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Los sindicatos opositores tuvieron un día de gloria

Una multitud rodeó al Congreso, insultó a Menem y a los diputados sindicales que, como Ubaldini, dieron quórum. Festejó el fracaso de la sesión. Sigue la amenaza de huelga si sale la reforma.

Los camioneros de Moyano aportaron una de las columnas más nutridas y más fácilmente identificables.
Los trabajadores vitorearon también a De Gennaro, Palacio, Maffei y el Perro Santillán
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Por José Natanson

t.gif (67 bytes) La noticia llegó desde el Parlamento: el PJ no logró reunir el quórum necesario y volvió a fracasar, por tercera vez consecutiva, el tratamiento de la ley de Reforma Laboral. En ese momento estalló el ruido de los bombos. Los camioneros agitaron sus gorras blancas y verdes. Carlos “Perro” Santillán se abrazó con el colectivero Juan Manuel Palacios. Marta Maffei, titular de CTERA, saludó desde el palco. Lorenzo Miguel accedió a dialogar con los periodistas. Eran las 15.42 de ayer y las centrales sindicales opositoras (MTA y CTA) festejaban junto a las 62 Organizaciones en la Plaza del Congreso. Las críticas de los oradores –y de las 15 mil personas que se reunieron– se concentraron en dos blancos principales: los diputados de extracción gremial que se sentaron en sus bancas y el presidente Carlos Menem. Además, los principales dirigentes sindicales anunciaron ayer la realización de un paro general de 36 horas con movilización si finalmente el Gobierno concreta su amenaza de sacar la reforma laboral por decreto.
Las columnas comenzaron a llegar a las dos de la tarde. Estuvieron los gremios nucleados en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), como ATE y CTERA; los sindicatos que forman parte del Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), como los colectiveros de la UTA y los aeronavegantes; y las 62 Organizaciones de Lorenzo Miguel. Por primera vez, participaron de un acto claramente opositor los trabajadores bancarios, enrolados en un sindicato cercano al Gobierno. También se concentraron militantes de los partidos de izquierda y jóvenes que llegaron con banderas de centros de estudiantes.
Frente al palco se ubicó la columna de los camioneros, una de las primeras en llegar y la que aportó más gente. Arriba del remolqueescenario, estacionado en la esquina de Callao y Rivadavia, se apretaron los principales dirigentes sindicales: Lorenzo Miguel (UOM), Hugo Moyano (Camioneros), Juan Manuel Palacios (UTA) y Marta Maffei (CTERA), Víctor de Gennaro (ATE), entre otros.
Uno de los primeros oradores fue Carlos “Perro” Santillán, miembro de la Corriente Clasista Combativa y líder de los estatales jujeños. “Queremos repudiar la actitud de algunos diputados, que dicen representar a los trabajadores y que en realidad son unos traidores”, dijo el sindicalista en alusión a los legisladores de extracción gremial, como Saúl Ubaldini y Gerardo Martínez, quienes facilitaron el quórum en el recinto.
El fantasma del decretazo sobrevoló el acto de ayer. El titular del gremio de empleados judiciales, Julio Piumato, subrayó que “el proyecto de reforma laboral no cuenta con el consenso de la sociedad y mucho menos de los trabajadores” y añadió que “sería una irracionalidad total del Presidente forzar una situación que no cuenta con el apoyo de nadie”.
Los dirigentes sindicales coincidieron en que, si Menem cumple con su amenaza, convocarán a un paro de 36 horas con movilización Plaza de Mayo. Alicia Castro, diputada por el Frepaso y titular del gremio de aeronavegantes, explicó que “si bien ya hay consenso, la decisión debe ser tomada por la Mesa de Enlace” que nuclea a la CTA y al MTA. La fecha de la huelga quedó pendiente a la espera de que Menem ponga su firma en el decreto.
Además del rechazo público, los sindicalistas adelantaron que impugnarán la reforma laboral ante la Justicia. Marta Maffei señaló que “si Menem se anima a firmar el decreto, vamos a iniciar acciones legales para eliminar esta medida por inconstitucional”. Héctor Recalde, abogado laboralista del MTA, añadió que “como no confiamos en la Corte Suprema de Justicia, estamos dispuestos a apelar hasta llegar a la Corte Interamericana”.
Pero la amenaza de sacar la reforma laboral salteando al Congreso no es la única medida que podría tomar Menem. “En diciembre de 1996 el Presidente firmó tres decretos que derogaban la ultraactividad, que establece que los convenios colectivos se renuevan automáticamente si no son renegociados”, explicó ayer a Página/12 un sindicalista que prefiriómantener en reserva su nombre. “La Justicia los declaró inconstitucionales. Como el Gobierno apeló, el trámite llegó hasta la Corte Suprema. Pero Menem pactó con la CGT y decidieron paralizar todo. El viernes pasado nos enteramos de que la causa pasó a la Procuración General, por lo que creemos que el Gobierno la está impulsando nuevamente”.

