Los dinares truchos bajo la lupa
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Por Miguel Bonasso El vicecanciller Andrés Cisneros, confirmó ayer a Página/12 la primicia adelantada en exclusiva por este diario en la edición del último domingo: el emirato de Bahrein investiga a la empresa argentina Ciccone Calcográfica por la presunta emisión sin autorización de 137 millones de dinares que equivalen a 370 millones de dólares. En una nota oficial dirigida a este cronista, Cisneros informa que la Cancillería "recibió el 11 de junio una nota oficial del gobierno de Bahrein solicitando avalar --ante los letrados de esa empresa (Ciccone Calcográfica)-- la representatividad de los gestores de dicho gobierno (el Emirato de Bahrein), a cargo de la investigación. Se dio curso a lo solicitado, procediéndose --de inmediato-- a tomar contacto con el citado letrado de la empresa argentina, avalando la identidad de los representantes del gobierno de Bahrein, con el objeto de que éstos pudieran tener acceso a documentación pertinente para la investigación". El thriller financiero que reveló este diario era, someramente, así: hace poco tiempo, la empresa argentina Ciccone Calcográfica ganó una licitación internacional para imprimir papel moneda de un pequeño pero rico Estado del Golfo Pérsico, el emirato independiente de Bahrein, cuya divisa, el dinar, se cotiza bien en los grandes mercados internacionales. Entre los derrotados figuró la tradicional y poderosa empresa británica Thomas de la Rue. En junio último un piloto belga, su novia y otras ocho personas fueron detenidas en Bélgica, Suiza y otros países europeos por intentar cambiar cientos de miles de dinares técnicamente irreprochables, pero a la vez ilegales, porque formarían parte de una sobreemisión no autorizada por las autoridades monetarias del emirato. Estas detenciones y la investigación desplegada por agentes de los servicios secretos de Bélgica, Suiza, Inglaterra y Estados Unidos, llevarían a ciertas conclusiones: el piloto belga y la gigantesca organización que lo habría contratado trabajaban para "lavar" la apreciable suma de 370 millones de dólares en billetes de 20 dinares, aparentemente impresos en Buenos Aires por una "empresa argentina". A mediados de junio, cuando esta intriga internacional empezaba a desplegarse --todavía dentro de una reserva absoluta--, llegó a Buenos Aires un señor inglés, llamado John Howard, que tenía como misión entrevistarse con los directivos de Ciccone Calcográfica, la megaimprenta que fabrica en Argentina pasaportes, cédulas verdes, chapas de automóviles y permisos de portación de armas, y comenzar una discreta investigación. Bahrein sospechaba (y sigue sospechando) que hubo una emisión no autorizada de dinares y dirigió una nota oficial a la Cancillería pidiendo apoyo para los hombres que tendrían a cargo la delicada tarea. A partir de este punto las gestiones oficiales que revela la nota de
Andrés Cisneros: "Nueve días después del pedido (del emirato), el 20 de junio,
luego de comunicar al gobierno de Bahrein la gestión realizada, se le solicitó asimismo
información adicional sobre el eventual inicio de acciones judiciales y todo elemento o
documentación vinculado a los hechos. Por su parte, el gobierno de Bahrein agradeció el
23 de junio la colaboración de la Cancillería y adelantó que la mantendría informada
de la evolución de la investigación y sus derivaciones, sin que hasta la fecha se haya
recibido comunicación adicional alguna sobre el particular". "El 8 de julio
--informa el vicecanciller Cisneros-- los antecedentes mencionados fueron girados al
Ministerio del Interior con la sugerencia de su posterior remisión al Procurador General
de la Nación". La nota de Cisneros concluye con un párrafo muy sugestivo:
"Cabe señalar, adicionalmente, que el diario saudita Asharq Al-Awsat
reprodujo, con fecha 7 de julio, declaraciones de autoridades de Bahrein, confirmando que
la cooperación prestada (por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina) fue
muy sensata y de bajo perfil, poniéndose el bienestar y el beneficio del Estado de
Bahrein en primer lugar". |