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Por Laura Vales Primero le dijo al juez que no tenía nada que ver con el tema; después, el propio presidente Carlos Menem señaló que mentía, y ahora se niega a declarar. El comisario Guillermo Armentano, jefe de la custodia presidencial, se negó a dar a la Justicia los nombres de quienes arrancaron el reloj de la muñeca del hijo del Presidente, y a aclarar su participación en el hecho. Con esta estrategia judicial, Armentano también evitó el mal trago de explicar por qué el día de la muerte de Carlos Menem Junior sus custodios estaban a kilómetros del lugar donde cayó el helicóptero, y por qué llegaron media hora más tarde. El comisario era el jefe de estos guardaespaldas, pese a lo cual nunca investigó las irregularidades que cometieron. Otros dos policías federales, los subcomisarios Néstor Ruiz Valdez y Carlos Respighi, que también habían sido citados a indagatoria por el juez en lo criminal Eduardo Alomar, tomaron la misma actitud de cerrado silencio. El magistrado investiga a los tres policías en una causa abierta por la desaparición de un maletín donde Junior llevaba más de treinta mil dólares, su reloj y otros efectos personales del corredor Silvio Oltra. El juez de San Nicolás considera que el jefe de la custodia presidencial conoce a los ladrones del reloj, y por eso lo procesó por los delitos de encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Detrás de la recuperación del Rolex hay una historia misteriosa, a través de la cual se podrían conocer detalles importantes sobre la muerte del hijo del Presidente. En los minutos que siguieron a la caída de la máquina, alguien le sacó a Junior el Rolex, que estuvo desaparecido durante más de un mes, y llegó a manos del Presidente sin que la Justicia recibiera ningún tipo de explicación. Ante versiones públicas de que el jefe de la custodia presidencial, Guillermo Armentano, era quien lo había recuperado, el juez Alomar lo citó a declarar, pero el comisario le aseguró que no tenía la menor idea sobre el tema. Poco después, fue el propio Menem quien dijo que Armentano mentía, y esta mañana Zulema Yoma volvió a relatar que el comisario le entregó personalmente el reloj a Menem. Zulema también acusó al funcionario de "encubrir el atentado" y le reclamó que diga dónde están los restos del helicóptero", desguazado y vendido con una celeridad inexplicable. La ex primera dama había viajado a San Nicolás acompañada por su abogado Franco Caviglia, sólo para escuchar el testimonio del comisario. Tras la frustrada audiencia, anunció que cuenta con los testimonios de personas a quien su hijo habría confesado su temor a sufrir un atentado. "Tengo las grabaciones, los conozco, y van a declarar en su momento ante el juez federal Villafuerte Ruzo" aseguró Zulema. Fuentes cercanas a su equipo de asesores dijeron a Página/12 que la testigo en cuestión sería una amiga de Junior, a quien --la tarde anterior a su muerte-- le habría dado cinco nombres de quienes sospechaba que querían atentar contra su vida. Esta mujer habría hablado esa misma noche --la del 14 de marzo de 1995-- con otras personas, a quienes les comentó en detalle los temores de Menem Junior. Los abogados de Zulema también tienen expectativas sobre la próxima declaración del hijo del ex jefe de la Fuerza Aérea, brigadier José Juliá. Franco Caviglia indicó que Juliá, que trabaja en la Secretaría de Inteligencia del Estado, acercó hace un mes a Zulema un listado de las personas que podrían estar vinculadas con el supuesto homicidio de Menem Junior. Y en el cruce de las dos listas, en la que hay importantes figuras del entorno presidencial, habría nombres repetidos. Zulema también destacó que no pedirá al juez federal Carlos Villafuerte Ruzo el cambio de carátula de la causa --de investigación de muerte a doble homicidio-- "porque es él mismo quien deberá reconocer de una vez por todas que esto fue un atentado", y anticipó que pedirá que se llame a declarar a su hermana Amira y al titular del organismo coordinador de los Cascos Blancos, Octavio Frigerio, aunque no aclaró qué aportes podrían hacer estas personas a la causa.
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