 

Política en las calles

Ayer la política volvió a ganar las calles, lo que provocó embotellamientos y bocinazos en varios puntos de la ciudad. El acto de los gremios opositores comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta las 16:30 horas. La manifestación, de la que participaron 15 mil personas, provocó el corte de las calles aledañas a la Plaza de los dos Congresos. El tránsito también fue interrumpido en la avenida Entre Ríos, desde Rivadavia hasta Belgrano. Esto se sumó al corte de calles que llevaron a cabo algunos centros de estudiantes (ver página 8). Los jóvenes comenzaron a marchar por la mañana, en repudio a la Ley Federal de Educación y a su aplicación en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires. Caminaron hacia la sede del Gobierno de la Ciudad, pero como las columnas salieron desde distintos colegios, la policía tuvo que cortar varias calles. Además de Avenida de Mayo, entre Perú y Bolívar, hubo interrupción del tráfico en las esquinas de Juan B. Justo y Boyacá; Honduras y Fitz Roy; Rivadavia y Bulnes, Santa Fe y Scalabrini Ortiz; y San Juan y Virrey Ceballos.

 


 

LORENZO MIGUEL ESTUVO Y HABLO CON LOS MEDIOS
El Loro le pegó duro a Ubaldini

t.gif (862 bytes) El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica, Lorenzo Miguel, rompió ayer una tradición de años y dialogó con los cronistas que cubrían el acto de los gremios opositores frente al Congreso. El líder de las 62 Organizaciones vestía un saco gris oscuro y portaba sus clásicos anteojos negros. En un lenguaje a menudo críptico, Miguel coincidió con otros gremialistas en la convocatoria a un paro general si el presidente Carlos Menem concreta su amenaza de sacar la reforma laboral por decreto. Calificó de “lamentable” la actitud de los diputados de extracción sindical que se sentaron en sus bancas para facilitar el quórum. Y añadió que “tendrán que rendirle cuentas a su conciencia”.
–¿Qué opina del fracaso de la sesión?
–Creo que la Cámara de Diputados es muy sabio (sic). Sabe cuándo se trae de los cabellos una ley que no fue llevada por los cuerpos orgánicos ni proyectada por el movimiento obrero argentino. El día en que esto se practique va a traer graves consecuencias para los trabajadores. Sería un error histórico.
–¿Cuál va a ser su posición si Menem concreta la amenaza de firmar el decreto de reforma laboral?
–Va a haber una reacción, porque si pasó por el Senado y después por Diputados y no salió, sería un capricho del señor presidente. Los cuerpos orgánicos van a analizar una acción gremial que puede ser un paro de 36 horas. La historia del movimiento obrero, en todos los tiempos, ha sido de conquistas. Y las hemos obtenido mediante acciones gremiales. Antes teníamos gobiernos que, por lo menos, marcaban pautas para que los trabajadores podamos conseguir lo que quieran.
–¿Qué opina de los diputados de extracción gremial que se sentaron en sus bancas para facilitar el quórum?
–Algún día tendrán que rendir cuentas.
–¿A quién?
–A los trabajadores y a su propia conciencia. Desde que yo tengo memoria gremial y política, cada vez que salió una ley fue un avance de los trabajadores. Esta ley perjudica al movimiento obrero en su conjunto. Esto es algo que a mí me toca, algo que me duele mucho.
–Algunos de estos diputados, como Saúl Ubaldini, en su momento fueron apadrinados por usted mismo.
–Sí. Fueron elegidos por las 62 Organizaciones y en particular por Lorenzo Miguel. Es lamentable que hayan defraudado como lo hicieron. Yo he tratado de no equivocarme y de estar al lado de los trabajadores. Cuando hemos discutido las convenciones colectivas de trabajo en toda la historia no ha sido para abajo sino para arriba. O, por lo menos, nos hemos sentado a discutir los representantes de los trabajadores con los señores industriales.
–¿Cuál es su opinión sobre los diputados duhaldistas que concurrieron a la sesión?
–Que Dios los ilumine.

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