Por Fernando Almirón
Después de tres
postergaciones consecutivas, la cuarta fue la vencida y el oficialismo logró aprobar ayer
en Diputados la ley de Reforma Laboral (ver aparte) después de conseguir no sin poco
esfuerzo sentar a 129 legisladores en sus bancas, lo justo para el quórum. A las cuatro y
media de la tarde, en el primer conteo, sumó 128 diputados presentes en el recinto,
faltaba uno. El presidente del bloque oficialista, Humberto Roggero, pidió cinco minutos
más de plazo antes de levantar la sesión por falta de quórum. Al presidente del cuerpo,
Alberto Pierri, se le paró el reloj, mientras sus colaboradores intentaban vencer la
voluntad de diputado del PJ y presidente de la UIA, Claudio Sebastiani, que se negaba a
bajar al recinto para tratar una ley a la que considera una basura. Hasta que
el propio Pierri levantó el teléfono y se comunicó con el legislador, quien ocupó por
fin su banca 45 minutos después de vencido el plazo pedido por el oficialismo. Los
diputados de la Alianza, que esperaban agrupados en la entrada del recinto a que el
oficialismo hiciera el desgaste para obtener quórum, entraron raudamente a sus lugares.
En ese momento el tablero se modificó indicando sólo 128 presentes, y los aliancistas
giraron sobre sus talones buscando otra vez la salida, al mismo tiempo que el oficialismo
aprovechaba la confusión para aprobar en general la controvertida ley.
No respetan ni la bandera, vociferó un legislador de la Alianza, que le
reprochó a Pierri que haya dado comienzo a la sesión sin antes cumplir con la costumbre
de izar el pabellón nacional en el recinto. En realidad, los aliancistas especulaban con
ese lapso para ocupar sus bancas y rechazar con su voto la promulgación de la ley. Pero
no fue posible y las manos en alto fueron más rápidas que la vista. Apenas Sebastiani
aportó su presencia para el quórum, el presidente de la Comisión de Legislación
Laboral, Alfredo Atanasof, propuso cerrar la lista de oradores para evitar el debate, y
que la ley sea convalidada primero en general y luego por capítulos, en vez de artículo
por artículo, tal como lo pretendía la oposición.
La moción de Atanasof fue rápidamente aprobada por el PJ, mientras la oposición entraba
al recinto abucheada por los justicialistas. De inmediato se propuso votar la ley en
general, lo que fue aprobado en segundos. Las manos se siguieron levantando después como
las olas en los estadios, convalidando uno tras otro los capítulos de la
norma. Ya iban por el tercero cuando los primeros aliancistas llegaron atónitos a sus
bancas, sin tiempo a dar batalla. Sólo la firme posición de Felipe Adaime (autonomista
correntino) detuvo la andanada de aprobaciones. Yo ingresé al recinto por la
promesa del oficialismo de discutir el texto del proyecto, y ahora resulta que cierran la
lista de oradores, se quejó el provincial, quien calificó la maniobra del PJ como
sorpresiva y artera.
Después fue el jefe de la bancada radical, Federico Storani, quien ocupó su asiento,
mientras los demás legisladores de la UCR esperaban parados en los pasillos, incluso
muchos retrocedieron hasta las salas linderas al recinto. No se cumplió con la
costumbre de izar la bandera, tampoco se cumplió con lo pactado, que era debatir la ley
artículo por artículo y no por capítulo. Por lo tanto, denunciamos este procedimiento
por irregular y no estamos dispuestos a convalidar esta sesión, aseguró desoyendo
los gestos que le hacía el frepasista Darío Alessandro para que todos abandonen el
lugar. Nadie puede invocar su propia torpeza, le respondió el vicepresidente
de la bancada del PJ, Miguel Angel Pichetto. El rionegrino agregó que no existieron
tales irregularidades, simplemente se cambió el orden del día, lo que fue votado por la
mayoría, después se puso a consideración la ley y también fue votado por mayoría; lo
que ocurre es que ustedes no estaban, señaló chicanero y triunfante Pichetto.
Sin embargo el presidente del cuerpo, Alberto Pierri, propuso reconsiderar el cierre de la
lista de oradores y la votación por capítulos en una nueva votación, en la que ganó la
postura del debate y eltratamiento de la norma por capítulos, lo que aún continuaba al
cierre de esta edición.
