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 Ya todos
admiten que hay epidemia de sarampión en la Argentina: la ciudad de Buenos Aires, su
conurbano, La Plata y el Gran La Plata son las zonas más afectadas y se registraron 2481
casos, con 18 fallecimientos, en lo que va del año. El grupo más afectado es el de los
chicos menores de un año, cuya vacunación se recomienda. La Sociedad de Pediatría
solicitó a las autoridades apelar a la “vacunación puerta a puerta” en lugares
como “villas, casas tomadas, inquilinatos”. Además, el gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires se propone vacunar a un inesperado grupo de riesgo: los estudiantes
universitarios.De los 2.481 casos confirmados en lo que va del año, 2.023 corresponden a la provincia de Buenos Aires, 293 a la Capital Federal, 97 a Misiones, 22 a Río Negro y 21 a Formosa. El grupo más afectado es el de los menores de un año: 808. De 1 a 4 años hay 800 casos; de 5 a 19 años, 441; de 20 o más, 352. En cuanto a los decesos, 17 fueron en la provincia de Buenos Aires y uno en Capital Federal. Según el Ministerio de Salud, 10 de ellos tenían sus defensas disminuidas por “patologías preexistentes”. Es probable que los casos aumenten, ya que el pico epidémico tradicional sucede a fines de invierno y comienzos de la primavera. Anoche, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) emitió un comunicado: “Se recomienda que todo niño de entre 6 y 11 meses de edad que viva en áreas de brote epidémico reciba una dosis de vacuna antisarampionosa. Esta dosis sólo sirve para protegerlo de la actual epidemia”, ya que a esa edad el organismo no produce una respuesta inmunitaria perdurable (por eso, salvo situaciones de emergencia como la actual, la vacunación es a partir del año de edad). El Ministerio de Salud se comprometió a proveer la vacuna a las jurisdicciones afectadas. La SAP recomienda también vacunar a todo chico de 1 a 5 años que no haya recibido una dosis en la campaña de este año y a los chicos y jóvenes de hasta 19 que no tengan dos dosis. La entidad observa que “con el movimiento de personas por las vacaciones de invierno, es posible que aparezcan nuevos casos en otras áreas”. El contagio del sarampión se produce de persona a persona, en forma similar al del resfrío común. Los síntomas iniciales –fiebre superior a 38 grados y manifestaciones parecidas al resfrío, la conjuntivitis o la bronquitis– se producen a los 10 días; una semana después aparece la erupción en la piel. La SAP sugiere “aplicar programas intensivos de vacunación: sistema puerta a puerta, trabajo en los bolsones de riesgo, villas, casas tomadas, inquilinatos”. El médico sanitarista Luis Soler observó a este diario que “la mayoría de los programas de vacunación se limitó a esperar que la gente llevara a los chicos al centro de vacunación, pero hay que ir a buscarlos a los asentamientos, los bolsones de pobreza”. El Ministerio de Salud bonaerense empezó ayer a vacunar casa por casa en La Matanza; en la Ciudad de Buenos Aires, el Hospital Penna lo hace así en el barrio de Pompeya y el Hospital Fernández en Retiro. En cifras globales, la campaña de vacunación que empezó en mayo en todo el país alcanzó al 96 por ciento de los chicos entre 2 y 5 años. Según los datos del Ministerio de Salud, históricamente cada cuatro o cinco años se ha producido un brote de sarampión: en 1971 y 1975 hubo casi 40.000 casos, casi 20.000 en 1981, casi 30.000 en 1984 y unos 42.000 en 1991-92. En 1993 se hizo una campaña de vacunación masiva, en el marco del plan para erradicar la enfermedad de las Américas en el año 2000, al cual adhirió la Argentina: como consecuencia, los casos bajaron a 0 en 1996-97. La endemia en Brasil, con 50.000 casos en San Pablo, contribuyó al actual brote. Liliana Licciardi, coordinadora de inmunizaciones del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, anticipó a este diario que “nos proponemos vacunar masivamente a los estudiantes universitarios”, ya que “muchas personas de 20 a 25 años no recibieron la vacuna, que en Estados Unidos es obligatoria para ingresar a las universidades. En las grandes ciudades de los paísesdesarrollados el sarampión se concentra en esa edad que, como en la Ciudad de Buenos Aires, tiene alta tasa de matriculación universitaria”.
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