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Por Carlos Rodríguez Hay que reglamentar los concursos para modificar lo que hoy parece ser una regla: grandes negocios y pequeñas obras de caridad. El presidente de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados, Juan Manuel Valcarcel (PJ), llegó a esa conclusión tras escuchar las quejas del padre Julio Grassi, de la Fundación Felices los Niños, quien ratificó ante los legisladores que la firma Hard Communication, organizadora del concurso telefónico del programa de Susana Giménez, le adeuda un millón de pesos del porcentaje que le correspondía por intervenir en el juego. En tanto, el juez federal Adolfo Bagnasco allanó la sede de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), en la causa que investiga el presunto incumplimiento de los deberes de funcionario público por parte de las autoridades del ente, al permitir el funcionamiento de las empresas de audiotexto que utilizan el servicio para organizar juegos de azar prohibidos. El diputado de la Alianza Andrés Delich, en nombre de la oposición, pedirá mañana en la reunión plenaria de la comisión que se cite con urgencia al secretario de Comunicaciones, Germán Kammerath, para que explique el porqué de la inacción de la CNC, organismo que depende de la secretaría y que debe controlar el funcionamiento de los servicios de audiotexto. En principio se esperaba que Kammerath concurriera ayer, junto con Grassi, pero finalmente sólo se presentó el sacerdote. Grassi pidió a los legisladores que se regule cuanto antes el funcionamiento de las líneas 0-939, destinadas a recaudar fondos con fines benéficos, para que no haya acuerdos libres como el que suscribió él con Hard, la empresa de Jorge Born y Jorge Rodríguez, el novio de Susana Giménez. Grassi lamentó lo ocurrido porque ahora como sacerdote estoy en medio de un reclamo de dinero. Explicó que además del número que tenía en el programa de Susana el uso fue suspendido tras el escándalo, tiene otro también benéfico, el 0939-10000. Por el mismo recibe el 94 por ciento del total del valor de las llamadas, mientras que con Hard pactó sólo el siete por ciento y luego recibió menos. Cuando se le preguntó si recibió amenazas de parte de los voceros de la empresa, Grassi respondió en forma ambigua: Si en una discusión uno se siente presionado es porque uno se debilita, pero yo no me achiqué. Cuando se le pidió una precisión, prefirió dejarlo así. Trascendió que en la reunión con los diputados, Grassi confirmó que Hard Communication comenzó a utilizar la línea benéfica el 26 de mayo del año pasado, cuando todavía no se había firmado el contrato, vigente desde setiembre de 1997. Voceros de la comisión precisaron que ésa es una cuestión grave, que debe ser muy bien analizada. Valcarcel, como titular del cuerpo legislativo, sostuvo que el sistema de audiotexto no está regulado adecuadamente y anticipó que sin afectar la existencia de las líneas benéficas, hay que legislar para que se acaben los grandes negocios y las pequeñas obras de beneficencia. Grassi, cuando se retiraba, lamentó el descreimiento que puede generar en la sociedad la polémica sobre los 0-600. Ahora comienza la colecta de Caritas y la gente va a empezar a dudar sobre cuánto es lo que va a la obra benéfica. Dijo que no tenía nada que decirle a Jorge Born, salvo recordarle los versos del poeta comunista, para más datos Armando Tejada Gómez: A esta hora, exactamente, hay un niño en la calle.
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