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Por Maximiliano Montenegro El ex asesor de Cavallo y predicador mundial de la convertibilidad, Steve Hanke, no cree en el éxito de las gestiones del mediterráneo en Rusia para adaptar la receta aplicada en Argentina. En una entrevista telefónica con Página/12, desde su despacho en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Hanke explicó que Rusia no necesita un Cavallo sino un Menem, a quien considera el verdadero padre de la criatura. Por otro lado, pronostica una maxidevaluación del real en Brasil para octubre, lo cual --anticipa-- sumergiría a Argentina en la recesión. Parte de su negocio se basa en mostrar a Argentina como el caso reciente más exitoso de la convertibilidad, que se encarga de vender por el mundo. La otra parte del negocio, más alejada de la academia, de los artículos en la prensa y la asesoría a gobiernos de países en problemas, está en el manejo de un fondo de inversión: en Argentina preside la filial local del banco canadiense Toronto Trust. En este sentido, reconoce que, debido a la devaluación que prevé a lo sumo en dos meses en Brasil, Toronto Trust en Argentina está manteniendo una posición muy conservadora con sus fondos. --¿Me imagino que está enterado del llamado del gobierno de Yeltsin a Domingo Cavallo para que lo asesore? --Sí. --¿Se ha puesto en contacto con Cavallo? --No, todavía no he hablado con Domingo. --¿A usted no lo llamaron para que brinde su opinión sobre cómo salir de la crisis económica en Rusia? --No, no he recibido ninguna invitación oficial. He recibido algunas invitaciones no oficiales, pero las rechacé porque estoy muy ocupado por estos días. --¿Qué opina de la posibilidad de establecer un Plan de Convertibilidad en Rusia? --Le deseo a Domingo un buen trabajo. En 1993, escribí un libro llamado Russian currency and finance. Ese mismo año traté de convencer al primer ministro de que adoptara un régimen de convertibilidad de la moneda, y la idea le resultó interesante. Pero el FMI dijo "no". --¿Usted cree que Cavallo se encontrará de nuevo con la oposición del FMI? --No. En 1993 el FMI todavía creía en que sólo con un Banco Central fuerte podía cuidar la estabilidad del rublo. Pero después del desastre, Camdessus (Michel, director gerente del Fondo) ha tenido una actitud bastante amigable a la implementación de una caja de conversión (como se llama técnicamente a la convertibilidad) en Rusia. El FMI rechazó a principios de año un Plan de Convertibilidad para Indonesia, que yo contribuí a diseñar. Pero la razón del rechazo fue política: la administración Clinton intentaba desplazar a Suharto. En cambio, en Rusia, Clinton quiere apoyar a Yeltsin, por lo que es más contemplativo con la idea de una caja de conversión para estabilizar la moneda. --¿No le parece que dos precondiciones para aplicar la convertibilidad en Rusia no se cumplen: no tienen suficientes reservas en divisas como para respaldar la moneda y encima las cuentas fiscales están descontroladas? --Los rublos hoy en circulación en Rusia representan apenas unos 8500 millones de dólares, para lo cual habría reservas disponibles. El FMI tiene suficiente cantidad de dólares como para aprobar un préstamo por esa cifra. Pero la primera decisión que debe tomarse, como publiqué en un artículo del Wall Street Journal del 21 de agosto pasado, es legalizar la circulación del dólar en Rusia de manera que compita con el rublo. Hoy los rusos tienen 40 mil millones de dólares en el colchón, que si se volcaran a la economía podrían revitalizarla. El segundo paso sería implementar una caja de conversión para sostener el rublo. --Se dice que para implementar la convertibilidad también se necesita un gobierno fuerte, que imponga medidas de ajuste fiscal y privatizaciones. --El gran problema en Rusia, que lo hace completamente distinto al caso argentino, es que no tienen un Menem. Si no hubiera sido por Menem, Argentina no tendría convertibilidad. Y, sin Menem, en 1995 probablemente hubieran salido del régimen. --Bueno, al menos, ahora en Rusia tienen a un Cavallo... --(Enojado) Me refiero a que ni siquiera tienen un gobierno, no sea ridículo. Menem es un presidente fuerte, muy agresivo, que corrió los riesgos de aplicar una convertibilidad en 1991. El tomó las decisiones. La convertibilidad es una responsabilidad de Menem. --Cavallo tuvo un gran protagonismo al implementar la convertibilidad en Argentina. --Ya sé lo que pasó en 1991 en Argentina, escribí un libro sobre el tema y estuve allí. Cuando se debatió la convertibilidad, Cavallo era ministro de Relaciones Exteriores. El asumió como ministro de Economía en enero de 1991, cuando la decisión de adoptar la convertibilidad ya estaba tomada. Cavallo fue el ingeniero que enchufó el mecanismo, pero quien tomó la decisión fue Menem. Por eso, también hubiera funcionado en Indonesia. Ahí Suharto era un hombre fuerte, con la autoridad necesaria para conducir el país. --¿Entonces no cree que Cavallo vaya a tener éxito? --La idea de aplicar la convertibilidad es muy buena. Pero la probabilidad de que hagan lo correcto en Rusia es muy pequeña. Aun con el apoyo del FMI, no creo que pueda hacerlo. La oposición de la Duma (el Parlamento), controlada por los comunistas, será feroz. Hoy Rusia está en una situación prerrevolucionaria, sumamente inestable. --¿Que en Rusia también se hable de aplicar la convertibilidad es bueno o es malo para Argentina? Hay quienes dicen que si la convertibilidad fracasa en Rusia, entonces podría haber un efecto de contagio negativo muy fuerte hacia Argentina. --Es muy bueno porque la convertibilidad en Argentina es para siempre. --¿Qué opina de la situación económica en Brasil? --No creo que Brasil tenga éxito. Estoy convencido de que el Plan Real va a explotar. --¿Cuándo? --En octubre del '97, en un artículo en la revista Forbes, predije que Brasil haría una maxidevaluación en algún momento durante el otoño (primavera en Argentina) de 1998. Después de las elecciones brasileñas de octubre, pienso que ello sucederá. --Esa sería una situación muy dramática para Argentina. --Por eso mismo nuestro fondo de inversión (Toronto Trust) en Argentina mantiene una posición muy conservadora. Estamos poniendo los fondos en depósitos y bonos de corto plazo. --¿Argentina resistiría una maxidevaluación en Brasil? --Sí. Por supuesto, las tasas de interés subirán y la economía puede entrar en recesión, lo cual haría aumentar el desempleo. Pero mientras Menem permanezca en el poder la convertibilidad estará bien. --Todos los políticos de la oposición han dicho que mantendrán el Plan de Convertibilidad. --Todos los políticos juntos no llegan a ser un Menem. La convertibilidad es el bebé de Menem. Por eso, Menem es quien mejor puede cuidar al bebé. Y quien quiera adoptar al niño, no lo tratará tan bien como lo ha hecho Menem.
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