Diez preguntas sobre los atentados
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Por Raúl Kollmann El 7 de agosto pasado se produjeron, con diferencia de unas pocas horas, dos atentados en las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania con un total de 263 muertos. Los investigadores argentinos esperan ansiosos los informes del FBI sobre los resultados de las pesquisas para ver si echan nueva luz sobre los atentados ocurridos en la Argentina. A partir de diálogos con periodistas africanos, Página/12 evaluó diez puntos claves para establecer semejanzas y diferencias, siempre tomando como base lo que hasta ahora se sabe de los atentados de aquí y de allá.
Hubo coche-bomba * En Africa. En Nairobi, Kenia, se utilizó una camioneta Mitsubishi amarilla. Los atacantes intentaron introducirla por el portón de entrada de la embajada pero fueron rechazados. Dieron una vuelta a la manzana y el artefacto estalló en la parte de atrás de la delegación diplomática, aunque la mayor parte de los muertos se produjo en un edificio lindero y en dos colectivos que pasaban por el lugar. Hubo 12 muertos americanos y 241 keniatas. En Dar es Salaam, Tanzania, la Embajada de Estados Unidos no queda en el centro sino en un barrio de clase media alta. Se utilizó un camión distribuidor de bidones de agua y el artefacto explosivo estaba en la parte de abajo. El camión estalló frente a la Embajada. Hubo 10 muertos.
* En Argentina. Todo indica que en la AMIA el atentado se hizo con una camioneta Trafic. El último informe del FBI ratifica esta hipótesis ya sostenida por distintas pericias. La camioneta ingresó de punta contra el edificio de la AMIA. Después de seis años, por fin quedó claro que el atentado contra la Embajada de Israel fue realizado con una camioneta Ford F-100 que se estacionó frente a la delegación diplomática. Los últimos estudios ordenados por el secretario de la Corte, Esteban Canevari, confirman ese diagnóstico.
Hubo suicidas * En Africa. En Kenia murieron dos personas dentro de la camioneta. Esto deja algunas dudas sobre si efectivamente sabían que iban a morir o les dijeron que tenían que meter la Mitsubishi en la Embajada y alguien accionó el explosivo por control remoto. Los investigadores tienen el nombre de los dos suicidas, aparentemente ligados a un grupo fundamentalista respaldado por Afganistán. En Dar es Salaam murió el conductor del camión distribuidor de agua. También está identificado, según parece era un hombre vinculado con el mismo grupo.
* En Argentina. En el atentado de la AMIA los investigadores no tienen una conclusión sobre este punto. Hay un par de testigos que dicen haber escuchado gritos de "¡parenló!", como si alguien se hubiera bajado de la camioneta y salió corriendo. Lo cierto es que la investigación inicial fue desastrosa y no se sabe a ciencia cierta si hubo o no suicida. El último informe del FBI insiste en que efectivamente alguien se inmoló en el atentado y propone varias formas de definir esta cuestión: hacer un análisis químico de un pedazo de tela encontrado junto a un elástico de la camioneta, pruebas de ADN sobre restos hallados en alguna parte de la Trafic. En el atentado contra la Embajada tampoco sabemos si hubo suicida. Los investigadores creen que es muy probable, pero no hay pruebas. En la reivindicación del ataque, hecho por un grupo supuestamente vinculado con el Hezbollah, se menciona el nombre islámico del suicida: Abu Yasser. Lo cierto es que en la Argentina todo esto está en la nebulosa y menos que menos se sabe la identidad de los supuestos suicidas.
Hubo un comando que acompañó los ataques * En Africa. En Kenia efectivamente hubo un grupo de apoyo, que incluso se tiroteó con la custodia de la Embajada de Estados Unidos cuando no dejaron entrar la camioneta. Uno de los atacantes tiró una granada contra los custodios. El hombre fue detenido y resultó clave para avanzar en las investigaciones. En Tanzania no pareció haber grupo de apoyo. El camión llegó y al instante fue accionado el explosivo.
* En Argentina. En el atentado de la AMIA hay sospechas sobre un grupo carapintada que apareció en el escenario de la explosión minutos después de ocurrida. Los investigadores dicen que también el ex agregado cultural iraní, Moshen Rabbani, estaba cerca de la AMIA porque hizo una llamada desde su celular en esa zona. En el ataque contra la Embajada no se sabe. La camioneta llegó y explotó. Hay algún dato de que había una persona de apoyo sentada en un bar ubicado muy cerca.