El triunfo del oficialismo le evita al Gobierno tener que promulgar la norma por decreto
de necesidad y urgencia, incorporando las modificaciones que reclama el Fondo Monetario
Internacional, en contra de los deseos de la CGT, ya que mientras el Fondo propone la
negociación de convenios por empresa, la CGT quiere conservar el monopolio de las
negociaciones por rama. El ministro de Trabajo y autor de la ley, Antonio Erman González,
llegó a las seis y media de la tarde hasta el Congreso, una vez aprobada la norma, para
seguir de cerca el tratamiento de los artículos y ponerse al frente de la victoria.
Es un triunfo político y de los trabajadores, afirmó el ministro, quien
invitó a los sindicalistas opositores a que lean la ley, se van a dar cuenta de que
dice todo lo contrario de lo que ellos pregonan y les transmiten a los trabajadores.
La ley aprobada generó polémica entre los especialistas: Diego Funes de Rioja, abogado
de la UIA, señaló que en materia de eliminación de contrataciones promovidas y
reducción del período de prueba se está perjudicando a los sectores más vulnerables:
mujeres, hombres mayores de 40 años y discapacitados tenían antes incentivos para ser
contratados, que ahora desaparecen. Lucio Garzón Maceda, asesor de la CGT, recordó
que es una ley producto de la negociación, se desarrolla la noción de estabilidad
y se favorece la unidad del colectivo, dependerá de los sindicatos que la sepan
usar. Para el profesor de derecho laboral de la UBA Héctor Recalde, precarizará el
empleo, provocará despidos y por lo tanto aumentará la desocupación, la ley se
ensaña con los de menos antigüedad porque son los que sufren las mayores rebajas en las
indemnizaciones. Marcelo Bustos Fierro, abogado de la CTA, coincide con esta
opinión y agrega que es falso que se termine con el contrato basura porque nada de
esta ley ataca el trabajo en negro.
Legislador número 129
Por F.A.
Ayer por la tarde, cuando al presidente de la Unión Industrial Argentina y diputado
justicialista Claudio Sebastiani le informaron que había 128 diputados y faltaba uno para
lograr abrir la sesión, pensó que no era la mejor forma de festejar el Día de la
Industria. Un llamado telefónico de Alberto Pierri terminó por convencerlo de
convertirse en el protagonista de la jornada, venciendo su resistencia a asistir al
recinto. Cuando ayer (por el martes) me anticiparon los números me di cuenta que
tenía que ser el que diera el quórum y por eso me preparé mentalmente para tomar la
decisión de venir. De todos modos, Sebastiani ya había anticipado a las
autoridades del bloque justicialista que votaría en contra del proyecto de Reforma
Laboral. Esta ley no sirve para nada, es una basura, aseguró. Pero las
leyes no son para siempre y esperamos poder elaborar una nueva norma que responda mejor a
las necesidades de la gente y los empresarios, señaló mirando hacia el futuro.
Según Sebastiani, la verdad es que esto para mí fue sorpresivo, una situación
inédita en mi vida, y privilegié mi responsabilidad como legislador. Sobre las
consecuencias que podrían acarrearle entre los empresarios el haber posibilitado la
promulgación de la Reforma, el dirigente respondió: Yo me siento tranquilo,
y encendía un décimo cigarrillo en menos de una hora. |
SE APLICARA A LOS NUEVOS
CONTRATADOS
Contenidos y diferencias
El
Proyecto de Reforma Laboral aprobado ayer por Diputados marca diferencias con las normas
de trabajo vigentes:
Período de prueba.
* Hasta ahora: el período es de tres meses, ampliable por convenio colectivo a seis
meses. No hay derecho a indemnización.
* Con la reforma: sería de 30 días, con pago parcial de cargas sociales y sin
indemnización. Puede ser ampliado a seis meses por convenio y, en este caso, se deben
abonar cargas sociales. La indemnización podrá ser de hasta el 50 por ciento menos de lo
que correspondería.
Indemnizaciones.
* Hasta ahora: un empleado tiene derecho a cobrar, después de tres meses de trabajo,
indemnización por despido equivalente a un mes de sueldo por año de servicio o fracción
mayor de tres meses. La mínima es dos meses de sueldo.
