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Una suerte de autopsia realizada ayer dio por definitivamente muerto al CPI y selló el destino de sus desafortunados herederos: los siete mil alumnos que, en los últimos tres años, optaron por realizar el curso de ingreso de la Facultad de Medicina y desdeñaron el Ciclo Básico Común tendrán que cursar por lo menos dos de las seis materias del CBC antes del 2001. Si bien la palabra definitiva la tendrá el Consejo Superior de la UBA en su sesión del próximo miércoles, ayer se reunió la comisión de enseñanza del consejo y resolvió por unanimidad sugerir la aprobación del proyecto elaborado la semana pasada por el consejo directivo de Medicina que significó el fin del CPI y el regreso a un CBC aggiornado, aunque con algunas modificaciones que restringen el poder de Medicina para regular el ingreso. En una maratónica reunión que comenzó a las 10 y terminó a las 19, los consejeros superiores (rector, decanos, profesores, estudiantes y graduados) abrieron (y también cerraron) el abanico de opciones entre las que deberá optar el Consejo la semana que viene. El proyecto original de Medicina abolía el CPI y proponía volver al CBC con dos materias transformadas (Biología e Introducción a la Biología Celular y Física e Introducción a la Biofísica en lugar de Biología y Física), cuyos contenidos y evaluaciones serían desarrollados por docentes de la propia facultad. Sin embargo, ayer, la comisión de enseñanza resolvió que el control académico quede en manos de una junta interdepartamental y que las dos nuevas materias extiendan su alcance a otras carreras de las áreas de la salud y de las ciencias biológicas. La junta estará integrada por un representante de cada una de las facultades que adopten esas asignaturas (por ahora, Odontología y Farmacia y Bioquímica) y uno del CBC. La decisión terminó con las esperanzas de Medicina de controlar, por medio de las nuevas materias, el número de ingresantes. La principal modificación que se hizo a la propuesta de Medicina es la aclaración de que los cambios se hacen dentro del marco del CBC. Por eso, las dos materias nuevas pueden cursarlas alumnos de varias facultades y, también por eso, los profesores del CBC participarán del dictado de ellas, explicó a Página/12 Susana Mirande, vicerrectora de la UBA. Además, la comisión produjo dos despachos, referidos al futuro de quienes sólo aprobaron el CPI, entre los que deberá elegir el Consejo Superior: uno mayoritario, que propone que los alumnos aprueben las materias del ciclo básico que son comunes a todas las carreras de la universidad Introducción al Pensamiento Científico e Introducción al Conocimiento de la Sociedad y el Estado; y otro minoritario, sostenido por el Rectorado, que añade a esas asignaturas la cursada de Matemática. En cualquier caso, se van a ofrecer distintas posibilidades para que los chicos puedan cursar esas materias antes del 2001, ya sea a través de cursos de verano, exámenes libres o del programa UBA XXI, detalló Aníbal Franco, decano de Ciencias Veterinarias. Hasta ayer, y pese a la férrea posición del rector Oscar Shuberoff (La petición de darles por aprobado el CBC es facilista y demagógica, había declarado), las autoridades de Medicina y los representantes estudiantiles creían que podrían lograr una amnistía para los desertores del CBC. El as en la manga era una especulación: Esperamos que el rector se apacigüe con el triunfo personal y político que significó el regreso de Medicina al CBC y ceda un poco en su tesitura. Total, él ya ganó, confesó un consejero de Medicina. Pero no hubo suerte y los alumnos que ya sobrellevaron el arduo CPI tendrán que vérselas con dos o tres materias del CBC. Todo esto es una cuestión política y se olvidan de pensar en nosotros protestó Dina Ubal, alumna de Medicina. Es ilógico que me hagan cursar el CBC, porque cuando hice el CPI, en el 96, me aseguraron que era el único sistema legal. Si nos obligan a cursarlo, voy a presentar un recurso de amparo, amenazó. No estoy de acuerdo con la Ley de Educación Superior que avala el CPI, pero lo aprobé y quiero que me lo reconozcan, reclamó Natacha Olmedo. Y el consejero superior Guillermo de Maya comentó: LaUniversidad debería proteger a los estudiantes estafados por el ex decano Ferreira. Con todas las cartas sobre la mesa, el próximo miércoles se reunirá el Consejo Superior, en una sesión que promete ser intensa y concurrida.
UN NUEVO PROGRAMA DE EDUCACION A DISTANCIA
Mientras desayuna, un joven salteño mira su televisor. Lo mismo hace una mujer a
miles de kilómetros de allí, en Neuquén. Pero no están pendientes de un noticiero ni
de algún entretenimiento matutino. Están estudiando. La televisión es la nueva
herramienta del UBFED, el flamante programa de la Facultad de Educación a Distancia de la
Universidad de Belgrano (UB), que comenzó a dictarse esta semana. Disquetes, tutorías
telefónicas, correo electrónico, fax, libros y, otra novedad, el uso de CD ROM,
completan los elementos de estudio dirigidos a cualquier habitante del país o
Latinoamérica que quiera hacer una carrera universitaria o varios cursos y pueda afrontar
los costos de entre 270 y 2900 pesos de las diversas opciones. Según María Isabel
Bontá, decana de la facultad, esta es la primera vez que la Universidad usa la
televisión para intentar mejorar el nivel educativo de la población.
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