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EL GOBIERNO DE YELTSIN SE JUEGA SU SUERTE A LOS CONSEJOS DEL EX MINISTRO
Plan Cavallo traducido al ruso

Ahora, “la dictadura económica”. El premier ruso, aún rechazado por el Parlamento, propuso ayer un plan de salvataje que “toma la experiencia argentina”, dijo. Si logra apoyo, en enero Rusia tendrá convertibilidad.

El gobierno de Yeltsin apuesta a salir de la crisis con la convertibilidad que le recomendó Cavallo.
Rusia está al borde de una rebelión popular, con depósitos congelados e inflación mensual del 15%.

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t.gif (67 bytes)  Al fin, abrumado por la crisis y las presiones de los bancos occidentales, que quieren recuperar los miles de millones que perdieron en el último mes, Boris Yeltsin le compró la convertibilidad a Cavallo. El primer ministro ruso, Viktor Chernomyrdin, anunció ayer un plan de salvataje del propio gobierno de Yeltsin que él mismo calificó de “dictadura económica”. El programa, en una primera etapa, propone una serie de pasos para honrar compromisos con acreedores internos y externos, y recién en una segunda etapa, a partir del 1º de enero de 1999, la implementación de un sistema de convertibilidad respaldado por oro y divisas. Chernomyrdin todavía no fue confirmado en su cargo y nadie sabe si el lunes todo lo que anunció ayer quedará en el olvido. Pero Cavallo impuso su estrategia y prepara sus valijas para regresar triunfante a Buenos Aires.
“El tango argentino de Viktor Chernomyrdin”, tituló el diario Russki Telegraf de Moscú después de los anuncios. En tanto, la foto de Cavallo junto a Boris Fiodorov, viceprimer ministro y responsable por la invitación al mediterráneo, ilustró la tapa de otro de los periódicos locales, el Sevodnia. Para tener una idea de la repercusión que logró el cordobés en los medios locales, basta decir que cuando Carlos Menem visitó Rusia hace apenas dos meses, su foto apareció perdida en las páginas interiores con reducidas crónicas de ocasión de sus actividades protocolares.
Ayer, el dólar alcanzó los 19 rublos, cuando antes de la crisis alcanzaba sólo a 6 rublos por unidad. Chernomyrdin hizo los anuncios en una confusa sesión del Consejo de la Federación (el senado ruso), horas antes de solicitar su confirmación en el cargo a la Duma, la Cámara baja dominada por los comunistas que ya la rechazó una vez y que el lunes –se prevé– volvería a hacerlo. Por eso, más que puntualizar un plan económico, lo suyo fue un discurso político en el que no enumeró medidas económicas concretas. “Mucho énfasis se ha puesto sobre la experiencia argentina”, dijo Chernomyrdin durante los anuncios, antes de explicar su salida de la crisis. Y si bien hay discrepancias entre los economistas acerca de si efectivamente se instrumentará un régimen de convertibilidad, esa sola referencia bastó para coronar la gestión de Cavallo.
“Por lo que he escuchado, el primer ministro Chernomyrdin habló de un sistema que podría ser interpretado como de convertibilidad”, afirmó el mediterráneo en una conferencia en el hotel Metropol por la tarde, después de los anuncios. Aclaró, sin embargo, que no había participado en la elaboración de las medidas e insistió con que sólo había prestado asesoramiento técnico.
Chernomyrdin explicó que cuando se establezca el plan propuesto “no será posible no pagar las deudas”, una frase que los bancos de inversión que apostaron hasta último momento en Rusia hubiesen querido escuchar hace 20 días. El primer ministro dijo que, en una primera etapa, se hará una emisión controlada de rublos para pagar la deuda del Estado con jubilados (valuada en unos 20 mil millones de rublos, unos mil millones de dólares) y las deudas salariales con empleados públicos, que ascienden a 70 mil millones de dólares. Pero también se pondrán en la cola los bancos de inversión, tenedores de títulos de la deuda rusa, que querrán a cambio algún tipo de garantía en divisas, oro, o hipoteca sobre los recursos mineros del país. Durante esta etapa, el rublo flotaría en relación a dólar y otras divisas fuertes, algo que el propio Cavallo definió como “necesario mientras se pagan las deudas”.
En una segunda etapa, Chernomyrdin habló de fijar una paridad con el dólar e instaurar una “caja de conversión”, es decir, que el Banco Central no podría emitir rublos que no estén respaldados por oro y divisas. “El abismo de la inflación o estas medidas muy duras es la alternativa”, afirmó. Un día antes, el gobierno congeló los depósitos de los 6 principales bancos del país y, para mejorar la situación fiscal, se lanzaría una fuerte ofensiva para cobrar impuestos. Uno de los principalesdiarios locales especuló con que se dejaría flotar el rublo hasta alcanzar las 30 unidades por dólares y a ese nivel se fijaría la paridad.
Que el plan funcione depende, primero, de que se mantenga el rumbo político al menos más allá de la próxima semana: el lunes, si Chernomyrdin es nuevamente rechazado por la Duma, detonaría otra crisis política en el país. En segundo lugar, será crucial el apoyo que presten el FMI y el G-7, conformado por los países más desarrollados, para aportar la red de financiamiento necesaria para recomponer las reservas en divisas del Banco Central ruso. Sin embargo, este paso no será fácil de dar, ya que la dirigencia occidental es reacia a ofrecer préstamos a Rusia hasta estar seguro de que el gobierno de Yeltsin se encuentra al mando de la situación política.

