinguen, se toman sólo 85 empleados en als mismas condiciones |
El empleo no crece y,
para peor, las empresas están reemplazando personal efectivo por trabajadores a prueba. Y
a éstos le estarían extendiendo el período de contratación sin efectivizarlos, al
margen de las condiciones legales vigentes. El fenómeno quedó reflejado en los
resultados de la encuesta mensual que realiza la Sociedad de Estudios Laborales, dirigida
por Ernesto Kritz. De acuerdo a ese relevamiento, la creación de empleo en el sector
privado permanece estancada desde enero de este año, cuando se interrumpió la evolución
positiva observada desde marzo de 1996 a diciembre de 1997. En el
mes de julio, según el estudio de la SEL que hasta este mes lo realizaba para el
Ministerio de Trabajo, prácticamente no hubo mejora en el nivel de empleo privado. El
crecimiento de apenas 0,07 por ciento resulta de un aumento en la ocupación en Servicios
comunales, sociales y personales (1,16 por ciento) y una simultánea baja del empleo en la
Construcción (1,18) y en las áreas de Electricidad, gas y agua (0,9).
De acuerdo a la encuesta, realizada en las primera quincena de agosto
sobre 259 empresas de Capital y Gran Buenos Aires, la rotación mensual (renovación) de
los planteles laborales se mantiene en torno al 2 por ciento de la dotación total. Entre
las altas, el 19 por ciento corresponde a trabajadores contratados a prueba, el 44 por
ciento a los empleos fijos (duración indeterminada) y el 37 por ciento restante a
contratos temporales.
Comparando dichas proporciones con las que resultan de analizar la
composición de las bajas, surge que mientras se mantiene estable el número de
trabajadores con contratos temporales, aumenta el de los contratados a prueba y se reduce
el de los empleos fijos. De cada 100 contratos estables que se extinguen, se toman sólo
85 empleados en las mismas condiciones. Por cada contrato a prueba que vence, en cambio,
se toman dos nuevos empleados en la misma situación de precariedad. La propia entidad que
comanda Kritz admite que "esta diferencia puede encubrir situaciones de mal uso del
período de prueba, como consecuencia de una extensión o no efectivización del personal
afectado por él".
En la evolución interanual, se observa que el sector de Servicios
Financieros y a las Empresas lidera el ranking de creación de empleo, con un aumento del
16,6 por ciento respecto de julio del año pasado. Le sigue el sector de Comercio,
Restaurantes y Hoteles, con el 6,1 por ciento de incremento y los Servicios comunales,
sociales y personales, con el 5,1 por ciento. En cambio, se observan importantes caídas
en la ocupación que demandan la Construcción, con una baja del 11,3 por ciento,
Electricidad, Gas y Agua (-6,5 por ciento) e Industria Manufacturera (-2,4 por ciento).
Medido por tamaño de empresa, la mayor creación de empleo
correspondió a las firmas con más de 200 ocupados, que aumentaron su dotación en un 5
por ciento, mientras que las firmas de menos de 50 empleados registraron un ascenso del
2,9 por ciento en su nivel de contratados. Las medianas tuvieron un alza de empleo del 0,7
por ciento en el año.
En julio pasado, todos los estratos reflejaron la desaceleración en la creación de
empleo. Pero mientras las grandes y medianas observaron un leve aumento del 0,2 por ciento
en sus dotaciones, las empresas pequeñas registraron un descenso aproximado al 0,4 por
ciento. |
LOS ECONOMISTAS PIDEN MAS AJUSTE
Quien necesita enemigos
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"De ninguna
manera esperaría (con esta crisis) el susto que tuvimos en el '95", aseguró ayer
Guillermo Calvo, el economista al que se le adjudica haber anticipado el tequila. Su
vaticinio, compartido por diversos economistas de distinto signo, también apunta que
Argentina no saldrá totalmente indemne de la crisis financiera internacional. La suba de
las tasas de interés y un menor ritmo de crecimiento serán las consecuencias más
visibles."No hay razones objetivas para preocuparse",
señaló Calvo, "lo único que se vio es caídas en la Bolsa pero no han tenido
importancia sobre el resto de la economía". El especialista, considerando la
fortaleza que sigue mostrando el sistema financiero, se permitió aconsejar a los
ahorristas de plazo fijo que "dejen tranquila esa plata" en los bancos. Pero
advirtió, al mismo tiempo, que no es el momento más recomendable para pensar en pedir
crédito "porque las tasas de interés serán altas".
Domingo Cavallo, por su parte, coincidió con Calvo en que el derrumbe
bursátil de las últimas semanas "es injusto porque Argentina está en una
situación mucho más sólida que la mayor parte de las economías emergentes".
La receta de diferenciar a la Argentina de los demás mercados emergentes para
enfrentar la crisis la recomiendan los economista de la Alianza. Por caso, Rodríguez
Giavarini sugirió a Roque Fernández disponer "de todo elemento que ayude para dar
señales muy fuertes de que el país mantiene en orden" las cuentas públicas. En
igual sentido se manifestó Mario Brodershon, ex subsecretario de Hacienda de Alfonsín,
para quien es preciso crear "mayor certidumbre en el equilibrio de las cuentas
públicas para sortear la caída de la actividad económica producto de la crisis. Y, en
línea con el diputado frepasista Carlos "Chacho" Alvarez, propuso "no
dilatar el debate sobre la coparticipación federal" y que el Gobierno considere la
posibilidad de presentar un presupuesto plurianual. |
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