El explosivo * En Africa. En Nairobi se utilizó exactamente el mismo explosivo que en Buenos Aires: amonal. El grupo que participó en el atentado estaba afincado en Kenia desde hacía casi un año y una parte de los materiales se consiguió en el país. Como se sabe, el nitrato de amonio es un fertilizante que no es difícil comprar. En Tanzania no hay todavía anuncios oficiales sobre el explosivo utilizado. En principio, parece que se usó un material plástico, militar, denominado Semtex. Lo que sí está más claro es que el explosivo entró desde las Islas Comores, es decir que lo trajeron del exterior. Aparentemente el Semtex o el TNT se usó también para acelerar el amonal de Kenia.
* En Argentina. En la AMIA, amonal, lo que indica que se consiguió localmente. El compuesto fundamental, nitrato de amonio, es un fertilizante que no tiene ningún sentido traer de afuera. En la Embajada parece que se usó o C4 o TNT, explosivos plásticos, sofisticados, posiblemente traídos de afuera. Obviamente no hay dato alguno de quién lo trajo ni cómo.
¿Dónde se armó la bomba? * En Africa. En Nairobi está claro que la bomba se armó en el Hotel Hilltop, en las habitaciones 102 y 107, entre los días 3 y 6 de agosto. Dos palestinos, un egipcio y un saudí se alojaron allí y terminaron el mecanismo. La camioneta estaba en la playa de estacionamiento del hotel y en ese lugar se hizo el montaje final. En Tanzania, no hubo anuncio oficial sobre el lugar donde se armó el explosivo y, hasta ahora, no parecen saberlo.
* En la Argentina. No hay ni remota idea de dónde se armaron los coches-bomba, ni en el caso de la AMIA ni en el de la Embajada.
Filmaron antes el trabajo de inteligencia * En Africa. En Kenia, cuatro días antes del atentado, un guardia de seguridad de la embajada norteamericana le dijo a su jefe que había tres personas filmando el edificio. El jefe no le dio importancia porque pensó que eran turistas. Los detenidos reconocieron que efectivamente estuvieron filmando. En Tanzania no hay datos de que hayan filmado o la forma en la que se hizo el trabajo de inteligencia.
* En Argentina. En el caso de la Embajada, hubo una reivindicación del atentado a través de un canal de televisión de El Líbano. En ese corto, se ven unos segundos de filmación del edificio de la Embajada. Sobre la AMIA no hay datos ni de filmaciones ni de la forma en la que se hizo el trabajo de inteligencia.
Participación de personal de fuerzas de seguridad * En Africa. En Tanzania está detenido un integrante de la central de espías, es decir la SIDE de allá. En Kenia los únicos datos existentes están relacionados con los documentos falsos y de residencia que utilizaron los atacantes. Están detenidos varios integrantes del servicio de documentación de Kenia.
* En la Argentina. En el caso de la Embajada no hay nadie detenido y respecto de la AMIA están en prisión varios policías por su relación con la Trafic que estalló frente a la sede comunitaria. El hombre clave de la causa, Carlos Telleldín, estaba sobre todo relacionado con la Policía Bonaerense, que apañaba sus negocios ilícitos. También tenía vinculación con militares: estaba asociado con un ex carapintada, tenía fácil acceso a los cuarteles y su padre fue militar.
Los detenidos * En Africa. En Kenia hay tres detenidos. Mohammed Sadiq Odeh, un ingeniero palestino que aparentemente fue el técnico que armó la bomba. Huyó a Pakistan y fue detenido con un pasaporte falso el mismo día del atentado. Mohammed Owhali, yemenita, formó parte del grupo de apoyo, tiró una granada contra los guardias y quedó herido. Lo detuvieron en el mismo lugar del atentado. El tercer detenido es Abdallah Nacha, también palestino, cuyo papel en el ataque no está claro. Según los detenidos, en total, participaron ocho personas en el hecho mismo del atentado: dos murieron, tres están detenidos y tres están prófugos. Los detenidos se establecieron en Kenia unos ocho meses antes del atentado y se dedicaron al comercio de pescado, supuestamente con fondos de la organización. Así fueron observando el lugar y haciendo la planificación. En Tanzania hay cinco detenidos. Por el atentado mismo, están presos un integrante de los servicios de inteligencia y un sudanés, que aparentemente sólo integró el grupo de apoyo. El chofer del camión murió en el atentado y se busca a su acompañante, hombre clave del ataque. Los otros tres detenidos son personas que dicen haber participado en algún tramo de la operación, pero sin saber que se iba a hacer el atentado.
* En la Argentina. En el caso de la Embajada no hay ni un detenido ni siquiera un sospechoso. En cuanto a la AMIA, está en la cárcel Carlos Telleldín, el propietario del motor de la camioneta que explotó frente al edificio comunitario y cuatro policías a los que se les imputa haber provisto el vehículo. Respecto de los que participaron del ataque no hay nada.
