Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


DECLARAN MUJERES QUE PODRIAN HABER RECIBIDO UN BEBE CAMBIADO

La difícil búsqueda de Micaela

Las dos mujeres aceptaron hacerse análisis de ADN, pero una de ellas se niega a que su hija lo haga. Buscan una beba cambiada.

na17fo01.jpg (6408 bytes)

A Verónica Martínez le dijeron que su beba había muerto en el hospital, cinco años atrás

Por Alejandra Dandan

t.gif (67 bytes)  Las huellas de Micaela siguen difusas. En la investigación que trata de rastrear el cambio de Micaela Sepúlveda por otro bebé hace cinco años en el Hospital Penna de Bahía Blanca, once mujeres fueron citadas por la Justicia, pero sólo dos se presentaron: Mariela Navarrete y Patricia Norma Recalde. Ambas dieron a luz entre el 12 y 14 de junio del '93 en el Hospital José Penna, el mismo donde el 13 de junio a las 20.35 nacía Micaela, hoy desaparecida. Nueve horas después, Verónica Martínez, mamá de Micaela, recibía como propio el cuerpo muerto de una bebé. Como informó Página/12, dos pruebas de ADN confirmaron que el cadáver entregado a Verónica no era el de Micaela. Juan Carlos Bonacorsi, dueño de la empresa funeraria señalada por directivos del hospital como eventual responsable del cambio reveló a este medio que entre el 14 y 18 de junio tuvo un solo cadáver de bebé a su cargo: era mujer y fue identificado como Micaela Sepúlveda. El mismo sobre el que más tarde se hacían las pruebas genéticas.

El juzgado penal a cargo de Mario Burgos intenta ahora tomar pruebas de ADN de las mujeres que dieron a luz en aquel momento. Este análisis permitiría constatar o descartar si alguna de sus hijas mujeres es Micaela y si alguna de las parejas resultan ser padres de aquel cuerpo entregado a Verónica. Las únicas dos mujeres que se presentaron tuvieron posiciones distintas frente a la propuesta de someter a sus hijas --ahora de 5 años-- a los análisis: Mariela Navarrete los autorizó tanto para ella, su pareja y su hija, Daiana, mientras que Patricia Recalde y su esposo rechazaron el examen para la hija. "Recalde consideró que el examen implicaba someter a la nena a una experiencia traumática, sin sentido", aseguró a este medio una fuente del juzgado. Esta negativa, de acuerdo con lo adelantado por la fuente, "no implica presunción en contra de nadie". Si bien no existiría forma legal que los obligue a someterse al estudio, la Justicia busca en estos momentos el modo de hacerlo.

En tanto, el juzgado consiguió localizar y gestiona ahora el traslado de otras dos mujeres, Rosa Valdebenito, radicada en Necochea, y Yolanda Castro Quilpatay en Bolivia. Las siete restantes serán buscadas a través de los padrones por el Registro Nacional de las Personas. La búsqueda deberá concluir antes del 7 de septiembre, fecha en la que comenzarán a realizarse los estudios de ADN. Pero, aun con la intervención del Registro Nacional, el trabajo de rastreo que se hace desde el juzgado atraviesa por caminos obstinadamente sinuosos. Hace cinco años, cuando nació Micaela, en el Penna no se exigían ni documentos ni certificación alguna para la inscripción de las parturientas. Las mujeres podían alterar direcciones o incluso nombres sin dificultad. Esta irregularidad fue confirmada a este medio por el mismo director de hospital, Jorge Gabbarini. "Ahora empezamos a pedir documentos porque nos ocurrió incluso que algunas mujeres venían y se anotaban con nombres de otras. De este modo el hijo era inscrito como de esa otra mujer que pasaba a ser madre natural del recién nacido".

La búsqueda de Micaela Sepúlveda empezó a las 6 de la mañana, un día 13 de junio del '93. Fue la abuela de Verónica, Elena Mansilla --la única que había visto viva a su bisnieta después del parto-- quien percibió que algo olía mal: "Ese cuerpo no es Micaela", dijo cuando le entregaron el cadáver. Nadie creyó entonces aquello que sonaba a locura. Pero la vieja Elena persistió y consiguió, tres años después, el primer examen genético sobre el cuerpo. El resultado mostró que no era Micaela. Un año después una nueva prueba, pero esta vez sobre la parafina de la autopsia hecha por el hospital, volvía a confirmar el resultado. Con este segunda prueba se reforzaba también la hipótesis del cambio de bebé ocurrido en el Hospital. Pero los directivos del Penna negaron a Página/12 la existencia de alguna falla en el hospital. Tras rechazar como válidas, incluso las pruebas de ADN, Gabbarini dijo que, de haber habido error, fue en la funeraria. "El cuerpo estuvo tres días fuera del hospital antes de regresar para la autopsia; el cambio pudo darse allá". Pero también esta hipótesis se evapora. Bonacorsi remitió a la Justicia un informe, en el que indica que entre el 14 y 18 de junio de 1993 hubo un solo bebé en la empresa. Ese cuerpo apareció en los papeles con el nombre de Micaela.

 


Las claves del caso

* Micaela Sepúlveda nació el 13 de junio del '93 en el Hospital José Penna de Bahía Blanca. Su padres son Verónica Martínez y Esteban Sepúlveda.

* El bebé entregado con ese nombre murió el 14 de junio a las 6 de la mañana.

* La investigación por cambio de bebés fue iniciada por la única que vio a Micaela después del parto: Elena Mansilla, abuela de Verónica.

* Cuando dio a luz a Verónica no le permitieron ver a su hija. Micaela fue llevada a Neonatología y durante la madrugada su madre fue convocada; la beba ya agonizaba.

* Se hicieron dos pruebas de ADN, uno al cadáver y otra a los restos de la autopsia. Ambos resultados coinciden: el cuerpo no pertenece a Micaela.

* Hay once mujeres que dieron a luz bebas en el Hospital Penna entre el 12 y el 14 de junio. A partir del 9 de septiembre, serán sometidas a análisis de ADN junto a sus maridos y sus hijas, para comprobar si alguna niña es Micaela.

 

PRINCIPAL