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Tras el escándalo desatado en torno del concurso telefónico del programa de Susana Giménez, finalmente Lotería Nacional puso un límite a los juegos de la televisión montados con las líneas 0-600. Ayer el organismo publicó en el Boletín Oficial la resolución 178/98 que regula el funcionamiento de estas líneas, que en los últimos años facturaron millones de pesos sin ningún tipo de control. A partir de ahora, cada concurso, sorteo o competencia que se efectúe mediante la utilización de medios de comunicación masivos y cuyo ganador surja del azar, tendrá que ser previamente autorizado por Lotería Nacional. "No puede haber un particular beneficiado con estos juegos. El organizador de la promoción no puede cobrar un monto desmedido", aclaró a Página/12 el presidente del organismo, Félix Gaibisso. Si se cumplen sus palabras, se acabaría el negocio para las empresas como Hard Communication, del novio de Susana (ver aparte). De acuerdo con la flamante normativa, al menos el 35 por ciento de la recaudación deberá destinarse para premios. El monto restante --descontados los costos de la operatoria-- irá a parar a la Secretaría de Desarrollo Social para beneficencia. En realidad, la resolución 178/98 es la reglamentación del decreto 558/98, publicado el 26 de mayo en el Boletín Oficial. Este decreto presidencial le dio un máximo de 60 días a Lotería Nacional para que lo reglamente. Sin embargo, a pesar del vacío legal reinante, el organismo no mostró apuro por poner coto al millonario negocio de los concursos de la pantalla chica. No sólo consumió todo el tiempo estipulado para regular este tipo de juegos sino que emitió la norma vencido el plazo fijado. De acuerdo con la resolución 178/98 Lotería Nacional autorizará los juegos en medios masivos siempre y cuando los concursos o sorteos tengan como objetivo principal "promocionar" un producto, servicio o espectáculo. "Si se desnaturaliza el fin de promocionar, se estaría transformando en un juego de azar, violando la normativa que estipula que los juegos de azar son monopolio del Estado", apuntó Gaibisso. A partir de ayer, los programas de TV o radio que tengan concursos en marcha, tendrán 60 días para regularizar su situación ante la Lotería Nacional. La nueva normativa estipula un plazo máximo de 30 días para el pago de los premios. Mensualmente, el autorizado deberá acreditar mediante los comprobantes respectivos emitidos por las empresas de servicio de audiotexto, telefonía o postales, la cantidad de participantes en la promoción. Los gastos de la organización de los sorteos deberán ser "debidamente acreditados con los comprobantes pertinentes" ante el organismo. Al menos el 35 por ciento se deberá destinar a premios. Descontados los gastos, la normativa ordena, aunque sin especificar un porcentaje mínimo, que el monto restante vaya para Desarrollo Social. Uno de los fundamentos del decreto 558/98 es evitar que "la explotación de los juegos de azar se constituya en una fuente indiscriminada de lucro para los particulares y que, a la vez, asegure la transparencia en la modalidad y práctica de los mismos". Sin embargo, la resolución 178/98 no abarca aquellos juegos armados en base a líneas de beneficencia como la 0-939-12222 (el número usado para el concurso "Su Llamado", del programa de Susana). Esta línea fue autorizada para recaudar fondos para la fundación del padre Julio César Grassi, pero finalmente se convirtió en una mina de oro para la firma Hard Communication. "El uso de líneas telefónicas para colectas será regulado con otra resolución", informó a este diario Norberto Brenna, gerente de Mercado de Lotería Nacional. El funcionario reveló que otro decreto "de unos 30 días atrás" puso bajo la órbita de ese organismo la fiscalización de "rifas y colectas", que hasta ese momento estaban dentro de la jurisdicción de la Secretaría de Desarrollo Social y le dio 60 días para reglamentarlo. De Desarrollo Social salió la autorización de la línea del padre Grassi. No será necesaria en cambio la autorización cuando los sorteos ofrezcan premios que en su totalidad no excedan un monto equivalente a 5 veces el mínimo no imponible por la Ley de Premios (aproximadamente 6.500 pesos).
"Susana nos hizo ganar tanto dinero que le regalamos un autito." La afirmación no es una ironía, sino la excusa elegida por Jorge Born para hablar sobre la cupé Mercedes Benz SKL obsequiada en diciembre a Susana Giménez. Hard Communication, la empresa creada por Born, asociado a su propio secuestrador y ex montonero Rodolfo Galimberti y al novio de la diva, Jorge Rodríguez, se formó en el '97 y fue la generadora de los concursos millonarios lanzados en el programa de la diva. Por esta iniciativa durante el '97 "Hola Susana" recibió 7.000.000 de llamadas a un costo de 3 pesos más IVA cada una. Y todo con sólo repetir la conocida y desregulada fórmula llamadas telefónicas-sorteos. Con el IVA excluido, la facturación de 21 millones de pesos del '97 debió repartirse en mitades entre la dupla Telefé-Susana Giménez y Hard Communication. La empresa de Born-Galimberti-Rodríguez subcontrata el soporte técnico de la prestataria de audiotextos Telinfor, propiedad de Alejandro y Enrique Mac Farlane, yerno y consuegro del jefe de la Side, Hugo Anzorreguy. Lo cierto es que a partir del escándalo desatado por las denuncias del padre Julio Grassi, Hard presentó una solicitada en la que se encarga de detallar los números correspondientes a un solo entretenimiento: el "Su Llamado". Según esos datos fueron 6.169.823 llamados, con un total facturado por las empresas telefónicas de 18.509.469 pesos. En mayo las compañías entregaron a Hard 14.481.767 pesos, de los cuales y tras descuentos, la empresa pagó a Grassi 400 mil pesos y se guardó una ganancia superior a los dos millones de pesos. Según el propio Born, los planes incluían "hacer 'Su Llamado' en América. Porque Susana es una figura continental". "Susana nos hizo ganar tanto --reconoció Born en una entrevista publicada en la revista Gente--. Yo fui el primero que dijo que teníamos que hacerle un buen regalo. Nunca se puso en diva caprichosa. Nos quedamos cortos: le tendríamos que haber regalado dos autos." El acuerdo Born-Galimberti cobró vida en el '88. "Nos encontramos en un hotel en Buenos Aires --contó Born sobre el ex montonero-- y con lágrimas en los ojos me contó cómo había sido su vida, su distanciamiento de Montoneros después de mi liberación. Nos volvimos a encontrar y me dijo que quería trabajar conmigo. Le dije: 'Macanudo, viejo, venite y ayudame a recuperar los 60 millones'. El me dijo 'estoy dispuesto'".
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