* Con la reforma: a los nuevos contratados les corresponderá, después de tres meses, la
doceava parte del sueldo por mes trabajado. Es decir, un sueldo por año de servicio pero
se elimina el mínimo de dos meses.
Preaviso .
* Hasta ahora: el mes de despido (completo) se integra al pago de uno o dos meses de
preaviso (según sean más o menos de cinco los años de antigüedad).
* Con la reforma: desaparecerá la integración del mes de preaviso. Este se cuenta desde
la notificación, ya no por mes calendario. Se estipulan plazos de preaviso según
antigüedad: hasta 30 días son 15 de preaviso; un mes para los que tienen menos de cinco
años de antigüedad y dos meses para los que tienen más de cinco.
Convenios por empresa.
* Hasta ahora: rige la ultraactividad (un convenio sólo puede ser reemplazado por otro).
La excepción son las pymes: por la ley 24.467 (Ley Pyme), los convenios pierden
ultraactividad luego de tres meses.
* Con la reforma: se declarará la caducidad de los convenios colectivos que no hayan sido
modificados a partir de 1988 (si las partes no negocian en dos años el convenio caduca).
En la negociación se privilegiará al sindicato con personería gremial de grado
superior.
Pasantías y contratos de
aprendizaje.
* Hasta ahora: los contratos de aprendizaje son no laborales, tienen un tope de 36 horas
semanales de trabajo y valen para jóvenes de hasta 24 años. Las pasantías están
reguladas por un decreto que las define como una extensión del aula en empresas o
instituciones y pone plazos (hasta cuatro años de contrato) y condiciones varias.
* Con la reforma: los contratos de aprendizaje serán considerados laborales, valdrán
para jóvenes de 15 a 28 años, fijarán hasta 40 horas de trabajo, podrán durar hasta un
año y en caso de despido corresponderá el pago de una indemnización equivalente a medio
mes. |
¡Adónde está,
que no se ve, esa famosa CGT!
Unos siete mil trabajadores convocados por el
sindicalismo opositor se congregaron frente al Congreso. El lunes decidirían un paro.
Moyano anunció que el lunes analizarán
la realización de un paro.
Duras críticas a la CGT y a los sindicalistas que apoyaron la ley laboral. |
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Por Luis Bruschtein
¡Paro!
¡Paro!, gritaron enfurecidos desde abajo de la tribuna a las 17.30 cuando se
anunció por los altoparlantes que el oficialismo había reunido el quórum necesario. El
camionero Hugo Moyano anunció entonces que el lunes se reunirá la Mesa de Enlace para
analizar la realización de un paro con movilización. Desde las 15, los bombos atronaron
frente al Congreso y los locutores se habían quedado afónicos relatando la asistencia al
recinto con el suspenso de una final River-Boca. ¡En este momento hay ochenta
cagadores sentados en sus bancas! relataban con encendida pasión, quince minutos
antes de que se cumpliera el plazo de las 16.30.
El paro y la movilización de ayer fueron convocados por la Central de los Trabajadores
Argentinos (CTA), el Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), el sector de las 62
Organizaciones que responde a Lorenzo Miguel y la Corriente Clasista y Combativa. Las
columnas habían comenzado a formarse alrededor de las 14.00. Los camioneros del MTA
fueron los primeros en llegar a la Plaza del Congreso. Los dos acoplados de un camión,
estacionados frente a la escalinata del Parlamento, sirvieron para armar el palco de los
oradores y los equipos de sonido. Otro gran camión con dos acoplados atravesados sobre la
avenida Entre Ríos sirvió para instalar a fotógrafos y camarógrafos. La Central de los
Trabajadores Argentinos (CTA) se concentró en Avenida de Mayo y 9 de Julio con carteles
de ATE, Ctera, UTPBA, Federación de Judiciales y el Nuevo Sindicato Gastronómico,
algunos de cuyos integrantes marcharon con ropa de trabajo: un mozo de moñito y cocineros
con delantales blancos y grandes gorros. Nosotros somos gastronómicos y trabajamos
de eso explicaron para diferenciarse del sindicato que está en la CGT. Una nutrida
columna de la UOM de Quilmes, con gorritos y banderas anaranjadas, bajaron de sus ómnibus
en la misma esquina. Con ropa de fajina azul avanzaron hacia el Congreso ante la mirada
sorprendida de los transeúntes porteños, convencidos hasta unos minutos antes, de que el
obrero era una clase en extinción. Los metalúrgicos de la seccional que dirige el
secretario de relaciones internacionales de la CGT, Francisco Barba
Gutiérrez, pasaron entre los manifestantes de la CTA, que les abrieron paso mientras
aplaudían. Los obreros devolvieron el saludo y varios estrecharon la mano del titular de
la CTA, Víctor De Gennaro.