¿Quién fue? * En Africa. En Kenia los detenidos reconocieron ser parte de Al Qaeda, una organización fundamentalista que lidera el multimillonario Bin Laden. Uno de ellos, Odeh, denunció el viernes que fue torturado en Pakistán inmediatamente después de que lo arrestaron, niega haber tenido participación en el atentado, aunque sí reconoce que formaba parte del grupo. Según parece, Owhaila, en cambio, reivindica el atentado y hace una defensa del decreto religioso que impulsa la lucha contra Estados Unidos. Respecto de Tanzania, no hay demasiadas precisiones, aunque parece bastante claro que participó la misma organización. Entre uno y otro atentado apenas hubo unas horas de diferencia y según parece los explosivos para los ataques llegaron por barco a Tanzania y de allí fue introducida una parte a Kenia para ser utilizada como acelerador del amonal.
* En Argentina. Los investigadores dicen que fue el Hezbollah, una organización libanesa que apoya el modelo de Irán y que sobrevive en El Líbano gracias a que Siria le permite actuar. En el caso de la Embajada hubo una reivindicación de un grupo llamado Al Ansallah, supuestamente un brazo de Hezbollah. Respecto de la AMIA no hubo reivindicación. En consonancia con las opiniones políticas norteamericanas e israelíes, ambos atentados siempre se les adjudicaron a los iraníes. Está la declaración de dos arrepentidos, opositores al régimen de Teherán, que no dieron mayores precisiones y cuya información es difícil de verificar. Ambos sostuvieron que Irán impulsa acciones terroristas. Además, hay datos sobre un eventual apoyo a los ataques por parte del agregado cultural de Irán, Moshen Rabbani: pidió precio por una Trafic y estaba cerca de la AMIA en el momento del atentado. La llamada pista siria nunca se profundizó.
La investigación * En Africa. En forma oficial, el FBI dijo que llevó a Kenia nada menos que 300 investigadores, que llegaron en Jumbo 747 muy pocas horas después del atentado. Extraoficialmente la cifra es otra: se dice que desembarcaron más de 1000 investigadores norteamericanos. Esos efectivos interrogaron a 4000 personas en 13 días, incluyendo todos los heridos, todos los custodios, los pasajeros del hotel en el que se armó la bomba y se hizo un rastreo de la forma en la que los atacantes consiguieron los documentos falsos. Se llegó incluso a allanar la federación keniata de fútbol porque un tío de Odeh es directivo. Hubo muchísimas críticas porque Kenia aceptó prácticamente una invasión norteamericana y no retuvo el menor control sobre la investigación. Tanzania no aceptó tal grado de desembarco, aunque sí hubo presencia norteamericana desde el primer momento. Recién el viernes las autoridades anunciaron oficialmente que el atentado está esclarecido, pero no dieron precisiones de ningún tipo. Lo que sí se ve en Africa es que hubo un intensísimo trabajo inicial y que las investigaciones están muy avanzadas. Habrá que ver ahora si los datos recogidos tienen toda la credibilidad que, en principio, le han dado los medios africanos y norteamericanos.
* En Argentina. Respecto del atentado contra la Embajada prácticamente no hubo investigación. A seis años todavía se discutía si hubo o no coche-bomba. En cuanto a la AMIA, hubo un intenso trabajo del juzgado, pero sin colaboración alguna --más bien boicot-- de las fuerzas de seguridad. Los mismos investigadores reconocen que la pesquisa tiene tres años de atraso y que recién con la creación de la Brigada Antiterrorista se puso a trabajar a un grupo de 100 personas. En los primeros días, se interrogó a menos de 100 testigos (comparar con los 4000 de Nairobi) y hasta el día de hoy no declaró la totalidad de los heridos. El peritaje del motor de la Trafic, para determinar si estuvo en la explosión, se hizo hace dos meses.
El juicio * En Africa. Lo ocurrido en Kenia es increíble. El gobierno aceptó entregar a Estados Unidos a los tres sospechosos detenidos, que la semana pasada fueron llevados por vía aérea a Nueva York. Allí --esto es aún más insólito-- serán juzgados por la muerte de los 12 norteamericanos y no por la de los 241 keniatas. Los tres detenidos ya comparecieron ante el juez y se dice que el juicio empezará a muy corto plazo. En Tanzania no hay indicios sobre el inicio del proceso judicial, pero el gobierno de Dar es Salaam no aceptó entregar a los detenidos.
* En Argentina. En el caso de la Embajada no puede haber juicio porque no hay
detenidos ni una idea aproximada de quién participó del ataque o quién integró la
conexión local. Los únicos dos sospechosos son brasileños que supuestamente están en
su país, pero el Brasil no se molesta ni siquiera en contestar los exhortos de los
investigadores. Respecto de la AMIA, recién en marzo del año que viene --transcurridos
casi cinco años del atentado-- parece que va a empezar el juicio a Telleldín y los
policías para determinar si fueron o no partícipes del atentado. |