 

Ucrania no pudo esperar

Domingo Cavallo no pudo viajar a Ucrania, retenido por sus compromisos con el gobierno de Boris Yeltsin. Y el gobierno del presidente Leonel Kuchma optó por convalidar una fuerte devaluación de su moneda. Según se anunció, el gobierno ucraniano ampliará la banda de fluctuación de la gryvna a 2,5 y 3,5 unidades por dólar, frente a una banda anterior entre 1,8 y 2,25. Las autoridades del Banco Central ucraniano cerraron ayer el mercado de divisas al no poder frenar la corrida contra la moneda local. Ucrania consiguió fijar su tipo de cambio hace dos años y desde entonces logró cierta estabilización y orden en sus cuentas públicas. Pero la deblacle del rublo la golpeó fuertemente ya que Rusia es el principal cliente de las exportaciones de granos de Ucrania.

 


 

UNA CRISIS TERMINAL CON UNA DEBILIDAD POLITICA EXTREMA
El programa se juega en la Duma

Por Claudio Uriarte

t.gif (862 bytes) El anuncio de que el Kremlin estaba comprando la idea de una “dictadura económica” en “lana03fo02.jpg (12051 bytes) variante argentina” se produce en un contexto de alta incertidumbre y volatilidad políticas. De hecho, las dificultades de Rusia para instalar un Plan de Convertibilidad no se instalan tanto en la esfera de lo económico como en la política, donde el primer ministro Viktor Chernomyrdin todavía debe ser confirmado por la Duma de mayoría comunista, y donde ningún Partido –ni siquiera el Comunista– está en condiciones de garantizar un centro de gravedad firme que sostenga los difíciles primeros tramos del Plan Cavallo para Rusia, que seguramente implicarán un aumento de los precios –especialmente de la comida, que es casi toda importada– y de la desocupación –por las quiebras bancarias y el rompimiento de los viejos monopolios–.
La Duma del Estado (Cámara baja del Parlamento) tenía previsto rechazar ayer por segunda vez a Chernomyrdin por una amplísima mayoría, pero los comunistas accedieron a postergar la sesión para el lunes después que un Boris Yeltsin al que sus médicos describen privadamente como un cadáver ambulante los convocara a unas negociaciones de mesa redonda y accediera a ceder algunos de los poderes que se entregó a sí mismo en una Constitución fabricada a sus voluminosas medidas. Los comunistas quisieran reemplazar el presidencialismo de la Constitución por las normas de una democracia parlamentaria, lo último que necesita Rusia en esta situación de mayorías parlamentarias frágiles e impredecibles y exactamente lo contraindicado para la terapia de shock que está recomendando el flamante Cirujano Mayor en jefe de la globalización.
Adicionalmente, está el problema de los tiempos. Bajo la tortuosa Constitución imperante, diseñada para liliputizar y fragmentar lo más posible el poder del Parlamento, la Duma debe votar no menos de tres veces la negativa al primer ministro, en cuyo caso el presidente queda en opción de nombrar a un nuevo candidato o disolver la Duma y convocar a elecciones anticipadas. Por el momento, éste sería el peor escenario posible, ya que dilataría la solución de la crisis por lo menos tres meses, período tras el cual es incierto saber si seguirá existiendo una unidad llamada la Federación Rusa. Pero incluso si la tercera es la vencida y la Duma aprueba, esto implica otra semana de zozobra monetaria y la posibilidad de que el rublo atraviese largamente la paridad 30 a 1 con el dólar que recetó el Dr. Cavallo (ayer estaba en 17 a uno), con el consiguiente desboque de la inflación, hambre y agitación social. Desde el punto de vista del enfermo, lo ideal sería que la Duma confirme a Chernomyrdin el lunes. ¿Lo hará? Quién sabe, aunque es cierto que las crisis obran maravillas para que la gente se vuelva realista.
De vuelta al peor escenario, el de una tercera negativa de la Duma a Chernomyrdin, la situación inevitablemente evocaría el intento de golpe de Estado parlamentario del viejo Congreso heredado de la época soviética contra Yeltsin en 1993. Ese intento derivó en la ocupación del Parlamento por los rebeldes y en su convocatoria a militares, policías y fuerzas especiales a desertar del mando de Yeltsin. Entonces, Yeltsin ganó la pulseada militar y bombardeó el edificio tomado con un saldo de muertos que probablemente nunca llegue a conocerse.
Ahora la situación es distinta, pero no demasiado. La Duma, por ejemplo, podría resistir el intento de disolución por parte de Yeltsin y atrincherarse en su sede. O bien Yeltsin, que ya pasó por esto una vez, puede decidir “madrugar” a los diputados y sorprenderlos con una Duma cerrada antes de que puedan ocuparla. En ese caso, el Partido Comunista está en condiciones de sacar sus militantes a la calle y ocupar Moscú, quizá también San Petersburgo. Pero el Servicio Estatal de Seguridad también tiene suficientes tropas para reconquistar las ciudades tomadas. Esto, en el caso de que la unidad de esas tropas siga siendo la de siempre, lo que no es nada seguro. En todos los casos, escenarios a la latinoamericana. Justo para Cavallo.

 

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