|
El director gerente del FMI, Michel Camdessus, convocó de urgencia, para el martes, a Washington, a los jefes de economía latinoamericanos. Se trata de la primera reacción del cuestionado organismo, que carga sobre sus espaldas con sendos fracasos en la contención de los derrumbes en Asia y Rusia, y ahora teme que la región caiga en el ojo de la tormenta. Roque Fernández, en cambio, restó importancia al encuentro. Dijo que no se está pensando "en armar una red de seguridad adicional para los mercados, al margen del FMI y el Banco Mundial", sino que simplemente se trata de "una reunión para intercambiar opiniones". Pero Camdessus quiere evitar verse obligado nuevamente a dar explicaciones y optaría por curarse en salud. En tanto, el jefe del Palacio de Hacienda volvió a asegurar ayer que la economía no se verá afectada por la crisis financiera y que no es necesario tomar medidas, aunque la Bolsa continúe desplomándose. "A lo sumo aumentará 2 o 3 puntos la tasa de interés, pero rápidamente volverá a niveles normales", afirmó. Sin embargo, el ministro se sintió en la obligación de sugerir a quienes necesiten endeudarse que opten por créditos a tasa fija, porque "es conveniente pagar un poco más y no tomar préstamos que arranquen más barato pero que sean a tasa variable". Fue un virtual reconocimiento de lo que les espera a quienes ya se endeudaron a tasa variable, que seguramente sufrirán un aumento en los intereses. Por su parte, el economista jefe del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, quien ayer ofreció un par de conferencias en el país, también alertó que, "por un tiempo, la Argentina sufrirá un aumento de las tasas de interés". Pero lejos de querer incrementar la tensión, sostuvo que "el mejor modo de controlar una crisis es no tenerle miedo". Convocado por la Fundación Gobierno y Sociedad, que dirige el economista Miguel Angel Broda, Stiglitz indicó que "la crisis en Rusia está teniendo impacto en algunos países de América latina, sobre todo por una suba de las tasas de interés". Sin embargo, afirmó que "sería un error prestarle demasiada atención a lo que ocurre en los mercados en este momento. Cuando se calme la polvareda, los inversores distinguirán entre los países que hicieron transformaciones importantes, como Argentina, y los que tienen auténticos problemas", interpretó. La tregua que tuvo la Bolsa en los primeros dos días de la semana se cortó ayer con una caída en las acciones líderes del 2,7 por ciento. En un reportaje para un programa de televisión por cable, Fernández ofreció sus explicaciones sobre el nuevo pico de tensión en la plaza financiera. Sostuvo que la gente no debe preocuparse ni "cambiar el patrón de consumo", dado que los vaivenes en los mercados no repercutirán sobre la economía. "Hasta el momento la gente no ha sentido la crisis, porque no subieron las tasas de interés de los créditos hipotecarios, ni para la compra de autos o bienes de consumo". El secretario de Industria, Alieto Guadagni, también hizo un esfuerzo por transmitir tranquilidad. "Diez meses después del inicio del Tequila, el país había perdido 6100 millones de dólares de depósitos. Por el contrario, diez meses después de la crisis asiática, Argentina ha ganado depósitos por 10.400 millones", destacó. Y agregó que "en los 12 primeros días de agosto las colocaciones crecieron un uno por ciento con respecto al mismo período de julio, lo que significa que no sólo no hubo fugas, sino que los depósitos han subido".
IVA DEL 15% PARA LOS MEDIOS Roque Fernández admitió ayer la posibilidad presentada por diputados del PJ de aplicar una tasa diferencial del IVA (del 15 por ciento) a los medios de comunicación, con el compromiso de que esa prerrogativa expire en dos o tres años. Con esta concesión, el ministro busca la aprobación de la reforma tributaria en Diputados. La generalización del IVA se transformó en el punto más controvertido de la reforma, resistido tanto por la oposición como por un puñado de legisladores oficialistas. Para destrabar la situación, los líderes de la bancada justicialista propusieron que los medios de comunicación fuesen alcanzados con una tasa del 15 por ciento, iniciativa que provocó la airada reacción del subsecretario de Política Tributaria, Guillermo Rodríguez Usé. "Con esa alícuota es absolutamente imposible bajar los impuestos al trabajo", acotó temprano el funcionario. Pero poco después Fernández los desdijo: "Es posible (un IVA del 15 por ciento) si se establece un esquema gradual de aumento, para alcanzar el 21 por ciento en el corto plazo".
|