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Por David Cufré desde Washington El encuentro de los ministros de Economía latinoamericanos con las máximas autoridades del Fondo Monetario Internacional no podía terminar peor. El cónclave fue convocado de urgencia por el director gerente del organismo, Michel Camdessus, para evitar que los países de la región se vean arrastrados por la crisis internacional. Los inversores, sin embargo, ignoraron la puesta en escena armada por el FMI y respondieron a los malos augurios lanzados ayer por la agencia de calificación de riesgo Moody's (ver aparte). Roque Fernández admitió la derrota. Como un boxeador cansado de recibir golpes, su único intento de defensa fue decir que los inversores "actúan irracionalmente". La rebaja de las calificaciones de Moody's a los títulos de deuda de Brasil y Venezuela, acompañada con la puesta "en observación" de Argentina, elevó aquí la tensión a su máximo nivel en toda la jornada. De hecho, el encuentro finalizó dos horas más tarde de lo previsto. "Es cierto, la determinación de Moody's fue sorpresiva", admitió Roque al salir de la cumbre. En ese contexto, el FMI endureció su posición. Camdessus reclamó a los ministros contener el gasto público, una forma de preparase ante la eventualidad de que la región se convierte en el nuevo foco de la crisis. Por su parte, el Fondo se comprometió a salir en ayuda de América latina en caso de urgencia. El comunicado difundido ayer destaca la fortaleza de las economías de la región, a la vez que considera que se ven afectada por una crisis externa. Sin embargo, en privado, Camdessus no dejó de remarcar algunos flancos débiles. La observación que hizo para Argentina fue por el elevado déficit comercial, aunque su evaluación general fue positiva. Más reparos puso a Brasil, en especial por su profundo desequilibrio fiscal. Para el FMI, el peor escenario es que se produzca un nuevo ataque especulativo sobre el real. "El staff del Fondo hizo una evaluación de las caídas en los precios de los commodities (esencialmente granos y petróleo), que sin duda han afectado las evolución de las cuentas externas de nuestras economías", reconoció Roque. Ante las insistentes preguntas de por qué los mercados siguen sin prestar atención a las declaraciones oficiales, ya que los inversores se siguen desprendiendo de sus posesiones de acciones y bonos, el ministro expuso un único argumento. "Lo que estamos viendo es una conducta irracional. La reacción de pánico es injustificada y, tarde o temprano, los inversores diferenciarán entre aquellos países que verdaderamente tienen problemas y los de América latina, que están en el camino correcto y realizaron reformas estructurales", manifestó. --Sin embargo, Moody's rebajó las calificaciones --señaló un periodista. --Lo que hizo la agencia fue acompañar con una calificación lo que el mercado estaba estableciendo para los países de la región. Moody's no quiere quedar desairada y que le reprochen no haber predecido la situación de América latina. Este tipo de calificaciones deberían suspenderse en este momento que los mercados actúan irracionalmente, y presentarlas cuando se restablezcan las condiciones normales, respondió Fernández. Las palabras del ministro hicieron referencia, aunque de manera implícita, al desprestigio que significó para Moody's haber mantenido su nota de aprobación a la economía coreana, hasta que el país estalló en lo que fue el inicio de la crisis de octubre del año pasado. "La mejor manera de enfrentar el pánico es presentar a los inversores toda la información sobre cómo se encuentran nuestras economías y esperar que esto desaparezca", agregó el ministro, quien evaluó que hasta entonces el único impacto que sufrirán los países de la región será "un aumento de las tasas de interés". Aunque sin apartarse ni un ápice de su acostumbrado tono diplomático, Roque criticó a Colombia por haber dispuesto una ampliación de la banda cambiaria de su moneda en un 9 por ciento. En rigor, el FMI quiere evitar que los países de la región entren en una carrera de ajustes cambiarios competitivos, como ocurrió en Asia y que terminó gatillando la crisis. "La política monetaria de cada país tiene que responder a los aspectos fundamentales de su economía y no al pánico. Tomar medidas en este momento, ya sean de índole cambiaria, monetaria o financiera, es la peor manera de reaccionar ante la crisis", enfatizó el ministro. Por su parte, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Robert Rubin, presente en la reunión de ayer, indicó que para su país "América latina es muy importante" y que por ello el Senado aprobó anteayer un aporte al FMI de 17.900 millones de dólares, incluido en un paquete de 30.500 millones para socorrer a economías del exterior. Lo que se conoce como un fondo anticrisis.
CAVALLO PROLONGA SU ASESORAMIENTO AL GOBIERNO
RUSO El gobierno ruso le pidió a Domingo Cavallo que permanezca algunos días más en Moscú y por eso decidió postergar el viaje que pensaba realizar a Kiev, donde esperaba por su asesoramiento el gobierno de Ucrania. Por las dudas, Cavallo anticipó ayer que la propuesta económica que hoy presentará a la Cámara de la Federación (senado) el primer ministro Viktor Chernomyrdin es responsabilidad del gobierno ruso. Y que "la crisis tiene salida, pero no es una cuestión puramente técnica sino política". Ayer, hasta el propio Eduardo Duhalde saludó la fama internacional del cordobés: "lo llamé, lo felicité y me alegré mucho que un argentino sea convocado", afirmó el gobernador, que ya tiene en su equipo de gobierno a varios cavallistas, aunque aclaró que la convertibilidad "no tiene padres". Mientras el rublo no dejaba de caer frente al dólar (ayer perdió otro 5 por ciento y ya acumula un 60 por ciento desde la devaluación del pasado 17 de agosto), Cavallo mantuvo durante todo el día de ayer reuniones con Chernomyrdin y otros funcionarios del gobierno ruso, del FMI y del Tesoro norteamericano, que en estos días se encuentran en Moscú. "Cancelé mi viaje a Ucrania porque el primer ministro ruso (Viktor Chernomyrdin) insistió en que hablé con más gente, particularmente del Banco Central y otros organismos para que les cuente la experiencia argentina", explicó Cavallo a la agencia DPA. Luego dijo que encontrar una solución a la crisis no es sólo técnica sino política, en obvia referencia a la debilidad del gobierno de Boris Yeltsin. "Sea cual fuera la solución que se trate de implementar, la argentina o alguna otra, tiene que inspirar credibilidad y esto va a depender de la convicción de los que decidan", afirmó. El miércoles, el viceprimer ministro Boris Fyodorov, un reformista que cuenta con el visto bueno del FMI, había dicho que "la variante argentina, con algunas modificaciones, es la única vía radical para salir de la crisis". Ayer se especulaba que, limadas las resistencias iniciales del FMI, que se opuso a instrumentar un régimen de convertibilidad en Indonesia, la receta podría ser discutida entre el gobierno ruso y los organismos internacionales. Sobre los tiempos de la crisis, el mediterráneo afirmó que "es muy importante que planteen una solución rápido, porque la situación está empeorando hora a hora, día a día. La experiencia argentina demuestra que cuando se viven circunstancias como ésta hay que actuar rápido", afirmó. Cavallo negó que él haya elaborado algún plan económico para Yeltsin. "Nosotros sólo respondimos a las preguntas que nos formularon, pero no participamos en el proceso de toma de decisiones. Pero ninguno de nosotros tres (también fueron consultados Karl Otto Poehl, ex director del Bundesbank y el profesor de Harvard Robert Barrow) está diseñando una solución. Eso es algo que está en manos de los rusos", dijo.
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