Un grupo de cinco jóvenes conductores de programas de cable cuenta su experiencia en un medio televisivo en que aún hay lugar para la experimentación, el error y hasta la insolencia.
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Por Luis Vivori La televisión de los noventa parece estar signada por el cambio de roles: modelos que hacen de conductores, periodistas que se visten de modelos y actores que prueban con la conducción. Una serie de caras nuevas inundó con este concepto la programación del cable, con resultados no siempre felices. Pero los cambios pueden también traer un poco de aire fresco en un medio que parece descreer de algunas reglas preestablecidas, y que en los mejores casos se mira al espejo en busca de una evolución. Florencia Firpo (23) de TVQuality, Celina Zambón (26) de MuchMusic y el trío compuesto por Verónica Pelaccini (22), Matías Obludzyner (19) y Andrés Waisberg (20) de Infinito cuentan cómo es esto de aprender televisión, con sus riesgos, haciéndola. ¿Cuando trabajan actúan el personaje del conductor? Cuando trabajo soy yo presentando videos y nada más. En Loud, que es el programa heavy, bajo un poco el tono, no estoy tan sacada. Tengo que actuar cuando me toca hacer de la simpática, pero también hay opinión y ahí sos vos, no hay guión como en una obra de teatro. Lo bueno es que no me expone tanto y además me gusta (Celina). Es un compromiso similar al de actuar, hay que meterse de la misma manera. Si no, te limitás (Florencia). A mí me sirve el tema de estar relajado o de cómo trabajar la voz, pero no es un personaje. Es amoldarme a los temas del programa, porque no todo me interesa. Pero siempre se pueden meter cosas propias (Matías). ¿Ese perfil natural que tienen en la conducción de Recreo Satelital fue estudiado previamente? Fue naturalmente estudiado para que salga natural. La idea es ser lo más espontáneo posible, metiendo y adaptando nuestras cosas (Verónica). Nunca nos pidieron que seamos locutores o algún personaje, si no los hubieran buscado de esa manera. Me concentro en hablar a gente que creo que me puede entender. Es raro, porque primero el programa era para pibes y ahora nos llaman chicos de veintipico (Matías). ¿Llegaron a esto por casualidad? Fuimos al casting sin saber bien qué era. Vimos el aviso en el diario y... necesitábamos trabajar (Verónica y Matías). Yo ya estaba interesado en trabajar en TV, pero nunca me imaginé que podía ser conduciendo, porque además soy el único de los tres que no es actor (Andrés). Tengo experiencia hecha en publicidad y eso me hizo algo conocida, por eso pude llegar (Florencia). ¿Entonces es un trabajo como cualquier otro? Sí, es una plataforma para seguir laburando con el tiempo y no tener que ir a parar a una oficina (Verónica). Sí, pero quisiera que no fuera delante de una cámara, prefiero estar en la producción o en cualquier otra cosa porque me fascina el medio. De todas maneras, con 20 años, me considero un privilegiado (Andrés). Hay muy poco trabajo, así que es natural que muchos actores se metan en la TV a conducir, no consiguen ejercer como actores. En lo personal es una buena experiencia además de poder mantenerme, aunque ojo, sigo viajando en colectivo. Lo que está mal no es que yo pueda vivir con sólo 19 años, sino que los docentes ganen $300 y tengan que mantener una familia (Matías). Me ayuda junto a lo que gano haciendo teatro, pero no es para tanto. Por otro lado no creo que me llamen para una obra o para un programa de aire por lo que hago en MuchMusic (Celina). ¿Cómo definen a la TV de cable? El cable es más informal, pero más prolija en algunos aspectos (Florencia). Al principio era decadente, eso del sillón y la plantita, pero era fantástico porque le dio la oportunidad de trabajar a mucha gente. Uno puede tirarse un pedo y está todo bien, no está tan pautado. Lo más parecido es América. En el aire no tendría tanta libertad, pero me vería mucha más gente (Celina). Es todo lo diferente, lo específico. Programas de médicos, de dentistas, dentro de una gran variedad (Andrés). Hay copias del aire y hay cosas más personales. Una de las ventajas más grandes del cable es que no tiene presión con el tema del rating (Matías).
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