El otro gremio fuerte del MTA, los colectiveros de la UTA, entró desde Belgrano y Entre
Ríos y se ubicó a un costado del palco frente al cual estaban sus compañeros del
sindicato camionero. ¡Adónde está, que no se ve, esa famosa CGT! fue una de
las consignas más repetidas. En la marcha de ayer, a diferencia del miércoles pasado, la
participación de la izquierda fue poco numerosa. Había un cartel del PCR, y también del
Partido Obrero, Izquierda Unida y Movimiento Socialista de los Trabajadores. ¡Hay
ochenta traidores y tienen que juntar 129 se entusiasmaba el locutor; son los
diputados alcahuetes del presidente Chirolita. Varios manifestantes se paseaban con
audífonos en las orejas esforzándose por escuchar en la radio información del recinto.
Es la cuarta vez que lo intentan y que no pueden comentó uno. Tres viejitas
que juntaban firmas para los jubilados se acercaron a preguntarle. Son todos
delincuentes, los tienen que echar le gritó una de ellas a su compañera con
problemas de sordera, quien le preguntó por qué los tenían que echar. Porque
perdieron, le gritó la primera señora. No nos van a alcanzar los tachos de
pintura para escrachar a los traidores seguía otro locutor de los camioneros.
Se puede consumar la traición... Ahí está Atanasoff, ahí están Castillo, Martínez,
ahí está Ubaldini.... A las 16.30, cuando se cumplió el plazo para que se
reuniera el quórum, algunos comenzaron a aplaudir, pero inmediatamente se llamaron a
silencio cuando se dijo que se alargaba el plazo. La mayoría había llegado con
laseguridad de que el trámite de aprobación sería más expeditivo.
El final de suspenso no venció, sin embargo, al escepticismo. A las 17.30, el camionero
Hugo Moyano anunció que finalmente el oficialismo había logrado reunir quórum. Desde el
sector donde estaban los camioneros voló un objeto contundente que golpeó en una ceja al
titular de la UTA, Juan Manuel Palacios, por lo que fue retirado en una ambulancia. La
gente insistió en el paro y entonces Moyano anunció que el lunes se reunirá la mesa de
enlace con la propuesta de realizar un paro con movilización.
La traición más grande Esto
es la traición más grande que cometen en contra de los trabajadores los legisladores
menemistas denunció el camionero Hugo Moyano, al anunciar ante los manifestantes
que se había aprobado la Ley de Reforma Laboral, es la traición más grande a
Perón, a Eva Perón y al pueblo peronista, pero el oficialismo lo va a pagar en las urnas
en el 99.
Moyano, que fue el principal orador del acto, señaló que nosotros no nos vamos a
rendir y vamos a seguir luchando y acusó a la oligarquía de los Alsogaray y
la Unión Industrial Argentina de asociarse para darle la espalda al pueblo, porque son
enemigos de los trabajadores y el peronismo. El dirigente camionero fustigó
también a los diputados justicialistas de extracción gremial que apoyaron la ley:
No nos vengan ahora con la disciplina partidaria, porque la única disciplina que
deben tener es con el pueblo que trabaja y no con los capitostes que manejan la
Cámara.
También el gobernador Eduardo Duhalde fue criticado, aunque en este caso en forma
elíptica: aparecen algunos diciendo que el modelo está muerto... está muerto y siguen
votando las leyes que responden al modelo económico.
El metalúrgico Francisco Barba Gutiérrez denunció a su vez que
lamentablemente en el Congreso de la Nación se consumó esta tarde la mayor
traición de toda la historia en contra de los trabajadores y subrayó que la ley
lleva a los trabajadores a la desprotección, a la caída de los convenios
colectivos y a la caída de las indemnizaciones y al sostenimiento de los contratos
basura. Gutiérrez, que integra la conducción cegetista, acusó a los demás
integrantes de la cúpula de la CGT de colaborar y apoyar este hecho irregular y
antipopular. |
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